Con el inicio de la década de 1890 se abría un proceso de cambio que iba a modificar las bases socioeconómicas sobre las que se había asentado el régimen de la Restauración, cuyo artífice había sido Cánovas. España pasaba de una sociedad agraria y rural a una sociedad industrializada, urbana y de masas, a pesar de la ausencia de un cambio político similar. A partir del desastre, la maquinaria política creada por Cánovas comenzó a atascarse. ¿Por qué? Básicamente por la rigidez del sistema, que se mostró incapaz de adaptarse a un mundo en transición.
El desastre del 98
Posteriormente analizaremos lo que fue la guerra de Cuba, la intervención de los Estados Unidos, la derrota y la pérdida del imperio colonial, lo que conocemos como desastre. Con el tránsito del siglo XIX al XX se acrecentaron fuertes desequilibrios, que hicieron que se pasara de una sociedad agraria a una de masas. En respuesta a ello, la sociedad de masas provocó la proliferación de proyectos económicos y fue rompiendo el turno en las grandes ciudades. Sin embargo, el régimen fue incapaz de adaptarse. La oposición al régimen en sus inicios era escasa, pero fue adquiriendo fuerza y capacidad de movilización. El desastre contribuyó a acelerar todo esto.
La pérdida de Cuba
El desastre tiene que ver con la pérdida de Cuba. ¿Y cómo se perdió Cuba? La Paz de Zanjón había ofrecido una autonomía a la isla que nunca llegó, lo que provocó otra segunda guerra. La guerra de guerrillas que plantearon los cubanos forzó a las Fuerzas Armadas a utilizar estrategias contrainsurgentes que, a pesar de dar sus frutos, cobraron un elevado precio en vidas civiles, permitiendo a los Estados Unidos elevar el tono de sus protestas. Estados Unidos era un país industrializado, con inmensos recursos y en plena expansión. Para ellos, Cuba era la entrada del Caribe (además de un interesante mercado, claro está). La llegada de Sagasta al poder aumentó la autonomía de la isla, pero los insurgentes se sentían respaldados por los americanos y buscaban la independencia. Así, Estados Unidos entra en la guerra y, gracias a su superioridad naval, gana la guerra y pone fin al imperio colonial español.
Consecuencias del desastre
La espectacular derrota provocó un seísmo en la vida española, sobre todo en las clases altas y medias, y arrastró consigo una serie de consecuencias importantes:
- Las numerosas pérdidas humanas.
- Los perjuicios psicológicos de un país desmoralizado.
- Las pérdidas materiales que provocaron una fuerte subida de precios.
- Una crisis política.
- La pérdida de importantes mercados.
- El desprestigio militar, ya que el ejército salía considerablemente dañado en su imagen.
También hay que decir que el desastre supuso una importante activación económica, a raíz de todo el capital invertido que regresaba a la península. La crisis política resultó inevitable. La ausencia de liderazgos aceleraría el proceso de estancamiento.
El regeneracionismo
Así, surgió el regeneracionismo bajo la pregunta de, ¿qué es España? Se percibía el desastre como un reflejo de la crisis del sistema, por lo que en este contexto nació la llamada Generación del 98 (con autores como Unamuno, Baroja o Azorín), que propuso una política encaminada al bien común y no en beneficio de los intereses de la oligarquía, pero se quedaron en la teoría. El régimen también adoptó un lenguaje regeneracionista que, sin embargo, se quedó en meras palabras. El régimen de la Restauración seguía gobernando para la oligarquía.
La oposición y la crisis del sistema
La oposición salió reforzada aunque no se convirtió en alternativa real. La más importante, el movimiento obrero, iba adquiriendo dimensión nacional, pero crecía lentamente y estaba dividido entre socialistas y anarquistas. Por esto, el sindicalismo influía poco en la vida política. Además, el proceso de cambio afectaba a las ciudades, pero dejaba el campo al margen, lo que permitió al régimen mantenerse, ya que el sistema daba más escaños al mundo rural. La reforma desde dentro, por su parte, también fracasó, lo que supuso la sentencia para un sistema incapaz de adaptarse. Poco a poco, la tensión se disparó y fue necesaria la intervención de los militares.
Conclusiones
En resumen, el pesimismo se adueñó de la sociedad española. España había perdido sus últimas colonias en un momento de revitalización del imperialismo europeo y americano, y el gobierno aparecía como el responsable de la catástrofe. Por ello, se vio la necesidad de importantes cambios en las condiciones de vida de los españoles y en su educación; en la organización social, económica y en su política interior y exterior. Solo con cambios profundos se podría recuperar el prestigio perdido. En 1902, Alfonso XIII es declarado mayor de edad y comienza su reinado. Los intentos de cambios y modernización se van a producir, pero tendrá muchos problemas por resolver, y es durante su reinado donde se producirán las crisis más importantes del sistema de la Restauración.