Proceso de Integración Europea: Historia y Evolución

El Proceso de Integración Europea

El proceso de integración europea comenzó después de la Segunda Guerra Mundial para evitar otra guerra. Los primeros pasos fueron económicos, seguidos de acuerdos de cooperación política. En el siglo XX, Europa se consolidó y amplió. Tras la crisis económica de 1992, el Tratado de Maastricht superó la concepción económica de la Unión, y el Tratado de Ámsterdam (1997) planteó nuevas propuestas de unidad económica y política. La introducción del euro marcó un nuevo capítulo en la historia de Europa. La admisión de nuevos países ha expandido la Unión Europea hacia el Este, construyendo un verdadero proceso de unificación.

Los Comienzos de la Unión Europea

La unidad europea, tanto económica como política, ha transformado la vida de sus ciudadanos y el escenario internacional. Sus orígenes se hallan en la reconciliación franco-alemana y la necesidad de integrar las economías nacionales. La idea de integración se generalizó tras la Segunda Guerra Mundial, que evidenció la debilidad de Europa, dividida en dos bloques.

Los países de Europa Occidental, arruinados, necesitaban agruparse para reconstruir sus economías y enfrentar la amenaza soviética. El Plan Marshall impulsó este proyecto.

El Proceso de la Construcción Europea

Las iniciativas económicas fueron cruciales. En 1948, se fundó la Organización Europea de Cooperación Económica (OECE) para coordinar las inversiones del Plan Marshall. El Consejo de Europa (1949), la primera entidad supranacional, tuvo una influencia simbólica, promoviendo la idea europeísta y defendiendo las libertades. En 1950, elaboró una convención europea de derechos humanos.

La Comunidad Económica del Carbón y del Acero (CECA), embrión de la actual Unión Europea, se creó en 1951 (Francia, Italia, República Federal Alemana y Benelux) para avanzar en la integración económica. El éxito de la CECA fomentó la cooperación, pero Gran Bretaña se opuso.

De la Europa de los Seis a la Europa de los Doce (1957-1985)

El Tratado de Roma (marzo de 1957) creó la Comunidad Económica Europea (CEE) y la Comunidad Europea de la Energía Atómica (EURATOM). Sus objetivos: mercado común (eliminación de aduanas internas, unificación arancelaria, libre circulación de personas, servicios y capitales, Política Agrícola Común (PAC), política común de transportes y creación del Fondo Social Europeo). Surgió la Europa de los Seis.

Paralelamente, se creó la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA). El éxito de la CEE llevó al ingreso de Reino Unido, Dinamarca e Irlanda en 1973 (Europa de los Nueve). El Tratado de Roma (1968) estableció la PAC, y la cumbre de París (1972) reforzó la integración política (elección del Parlamento Europeo).

Grecia (1981), Portugal y España (1986) se unieron (Europa de los Doce). La reunificación alemana (1990) amplió la CEE. Se trazaron planes para la unidad política (Parlamento Europeo, Tribunal de Justicia, Comisión Europea).

El Tratado de Maastricht: Hacia la Europa de los Quince

El Tratado de Maastricht (1992), en vigor en 1993, planteó la necesidad de superar el “mercado común” hacia la “unidad europea” (política exterior, económica y social). La CEE se convirtió en la UE. Objetivos: Unión Monetaria (euro), política exterior y de seguridad común, ciudadanía de la Unión, fondos de cohesión y colaboración en justicia.

Referendos en Dinamarca y Francia mostraron desconfianza hacia la unificación. En 1995, Suecia, Finlandia y Austria se unieron (Europa de los Quince).

Del Tratado de Ámsterdam a la Europa de los Veintisiete

El Tratado de Ámsterdam (1997), en vigor en 1999, concretó ideas de Maastricht. Se ampliaron los poderes del Parlamento Europeo, se promovió una política común de empleo, una política exterior y de seguridad común (creación del Alto Representante), la libre circulación de personas y capitales (Acuerdo de Schengen), políticas medioambientales y sociales, y la lucha contra la discriminación.

En 1997, se planteó la admisión de países ex-comunistas, lo que generó problemas. El euro se introdujo en 2002. El Tratado de Niza (2001) reformó las instituciones y las mayorías cualificadas.

En 2004, Chipre, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Malta, Polonia y República Checa se unieron. Bulgaria y Rumania se adhirieron en 2007 (Europa de los Veintisiete). Croacia negoció su ingreso; Macedonia, Serbia, Bosnia, Montenegro y Albania se prepararon, mientras que la candidatura de Turquía generó controversia.

El Proceso de Integración Política e Institucional: Avances y Problemas

Las ampliaciones causaron dificultades en la integración y las políticas comunitarias. En 2005, la constitución europea fracasó. La falta de instituciones adecuadas limitó la política europea común. En 2007, se aprobó el Tratado de Lisboa, firmado en diciembre de 2007, para fortalecer las instituciones y la presencia de la UE en el mundo.