Generación del 27 y Rubén Darío: Poesía y Modernismo en España

Generación del 27: Etapas y Evolución

Etapas de la Generación del 27

En la evolución de la Generación del 27 como grupo poético se distinguen tres fases, que coinciden con el desarrollo de diversas circunstancias históricas en España:

Primera etapa: Poesía deshumanizada

Abarca los primeros años veinte, bajo la influencia de las vanguardias y de la poesía pura de Juan Ramón. Se caracteriza por la obsesión estética, que pretende conseguir la belleza total del poema, la depuración del lenguaje, la experimentación y la falta de sentimentalismo.

Por otro lado, se percibe el poso de la lírica tradicional, sobre todo en los primeros libros; buscan la perfección de los clásicos, en especial de Góngora, que les inspira profundamente durante algún tiempo.

Segunda etapa: Rehumanización de la poesía

A partir de 1928, las circunstancias históricas de España llevan a la mayoría de los autores a intervenir directamente en política; algunos se afiliaron a partidos políticos y colaboraron con iniciativas culturales de izquierda. Se inicia así un proceso de rehumanización bajo la influencia de Bécquer y el Surrealismo que da preferencia a los sentimientos humanos, se utilizan temas propios de este «ismo» y se elaboran imágenes insólitas. La influencia directa de Pablo Neruda y de César Vallejo fue relevante en el cambio de actitud de la generación.

Tercera etapa: Posguerra y Dispersión

Después de la Guerra Civil, el grupo se dispersa. Algunos poetas han muerto; otros permanecen en España tutelando a las nuevas generaciones de poetas y evolucionando, en algunos casos, hacia lo que se llamará después la poesía desarraigada, otros se exilian y reflejan en sus obras la nostalgia de una tierra perdida y lejana. La evolución personal de cada uno les encamina hacia estéticas muy distintas; no obstante, todos coinciden en retomar los temas humanos, ahora agudizados por el sufrimiento de la guerra y sus consecuencias inmediatas.

Rubén Darío: El Modernismo en Hispanoamérica

Rubén Darío: Representante del Modernismo

El nicaragüense Rubén Darío es el escritor más representativo del Modernismo, gracias a sus continuos viajes por Europa e Hispanoamérica mantuvo en estrecho contacto a la literatura hispánica de ambos continentes.

No llegó a publicar todos sus poemas en libros. De las diez obras que publicó a lo largo de su vida las más importantes son Azul, Prosas profanas y Cantos de vida y esperanza.

Obras clave de Rubén Darío

Azul (1888)

Azul es un libro en el que mezcla la prosa y el verso y con el que inicia su etapa modernista más brillante y formal. En una segunda edición del libro, 1890, añade tres cuentos y varias composiciones poéticas más, entre las que destacan una serie de sonetos. Aparece aquí por primera vez el tema indigenista y se incorpora el soneto en alejandrinos.

Prosas profanas (1896)

Su siguiente libro, Prosas profanas, supone la consolidación del Modernismo. Sus composiciones, de forma muy cuidada y aparentemente herméticas, están llenas de alusiones mitológicas, literarias y artísticas. Él mismo, en el prólogo de la obra, explica la razón: «veréis en mis versos princesas, reyes, cosas imperiales, visiones de países lejanos o imposibles; ¡qué queréis!; yo detesto la vida y el tiempo en que me tocó nacer».

Disminuyen en este libro el cromatismo intenso y los motivos exóticos y se incorporan temas nuevos, como el misterio del más allá, el sentimiento religioso, la vida y la muerte, el poeta y la creación artística.

Cantos de vida y esperanza (1905)

A partir de 1905, dará un giro a su obra con Cantos de vida y esperanza, libro en el que incorpora preocupaciones existenciales y patrióticas. Destacan algunos poemas de exaltación del espíritu hispánico y otros de inspiración religiosa. Una actitud introspectiva tiñe algunos poemas de tristeza y desazón por el paso del tiempo.

Obras posteriores

Sus últimos poemarios, Canto errante, Poema de otoño y otros poemas o Canto a la Argentina y otros poemas, son obras sin unidad temática, pues recogen composiciones de diversas épocas.

Estilo de Rubén Darío

Su estilo se caracteriza por la riqueza y variedad léxica, por la intensa adjetivación, por el uso del hipérbaton y por la presencia de figuras retóricas como aliteraciones, anáforas, personificaciones, sinestesias, metáforas, símbolos, etcétera. Busca la belleza y trata de ser preciso en la utilización de un léxico rico y variado que se refiere a nombres de flores, piedras preciosas, animales reales y mitológicos, personajes mitológicos y nombres geográficos. Utiliza extranjerismos, tomados del francés, del italiano y del inglés, reflejo de su actitud cosmopolita, y cultismos o neologismos acuñados por él. Algunos términos se cargan de significados simbólicos: el cisne, el azul, la hipsípila y la mariposa.