Pueblos Prerromanos. Colonizaciones Históricas: Fenicios, Griegos y Cartagineses
En primer lugar, en la península se asentaron los Tartessos (siglos IX-V a.C.). Fue una sociedad jerarquizada en la que su rey más importante fue Argantonio. Las pocas referencias que tenemos de esta sociedad son gracias a Herodoto, quien narró las relaciones comerciales griegas con los Tartessos, y también gracias a los restos encontrados en Huelva (minas de plata), Sevilla (Tesoro del Carambolo) y en Cáceres (Tesoro de Aliseda). Desaparecen en el siglo V, muy probablemente por la absorción de los Íberos.
Los Íberos se extenderán por el río Ebro, de ahí su nombre. Serán aculturales, recibirán influencias de fenicios, griegos y tartessos. No serán considerados Estado, sino un conjunto de pueblos que comparten cultura común. De su organización política destacar que solo existía monarquía en el sur (zona tartésica), que acuñaban su propia moneda, dominaban la falcata y que vivían de manera jerarquizada. De su cultura destacan los restos hallados en la península (Dama de Baeza y Dama de Elche).
Con estos compartieron península y época los Celtas, de pasado indoeuropeo y que ocupaban la zona norte. Al igual que los Íberos no eran considerados Estado, la diferencia reside en que los Celtas vivían en tribus compuestas de clanes familiares y eran gobernados por aristocracias guerreras. Eran un pueblo bélico, y por tanto, se da la cultura de los castros (murallas defensivas).
Por otro lado, se dieron colonizaciones históricas. En primer lugar, los Griegos, quienes en el 800 a.C. fundan Gadir (Cádiz) y en ella una factoría para comerciar en la península y traen consigo el alfabeto y un mejor trabajo del hierro. En el siglo VIII comienza el declive hacia Cartago. Los Cartagineses asumirán este poder y crearán sus colonias más importantes en Ibiza y Cartagena (Cartagonova). Los Cartagineses entrarán en guerra con los Romanos (Guerras Púnicas). Solo la segunda se dio en la península del 218 al 201. Publio Cornelio Escipión (Roma) lucha contra Aníbal (Cartaginés), quien pierde y no evita que los Romanos se expandan por la península. Mientras, los Griegos crean dos colonias: Rosas y Emporion. Se dedican al comercio y acuñan su propia moneda y crean una ceca. Contribuyen con nuevos cultivos (olivo, vid) y animales domésticos (asno, gallina).
Conquista y Romanización. La pervivencia del legado cultural romano en la cultura hispánica
La conquista romana se divide en tres etapas. La primera comienza con las II Guerras Púnicas (218) y acaba en el 123 a.C. Se controla el sureste y se disputa el noroeste con los Íberos, con los que se luchará tribu a tribu. Se darán las Guerras Lusitanas (154-137 a.C.) en las que Galba (Roma) luchará contra Viriato (Celtíbero), quien será vencido. A su vez se darán las Guerras Celtíberas (154-133) cuando se asediará Numancia por parte de Escipión Emiliano (Roma). En el 123 se ocupan las Baleares y dará comienzo la segunda etapa, donde se frenará la conquista por la Guerra Civil Romana, César luchará contra Pompeyo por el poder. La tercera etapa abarcará del 29 a.C. al 19 a.C. Se logrará someter al norte y conquistar toda la península. Intervendrá Augusto, que dirigirá las tropas para acelerar la conquista y ordenará la creación de legiones permanentes en León y Astorga por las posibles revueltas. La península se dividirá en Ulterior (sur de España) y Citerior (noreste de España). En el 27 a.C. esto se abole y se reestructura en Lusitania (Portugal), Bética (Andalucía y Extremadura) y Tarraconensis. Esta última pasará a convertirse en Tarraconensis, Gallaecia y Cartaginensis (Balerica se separará de Cartaginensis en el 397 d.C.). Durante estos 800 años cabe destacar el Edicto de Vespasiano (72 d.C.) donde las ciudades hispánicas reciben el estatuto de municipio latino, se oficializa la romanización. La ciudad es la unidad político-administrativa básica en el sistema romano. En función de las actuaciones de estas en la conquista de la península se les da dos estatus a las ciudades: estipendiarias (pagan impuestos) y colonias (tienen privilegios). Los romanos eran politeístas, pero en el año 313 con el Edicto de Milán, se admite el politeísmo y el cristianismo. En el 380, Teodosio I el Grande con el Edicto de Tesalónica impone el cristianismo como religión oficial. En cuanto a la herencia romana destacan los vestigios conservados hasta hoy como el Acueducto de Segovia, el Derecho Romano, el latín o algunas personalidades nacidas en Hispania como Trajano, Adriano y Teodosio (emperadores) y Séneca (filósofo) o Lucano (historiador).
Las invasiones bárbaras. El reino visigodo: instituciones y cultura
En el 409 Alarico I saquea Roma y establecerá su reino al sur de Francia. Entre el 479 y el 554 colocará su capital en Tolosa, pero la presión de los Francos les obligará a huir hacia la península, donde serán el pueblo más poderoso y someterán a los demás, expulsando a su vez a los Vándalos, quienes huirán hacia el norte de África. Los Suevos pactarán con los Visigodos, que mantendrán sus tierras a cambio de someterse voluntariamente. Atanagildo, establecerá la capital del reino en Toledo. Leovigildo, seguirá un proceso de unificación territorial y política. Recesvinto se encargará de la unificación legal y escribirá el Libro de los Jueces. En el 711 los musulmanes someterán a los visigodos cuyo último rey fue Don Rodrigo. Los visigodos estaban gobernados por un rey, pero existían varias instituciones para gobernar. El Officium Palatino era un conjunto de nobles con cargos en palacio y algunos formaban parte del Aula Regia, quienes asesoraban al monarca de temas administrativos, militares y de justicia. El Concilio de la Iglesia se encargaba de legislar a través de los edictos, pero el paso del arrianismo se dará gracias al III Concilio de Toledo en el 589. En la cultura destacarán San Leandro, que creará una escuela en Sevilla donde enseñará el Trivium y el Quadrivium y San Isidoro de Sevilla que escribió Historia de los reyes godos y Etimologías.
Evolución política: conquista, emirato y califato de Córdoba
En el 710, muere Witiza, rey visigodo que quería cambiar el sistema electivo para que su hijo, Agila, heredase el poder. Don Rodrigo, el otro candidato, sale elegido y se produce una guerra civil que gana D. Rodrigo. Agila pide ayuda a Tarik (gobernador musulmán del norte de África), que acepta y en el 711 desembarcará en la península, produciéndose la batalla de Guadalete donde muere D. Rodrigo. En el 715 los musulmanes habrán conquistado la península excepto las montañas del norte. Tarik (bereber), era la mano derecha de Musa (árabe) con quien tendrá un pequeño enfrentamiento. Su manera de conquista era mediante la violencia o mediante acuerdos de sometimientos. En esta primera etapa de 711 a 756 el emirato era dependiente, dependía tanto del califa políticamente y religiosamente. En esta época de emirato dependiente se produce la escaramuza de Covadonga en el 722, donde un grupo de cristianos derrotará a un grupo de musulmanes, que hará que los cristianos vean posible la expulsión de los musulmanes. Los musulmanes llegarán hasta Poitiers donde se dará una batalla y serán frenados por Carlos Martel, que les hará retroceder hasta los Pirineos. En el 756 el emir se independiza del califa debido a enfrentamientos internos entre árabes y bereberes y a la revolución abasí, en la que Abderramán I huirá en el 756 del golpe de estado de los Omeyas y huye con sus seguidores hacia la península, donde se hará con el poder y se declarará emir independiente. Córdoba se convierte en la capital y seguirá habiendo pequeñas revueltas internas, por las cuales desprotegen el norte y los cristianos se harán con esos territorios. En el 929 Abderramán III se proclama califa. Acabará con las luchas internas, frenará a los cristianos en Valdejunquera, conquista Ceuta y construirá Medina Azahara (ciudad califal). Su sucesor, Al-Hakam II destacará por su pacifismo. El tercer califa, Hisham II, delega su poder en Almanzor, que será el visir y quiere recuperar la península, pero muere en la batalla de Calatañazor en el 1002. En el 1031 habrá una guerra civil que dará paso a los reinos taifas.
Al-Andalus: la crisis del siglo XI. Reinos de taifas e imperios norteafricanos
Los reinos taifas fue un mosaico de pequeños reinos en los que fue dividido el califato de Córdoba. Debido a la pérdida de poder pagaban unas parias a los cristianos para no ser invadidos. Las taifas se dividen en tres etapas. La primera del 1031 al 1086, interrumpida por la entrada en la península de los almorávides que consiguen una victoria destacada en Sagrajas (Badajoz), pero que por diversos problemas tienen que volver a África en el 1145 y durante los dos próximos años volverán las taifas hasta el 1147 cuando los almohades entran en la península. En el 1212 perderán contra Alfonso VIII, que será ayudado por todos los reyes cristianos, excepto el de León, en Navas de Tolosa. Los almohades gobernarán hasta el 1232 que retornarán las taifas hasta 1238, cuando serán invadidas por los cristianos. Del 1238 al 1492 se mantendrá el reino nazarí de Granada gracias a las luchas internas de los cristianos y al pago de parias.
Al-Andalus. La organización económica y social
La organización económica solo sufrió mejoras. La agricultura mejoró con las técnicas del regadío. Además se potenciaron los cultivos existentes y se trajeron nuevos como el algodón o la caña de azúcar. Se mejoró la orfebrería, el trato del vidrio y cuero, la industria textil, la construcción de navios, se crearon rutas comerciales por el Mediterráneo y por Europa, la ruta del oro, por ejemplo, de Sudán a Córdoba, ayudó a que el dinar de oro y el dirham de plata se revalorizasen y se convirtiesen en las monedas más valiosas. A su vez se daba una diversidad étnica y religiosa muy amplia donde los árabes eran la minoría dirigente que vivía en latifundios del valle del Guadalquivir y los bereberes que eran la mayoría de los musulmanes, ocupaban cargos militares. Se daban otras minorías como los eslavos, expertos financieros y militares que ostentaban cargos importantes y los judíos, grandes economistas. La mayoría cristiana era protagonizada por los hispanovisigodos que se dividían en dos tipos: muladíes (cristianos convertidos al islam) y mozárabes (cristianos no convertidos al islam). Dentro de esta organización se daban distintos grupos sociales. La jassa (aristocracia) formada por árabes y algún hispanovisigodo era la que acumulaba el poder. El ayan estaba compuesto por la burguesía y la formaban algún árabe y algún eslavo y en su mayoría por hispanovisigodos y bereberes. La amma eran las masas populares, la gran mayoría de la población. Además destacar la situación de inferioridad de la mujer.
Al-Andalus. El legado cultural
Córdoba será el centro cultural europeo. Tendrá 100.000 habitantes, solo serán equiparables Londres o París. Como filósofos destacan Maimónides, que no será musulmán pero realizará su labor en territorio musulmán, Avempace y Averroes. En literatura Ibn Abd Rabbih escribe El Collar. Ibn al-Qutiyya destacará como historiador. Avicena será el mayor recopilador de saber médico. Las aportaciones musulmanas serán la lengua árabe, el sistema de numeración indio (describe la nada, el número 0) y la enciclopedia médica y quirúrgica.
La mezquita y el palacio en el arte hispano-musulmán
Entre los siglos VIII y XV el arte hispano-musulmán sufre una evolución ligada a los acontecimientos históricos. Por ejemplo, no se dan obras figurativas hasta el reino nazarí, que rechaza la consideración idolatrica que poseían. El edificio más representativo de este arte es la Mezquita de Córdoba, que fue construida por Abderramán I, que fue ampliada en muchas ocasiones y donde destacará su mihrab. En la arquitectura civil sobresale Medina Azahara, que la construyó Abderramán III, aunque durante la guerra civil del califato fue destruida. Actualmente conservamos el palacio de la Alhambra (Granada) de la que destaca la armonía entre el entorno natural y la arquitectura de esta. También se conservan el palacio de Comares y el Generalife.
Los reinos cristianos en la Edad Media: los primeros núcleos de la resistencia (siglos VIII-X)
La campaña bélica se dividirá por reinos, que lucharán de manera independiente. En primer lugar, el reino astur, cuya esperanza reconquistadora empezó con la escaramuza de Covadonga (722), dirigida por Don Pelayo. A partir de esta batalla los cristianos formarán un estado con capital en Cangas de Onís, que pasará a Oviedo en 739 por Alfonso I. Desde este momento hablamos del reino astur como un estado. Durante el siglo VIII intentan ampliar su territorio por el Ebro debido a la ausencia musulmana pero lo conseguirán en el siglo IX. Alfonso II (791-841) encontrará los restos del apóstol Santiago y se creará el Camino de Santiago, que ayudará a fomentar la población y defender este territorio por peregrinos. En el siglo X la capital estará a caballo entre León y Oviedo. García I será quien cambie la capital a León y durante esta época Almanzor avanzará recuperando terreno, la única victoria asturiana se dará en la batalla de Simancas por Ramiro II y el reino se intenta dividir en reino de Galicia (Ordoño I) y en el condado de Castilla en el 920 (Fernán González). El reino de Pamplona comienza en el 778 con la victoria en Roncesvalles contra Carlomagno, una batalla moralizante para los habitantes del reino. En el 905 comenzará oficialmente el reino de Pamplona con el primer rey, Sancho Garcés. En 943 García Sánchez I (Navarra) se casa con Andregoto Galíndez (Aragón). Durante unos años Aragón y Pamplona se unificarán. El rey más importante será Sancho Garcés III que morirá en el 1035, habiéndose acumulado todos los reinos cristianos y autoproclamándose “rey de las Españas” y repartiendo sus territorios a sus hijos. Dividirá su reino de la siguiente forma: a García Sánchez II le otorga Navarra, p. Vasco y La Rioja, a Fernando I, el reino de Castilla, a Gonzalo el condado de Sobrarbe y Ribagorza y a Ramiro, el reino de Aragón. Del reino de Aragón, su primer conde será Aznar Galíndez y podríamos decir que con él comienza los condados aragoneses en el 808, con los territorios del valle de Hecho y Canfranc, con capital en Jaca. En 943 se incorpora a Navarra por el casamiento de conveniencia de Andregoto y García Sánchez, ya anteriormente citado. Ramiro I será el primer rey de Aragón y anexionará Sobrarbe y Ribagorza además de invadir a su hermano Gonzalo. En el siglo IX se forman los condados catalanes. En el siglo X Carlomagno los conquista y crea la Marca Hispánica para defender las fronteras de su reino. Wifredo, unifica los condados, poniendo a Barcelona como capital. Borrell II se independizará de los carolingios en el 948. En el 1137 Cataluña y Aragón se unifican mediante el casamiento de Ramón Berenguer IV (Barcelona) y Petronila (Aragón).
Los reinos cristianos en la Edad Media. Principales etapas de la Reconquista
Dividiremos en tres etapas la Reconquista. La primera abarca desde el 711 al 1035, comenzará con el desembarco musulmán en la península y predominarán en ella. Se darán las escaramuzas de Covadonga y Roncesvalles que motivarán a la población cristiana, que estará a la defensiva y ocupa territorios desocupados. La segunda etapa comenzará en el 1035, los cristianos estarán a la ofensiva y se retomarán los territorios del Ebro y se tomará Tortosa y Lérida por Ramón Berenguer. El Tajo y el Guadiana serán tomados por Alfonso I de Portugal (siglo XII) y Alfonso IX de León (siglo XIII), respectivamente. El Turia lo tomará Jaime I, a mediados del siglo XIII. En 1212 se dará la batalla de Navas de Tolosa, donde se conseguirá expulsar a los almohades y durante esta etapa se produce el Tratado de Tudilén y Cazola, donde se establecen fronteras entre territorios en el siglo XII y acabará en el 1238, que comenzará la tercera etapa. Los musulmanes se verán reducidos al reino nazarí de Granada, que pagará parias por no ser invadido. Se firmará el Tratado de Almizra (1244) Alfonso X el Sabio y Jaime I pactarán que Castilla se ocupa de la Reconquista y Aragón, solo se preocupa de su expansión. La Reconquista comenzará a finales del siglo XIII con la toma de Tarifa, aunque será ralentizada por problemas internos. En 1492 se toma Granada y cae Boabdil, que firmará la capitulación de Santa Fe el 1 de enero de 1492.
Los reinos cristianos en la Edad Media. Las formas de ocupación del territorio y su influencia en la estructura de la propiedad. Modelos de repoblación y organización social
Durante esta época se da un régimen feudal, la propiedad está en manos de la nobleza y el clero (señorío territorial). En algunos casos también existía señorío jurisdiccional. El trabajo lo realizan villanos y siervos. Para la repoblación se dieron diferentes modelos. El primero fue el de la plana de Vic (siglo IX), que tenía dos formas de conquistas, el aprisio-presura (apropiación de las tierras ocupadas) y la carta-puebla (concesión de privilegios del rey). Otra manera era mediante la creación de monasterios (Santa María de Ripoll) dado que los monasterios requerían una serie de personas para mantenerlo, se formaba una población alrededor. Aparece la figura de vizconde, que es el delegado del conde que controla que los acuerdos se cumplan. La repoblación de la cuenca del Duero (siglos IX-X) fue esporádica en principio, ocupando tierras abandonadas, pero más tarde, el rey dirigirá esta reconquista mediante el método de presura, y esto conllevará la aparición de campesinos libres, que no dependían de nobles. Por último en el centro, se organizan a través de concejos que poseerán fueros propios, que algunos como los de Navarra se conservarán hasta la actualidad, algún ejemplo de esto es Sepulveda y sus fueros (1076). En el reino de Castilla, habrá escasez de repobladores y se darán latifundios y en Aragón se dará el caso contrario. Surgirán las órdenes militares (Alcántara, Calatrava) que se encargan de la defensa y de fomentar la repoblación en la Mancha.
La sociedad estaba dividida en nobleza, clero, burguesía y campesinado. La nobleza se dividía a su vez en alta y baja. La alta, conocida como ricos hombres en Castilla y barones en Aragón, que poseían grandes extensiones de tierra y tenían el señorío (jurisdiccional o territorial), o solariego si el noble era religioso. En 1505 se redactan las Leyes de Toro, que perpetúa la propiedad en la familia (mayorazgo). La baja nobleza solían ser los últimos hijos de la nobleza, no tenían propiedades, pero sí privilegios. En el clero también existían varias divisiones: el clero secular (que no vivían en comunidad) y regular (que vivían en comunidad) y en alto clero y bajo clero. El rico clero eran ricos hombres o barones y cuyos señoríos eran episcopales. En el bajo clero, mantenían algunos escasos privilegios, eran muy cercanos a los laboratores. El clero recibirá grandes donaciones, pero su mayor capital lo sacará del diezmo (reciben el 10% de la cosecha) debido a las cruzadas y la cercanía del año mil. El campesinado era la mayor parte de la población y eran los que trabajaban la tierra. Existían dos situaciones: soportable e insoportable. La primera se daba en tierras de realengo y los campesinos eran libres, sin embargo, en las segundas, las tierras pertenecían a los nobles y los campesinos también. En la remença se vivió una revuelta del campesinado debido a su situación. Incluso debían pagar por su libertad. Los más acomodados del tercer estado era la burguesía, que se dedicó a la artesanía y al comercio. En los siglos XII y XIII producirán revueltas para tener delegados en las cortes y autonomía en los gobiernos de concejos entre otras cosas. Del siglo XIV al XV se dieron conflictos internos, se divide el patriciado (alta burguesía) y el común (baja burguesía) además del conflicto de la Busca y la Biga.
Diversidad cultural en los reinos cristianos en la Edad Media: cristianos, musulmanes y judíos
El desarrollo cristiano se dará entorno a los monasterios, que son fuente de cultura (San Millán de la Cogolla). La mayor fusión se dará en el este, donde habrá una mayor influencia musulmana. Se darán traducciones árabe-latín y será el único lugar en Europa donde se dé. El castellano será el idioma oficial, debido a que encabezó la Reconquista (los textos más antiguos hallados) y se escribirán obras como el mester de clerecía (culto, Gonzalo de Berceo) y mester de juglaría (popular, Cantar del mío Cid). En la escuela de traductores de Toledo (siglo XI) se tradujeron los textos antiguos a idiomas modernos. Además, surgirán las primeras universidades no ligadas a la religión (Palencia, 1212). El Camino de Santiago se convierte en una ruta clave en la difusión cultural. Destacan las figuras de Alfonso X, el Sabio en el siglo XIII, que declara el castellano como lengua oficial y escribe algunas obras como las Cantigas de Santa María (en gallego) y el Código de las 7 Partidas (sistema legislativo para Castilla) y Ramón Llull, que dominará el árabe, catalán y provenzal y escribirá el Libro de contemplación en Dios. Durante los siglos XIV-XV, los judíos sufren una persecución, dado que se dedican al préstamo. Se da una crisis en el siglo XIV y por esto se les perseguirá. Surgen los progromos (grupos de cristianos que persiguen a los judíos). Son expulsados en 1492 pero algunos se convierten al cristianismo. Los expulsados se denominarán sefardíes, que han conservado el castellano antiguo hasta hoy.
Los reinos cristianos en la Edad Media: manifestaciones artísticas
Es, básicamente, religioso y didáctico. Se extienden cinco grandes corrientes, dos externas (románico y gótico) y tres internas (asturiano, mozárabe y mudéjar). Del siglo VIII-IX el arte asturiano empleará arcos de medio punto y bóvedas de cañón (Santa María del Naranco). En el siglo X, en el arte mozárabe, las iglesias construidas por mozárabes, eran construidas usando materiales pobres como el ladrillo y los arcos de herradura (San Miguel de Escalada, en León). El románico penetró con la orden de Cluny por el Camino de Santiago y por el Pirineo catalán y coincidió con el cobro de parias, lo que permitió que se construyan grandes catedrales, era característico por el predominio de muros macizos, arcos de medio punto y bóvedas de cañón con contrafuerte, algunos ejemplos son el monasterio de Ripoll (Cataluña) y San Isidoro de León (Castilla). Entre los siglos XIII-XIV se desarrolla el gótico, un arte burgués, símbolo de nuevos tiempos y difundido por los monjes benedictinos. Buscará la luminosidad, la verticalidad y poseerá numerosos arcos ojivales, bóvedas de crucería, arbotantes y vidrieras, destacará la catedral de León. Del siglo XII-XV se dará el mudéjar, y tendrá dos influencias: la cristiana, donde se construirán iglesias como las románicas y las góticas, y la musulmana, que se utiliza el ladrillo como formas decorativas del arte islámico, como el ataurique. La principal representación son las torres campanarios basado en los alminares musulmanes.
Los reinos cristianos en la Baja Edad Media. Organización política e instituciones de Castilla y de la Corona de Aragón
A partir de 1037, con Fernando I, Castilla se convierte en Castilla y León, y durante los próximos años habrá inestabilidad, pero la unión definitiva se dará en el 1230 con Fernando III. Alfonso X durante el siglo XIII escribirá las 7 Partidas, para legislar todo Castilla, aunque perderá poder con la nobleza. Alfonso XI intentará retomar la idea de Alfonso X y la impulsa en 1348. En 1369, se iniciará la dinastía de Trastámara, con Pedro I, que matará a su hermano. Más tarde, Juan I, pretende unir Portugal, pero es vencido en Aljubarrota (1385) y el señorío de Vizcaya se adhiere a Castilla. Enrique IV morirá en 1474 con una hija, que será acusada por Isabel, su hermanastra, de no ser su hija. En cuanto a sus instituciones, el rey poseerá mucho poder y poseerá una corte compuesta de un mayordomo (política), notario (economía), el Consejo Real (asesores) y la chancillería (tribunal supremo de Castilla). También existirán las Cortes, donde se reunirán los representantes de los estamentos (menos el campesinado) y se decidía sobre peticiones e impuestos. La Corona de Aragón comenzará en el 1137, con el matrimonio entre Ramón Berenguer IV y Petronila. Jaime I conquistará por el Mediterráneo. En el 1410 se extingue la dinastía reinante con la muerte de Martín I sin descendencia. En 1412 se decide el sucesor de Martín I que será Fernando de Antequera (Trastámara). A su vez los sucesores de este, son Alfonso V (que impulsará el desarrollo en el Mediterráneo). Juan II (que afrontará dos guerras civiles) y Fernando II (que será el esposo de Isabel la Católica). Las instituciones aragonesas se diferencian de la castellanas en que están descentralizadas y el rey tendrá menos poder (pactismo). Las instituciones más importantes serán las Diputaciones del General, que existirá una por región y adquirirán importancia al reunirse permanentemente para tratar los problemas de sus regiones. La Justicia Mayor, será el órgano superior de justicia legal. Las Cortes Generales serán iguales que en Castilla, apenas tendrán importancia porque se reunirán esporádicamente.