Corrientes de la Psicología Contemporánea
Estructuralismo
Escuela psicológica inaugurada por Wundt y continuada por su discípulo Titchener, quien exportó a EEUU los métodos y teorías de su maestro. Según esta corriente, la finalidad de la psicología es descubrir la estructura de la mente o conciencia partiendo de sus elementos más simples (sensaciones) y de la forma como se asocian entre sí: a esta corriente se le da también el nombre de asociacionismo. El método de la psicología para el estructuralismo es la instrospección (autobservación del sujeto), pero siempre controlada por el psicólogo.
Funcionalismo
Esta corriente norteamericana (cuyo fundador y representante más conocido es William James) se despreocupa de la estructura de la conciencia y se interesa por su función adaptativa, de acuerdo con la selección natural. Estudia la utilidad y el funcionamiento de los procesos mentales, como forma en que los organismos se adaptan al medio. La conciencia aparece como un conjunto de operaciones, más que como una estructura acabada. Los funcionalistas conciben la psicología como una ciencia eminentemente práctica, que debe ayudar a las personas a adaptarse a su medio y alcanzar éxito en la vida. Psicólogos como Dewey, Angell y Cattell han desarrollado métodos como tests y cuestionarios para medir las diferencias psicológicas individuales.
Conductismo
Aunque inspirada en un primer momento en los experimentos del ruso Pavlov sobre los reflejos condicionados, el conductismo o behaviorismo es también una escuela psicológica netamente americana. Rechaza el estudio de la conciencia porque, al tratarse de hechos subjetivos, no cabe un conocimiento científico de ellos: mientras la psicología se ocupe de la conciencia no será una verdadera ciencia. La ciencia exige resultados comprobables. A cambio, el conductismo propone la psicología como ciencia de la conducta o comportamiento observable; conducta como “el conjunto de respuestas de un organismo a los estímulos ambientales”. Tanto los estímulos como las respuestas son hechos físicos observables. Los conductistas utilizan métodos experimentales, afines a los utilizados en las ciencias naturales, tanto en hombres como en animales. Sus representantes más conocidos son Watson y Skinner.
Psicoanálisis
Inaugurado por el psiquiatra vienés Sigmund Freud, el psicoanálisis comparte con el conductismo el rechazo de la conciencia como objeto propio y exclusivo de la psicología, aunque sus métodos son muy diferentes: apela a la existencia de un psiquismo inconsciente (se deshace la equivalencia entre mente y conciencia que desde Descartes se había dado por supuesta) y para descubrirlo recurre a métodos como la introspección y la asociación libre, por parte del sujeto, y la hermenéutica o interpretación, por parte del psicólogo. El psicoanálisis de Freud es también una visión del mundo y del hombre que incluye interpretaciones del arte, la religión, la moral, etc. Es lógico que algunos autores no compartieran otros presupuestos de tipo filosófico; por ello, se separaron de la ortodoxia freudiana creando sus propias escuelas de psicoanálisis: los más conocidos son los pioneros Adler y Jung.
Gestalt
La escuela de la forma (en alemán Gestalt) estudia la experiencia perceptiva como totalidad organizada, no como una suma de elementos o sensaciones; por ejemplo, lo que se percibe es un objeto que aparece como algo inmediato y no como el resultado de una construcción realizada a partir de las sensaciones. Esto ocurre así en virtud de una forma que no se deriva de las sensaciones, sino que se impone a ellas porque es puesta por el propio sujeto o mente; esta forma o Gestalt dota de sentido a los elementos o sensaciones para que no sean simplemente una acumulación caótica. La Gestalt “toma prestado” de la filosofía el método fenomenológico: descripción sin prejuicios de lo que se experimenta tal como se experimenta, sin imponer interpretaciones. La fenomenología no excluye otros métodos como la observación y la experimentación.
Psicología Humanista y Existencialista
Se interesa por lo específico de la existencia humana, rechazando la reducción de esta a los aspectos objetivos, medibles y cuantificables. En cierta forma supone un regreso a la antigua concepción de la psicología como “saber del alma”, ya que recupera como una de sus tareas potenciar la dimensión espiritual, de la que forman parte el sentido de la existencia y la autorrealización personal. Los métodos utilizados son variados, aunque se da especial relevancia a la entrevista personal y a las dinámicas de grupo. Entre los representantes podemos citar a Maslow, Rogers y Viktor Frankl.