La Novela Española de Posguerra
A) Los Inicios
Tras la Guerra Civil, la novela española experimenta una transformación. Algunos autores relevantes de este periodo son:
Ramón J. Sender
Sus obras se encuentran en una tendencia realista y social. El tema de España y la muerte ocupan gran parte de su producción literaria.
Rosa Chacel
Se caracteriza por un gran cuidado estético. (Influencia de Ortega).
Max Aub
En sus obras, el tema principal es el hombre, como ser social, político y moral. Algunas obras: La calle de Valverde, Juego de cartas…
Francisco Ayala
Su visión amarga y pesimista de la realidad le lleva a escribir novelas de corte moralista. En ellas pretende reflejar los vicios del hombre contemporáneo y criticar aspectos políticos y sociales desde una perspectiva humorística. Muertes de perro y El fondo del vaso son sus obras más significativas.
B) La Novela de Posguerra (Continuación)
Las dos publicaciones más importantes del momento son La familia de Pascual Duarte (1942) de Camilo J. Cela y Nada (1944) de Carmen Laforet. Estas novelas suponen una ruptura con la literatura oficial y un testimonio de una existencia desoladora y conflictiva. Recogen la tradición realista de la literatura española, aunque cada una desde un planteamiento distinto. En su obra, Cela se inclina por el tremendismo al abordar los aspectos más desagradables de la realidad, mientras que Laforet plantea una existencia vacía ubicada en la miseria de la posguerra. Aunque la calidad de las novelas de este periodo es muy baja, destacan con fuerza los nombres que harán renacer el género.
Camilo José Cela
Es sin duda el autor que ha despertado un mayor interés a nivel nacional e internacional (Premio Nobel de Literatura en 1989). Desde una imagen provocadora e inconformista, plantea una obra extensa, desigual e innovadora. Sus novelas buscan continuamente nuevas formas narrativas y expresivas. La colmena (1951) es su obra más sobresaliente; en ella, y sin apenas argumento, más de trescientos personajes nos presentan la cara más desoladora de la España de posguerra. Dinero, hambre y sexo son las únicas preocupaciones de unos personajes alienados. Su estructura y perspectiva narrativa adelantan algunas innovaciones de épocas posteriores. Las consecuencias del planteamiento de Cela son:
- Presencia de un protagonista colectivo.
- Ausencia de un final preciso (es una novela abierta).
- Alcance social y existencial de la obra.
Miguel Delibes
Su primera novela es La sombra del ciprés es alargada, con elementos existenciales; sin embargo, será El camino (1950) la obra que muestre el especial estilo de este escritor: un estilo sobrio y sencillo con el que pretende plasmar el mundo rural castellano. Otras novelas son Las ratas, Diario de un cazador y Diario de un emigrante. Un tono crítico y de denuncia aparece en su mejor novela, Cinco horas con Mario (1966), en la que introduce grandes innovaciones en la técnica narrativa (monólogo interior, lenguaje coloquial, etc.). El mismo tono aparece en sus novelas, como sucede en Los santos inocentes (1981).
Gonzalo Torrente Ballester
La variedad de temas y de registros aparece en las obras de este autor. Los gozos y las sombras, La saga/fuga de J. B.
C) La Novela Social en los Años Cincuenta
La novela española renace gracias a una nueva generación de escritores que, junto a algunos anteriores, plantean una nueva concepción de la novela, tanto en temas (asumen un compromiso social en su obra, herencia ideológica de Sartre) como formal (la novela se convierte en un instrumento de denuncia). Las características principales son:
- La novela refleja la realidad española y es instrumento de denuncia de las desigualdades sociales.
- Presenta ambientes centrados en: la ciudad, el campo, la vida burguesa o el mundo obrero.
- El tratamiento formal se caracteriza por el objetivismo (se excluye el punto de vista del escritor), el predominio del diálogo, un protagonista colectivo, un desarrollo breve de la acción y reducidos espacios, y un lenguaje sencillo con frases cortas.
- Los temas: el mundo de lo cotidiano, la soledad y la incomunicación, y la visión crítica del pensamiento y la cultura de la época. Un ejemplo del último tema lo tenemos en El Jarama (1956) de Rafael Sánchez Ferlosio: en esta novela, un personaje colectivo muestra, a través de un argumento intranscendente, el hastío y la rutina de la sociedad del momento, retratado con una técnica cinematográfica y con una abrumadora presencia del diálogo y el análisis de las conductas de los protagonistas.
Muchos de los autores de la Generación del medio siglo (Juan Goytisolo, Ignacio Aldecoa o Luis Martín Santos) destacarán en la siguiente década al abandonar el contenido social y centrarse en los aspectos técnicos.