El Teatro de Lorca: Entre la Tradición y la Vanguardia

Federico García Lorca y el Teatro Anterior a 1936

Durante los años veinte, solamente Galdós había conseguido llevar al escenario un teatro con el necesario pulso social y existencial.

En 1922, Lorca escribe su primera obra madura, Tragicomedia de don Cristóbal y la señá Rosita. Ese año recibía el Premio Nobel Jacinto Benavente. Ambos acontecimientos son antitéticos: el nacimiento de un gran dramaturgo y la consagración universal del paradigma del teatro conformista.

Etapas y Evolución del Teatro de García Lorca

El universo dramático de Lorca surge del conflicto entre autoridad y libertad.

Etapas en la Obra de Lorca:

  1. Se enfrentan valores individuales.
  2. Compiten fuerzas sociales.

Primeras Obras:

  • Los primeros dramas nacen emparentados con el espíritu del teatro modernista: El maleficio de la mariposa y Mariana Pineda.
  • Las farsas para guiñol son un teatro popular con un propósito didáctico; tienen importancia como manifestación del sentido popular.
  • Las comedias irrepresentables, “los misterios”, constituyen una ruptura con su teatro anterior y posterior. Están calificadas como surrealistas. Continúan con temas y técnicas ya experimentados, pero de una forma nueva. La denominación de “misterio” responde a las peculiaridades de su estructura, construida sobre tres niveles:
    1. La rivalidad cotidiana, caracterizada por sus paradojas y máscaras.
    2. El subconsciente, donde desaparecen las máscaras y nos encontramos con la verdadera realidad de los instintos, mitos, sueños y pesadillas, constitutivos de la profunda esencia del ser.
    3. La realidad, pero vista a una nueva luz, después del “descenso a los infiernos” que supone discurrir del drama en el segundo nivel.
  • Las tragedias andaluzas, trilogía que no pudo acabar al ser asesinado. Lorca parte de su realidad, pero llevada a escena de manera poética y trágica (Bodas de sangre y Yerma).
  • Los dramas: Doña Rosita la soltera y La casa de Bernarda Alba.

Realidad y Poesía en la Obra de García Lorca

Nos ponemos en contacto con la vida de un pueblo, con sus incidentes y sus comadreos, con las faenas del campo o las labores domésticas o el noviazgo aldeano con la petición. El mismo ambiente de la casa está perfectamente sugerido.

Lo realista queda trascendido sustancialmente. El realismo es compatible con la desmesura, con la exasperación, desde el planteamiento hasta la intensidad de las pasiones, pasando por la hiperbólica figura de la misma Bernarda.

La realidad aparece transfigurada en un prodigio de arte.

Temas en La Casa de Bernarda Alba

La obra desarrolla una apasionada historia amorosa y censura la hipocresía y falsedad de los personajes. Predomina el tema del enfrentamiento entre dos actitudes vitales y dos ideologías: la actitud que defiende una forma de vida dominada por las apariencias, las convenciones sociales y la moral tradicional basada en el autoritarismo; y la actitud que proclama la libertad del individuo para pensar, opinar y actuar.

Autoritarismo vs. Libertad

(Ya explicado anteriormente)

La Situación de la Mujer

Lorca denuncia la marginación de la mujer en la sociedad de su época. Enfrenta dos modelos de comportamiento femenino: el basado en una moral relajada (Paca la Roseta) y el basado en una determinada concepción de la decencia, a la que Bernarda somete a sus hijas.

Las mujeres del primer grupo llevan una vida aparente de libertad. Pero Paca es condenada moralmente y repudiada por la opinión de los vecinos. El comportamiento femenino basado en la honra y en la herencia aparentes discrimina a la mujer en beneficio del hombre.

Se distingue el trabajo de los hombres y mujeres: los primeros trabajarán en el campo, mientras que las mujeres cuidarán de la casa. Se alude a la desigualdad de hombres y mujeres ante la ley. Mientras que a la mujer le está prohibida cualquier inclinación o impulso amoroso, al hombre le está permitido mantener relaciones extramatrimoniales. Las hijas de Bernarda protestan por esta marginación de la mujer.

Hay que añadir el drama de estas mujeres encerradas, que se concreta en la ausencia de amor en sus vidas y el temor de permanecer solteras. El dominio tiránico de Bernarda impide cualquier posibilidad de que éstas entablen una relación.

Bernarda alejó, por medio de engaños, a Enrique Humanes y prohibirá la entrada de los hombres en su casa. Sus hijas han perdido toda esperanza de encontrar marido.

El ambiente asfixiante, las relaciones de odio y envidia entre las hermanas, la imposibilidad de manifestar el amor y la pasión permiten únicamente dos salidas: el suicidio de Adela y la locura de María Josefa.

La Sociedad Española de la Época

El escritor se acerca a la miseria que se vive en pueblos y ciudades de España, como Andalucía, y escribe el drama de sus mujeres, sacrificadas por la ausencia de los hombres que se han marchado a las ciudades.

A lo largo de la obra, Lorca pone de manifiesto las tensiones de la sociedad de su época. Denuncia la injusticia y las diferencias sociales (la Poncia, la Criada y la Mendiga), la conciencia y orgullo de clase (Bernarda) y la crueldad que preside las relaciones de la sociedad.

Encontramos un testimonio y una crítica de cierto tipo de sociedad patriarcal: de la infelicidad y del sufrimiento que esa sociedad provoca. La obra nos muestra con detalle cuál es el papel asignado a la mujer.

“Pueblo sin río, pueblo de pozos”, en palabras de Bernarda, equivalen, en lenguaje de Lorca, a una vida estancada, paralizada y potencialmente fatal. Si ese pueblo, en singular, se incluye en el plural del subtítulo, quizá podamos preguntarnos si no está refiriéndose a una España aislada, cerrada al resto del mundo por “muros gruesos”, a una España empeñada en permanecer fiel a una tradición ya moribunda, queriendo perseguir unos ideales que han funcionado en el pasado, pero de imposible resurrección en el presente.