Teatro y Literatura del Barroco Español: Un Siglo de Oro

El Teatro desde sus Orígenes hasta la Comedia Nacional

Teatro Medieval y Renacentista

La producción dramática medieval conservada en Castilla es escasa. Durante el siglo XVI se produjeron hechos importantes que llevaron, en la centuria siguiente, a la creación de un teatro nacional, rico y variado. Nuestro teatro medieval cuenta con dos hitos fundamentales: el texto dramático castellano más antiguo y la obra de Manrique en la segunda mitad del siglo XV.

En el teatro renacentista se distinguen diversas tendencias: teatro religioso, clasicista, nacionalista con Juan de la Cueva y popular. Además, se cultivan subgéneros dramáticos como las églogas, autos y entremeses. Cervantes también cultivó el género dramático y sus principales obras son Numancia y Ocho comedias y ocho entremeses nunca representados, pero este tipo de teatro no llegó a triunfar.

El Teatro Barroco y la Comedia Nueva

El teatro barroco sí tuvo éxito gracias a la creación de la llamada Comedia Nueva. Las comedias barrocas se representaban en corrales, el teatro cortesano en palacio y al aire libre, y los autos sacramentales primero dentro de las iglesias y más tarde en carros.

La Comedia Nacional, creada por Lope de Vega, se caracteriza por:

  • La mezcla de lo trágico y lo cómico.
  • La ausencia de la unidad de tiempo y de lugar, pero sí se respeta la de acción como principio general.
  • La división en tres actos: planteamiento, nudo y desenlace.
  • El decoro dramático.
  • Dos temas principales: la honra y las acciones virtuosas.
  • Personajes tipo: la dama y el galán, el poderoso rey, el gracioso y el padre o hermano de la dama.

En el teatro barroco se pueden distinguir obras serias y otras cómicas, que se representaban junto a otras más cortas.

Lope de Vega y la Comedia Nueva

Lope de Vega cultivó en abundancia la Comedia Nueva. Entre sus obras destacan: Fuenteovejuna, El caballero de Olmedo (que está basado en una historia real), Peribáñez y el comendador de Ocaña y La dama boba.

El modelo lopesco fue continuado por Tirso de Molina, que incorporó elementos intelectuales en obras como Los hermanos parecidos. También cultivó la Comedia Nueva Calderón de la Barca, aunque tras su ordenación sacerdotal escribió obras para palacio y autos sacramentales como La vida es sueño, El médico de su honra y La dama duende.

La Poesía y la Prosa Barroca

Contexto Histórico y Características

A finales del siglo XVI, se inició en España una época de crisis económica y decadencia política y militar, que afectó a todos los ámbitos excepto el arte. De ahí que el Barroco sea considerado uno de los Siglos de Oro de nuestra literatura.

A pesar de la importancia del teatro, el Barroco cuenta con una producción lírica y narrativa destacada.

La Lírica Barroca

La lírica barroca mantiene rasgos de la renacentista, además de incluir otros nuevos. Así, temáticamente, sigue ocupándose del amor, vinculándolo a los mitos, pero lo trata también de forma burlesca y paródica, empleando un lenguaje complejo. Introduce también temas que tienen que ver con el desengaño y la conciencia de crisis. Métricamente, predomina la silva, pero se produce una revalorización del arte menor, especialmente el octosílabo. El estilo conserva recursos como la metáfora y el hipérbaton, y añade otros como las paradojas, las hipérboles y los oxímoros. Respecto a los principales cultivadores de este género, destacan Góngora, Quevedo y Lope de Vega.

  • Góngora practicó la poesía de arte menor. Escribió sonetos y sus poemas mayores: Fábula de Polifemo y Galatea y Soledades. El estilo gongorino se caracteriza por la dificultad, debido a las alusiones mitológicas, al uso de un léxico culto y a la acumulación de recursos retóricos.
  • La poesía de Quevedo es de métrica y temática variada. Predomina el soneto, y cultiva composiciones metafísicas y morales, satíricas y burlescas, religiosas y circunstanciales, y amorosas.
  • Lope de Vega crea tanto composiciones de arte menor como poesía italianizante.

La Prosa Barroca

En la prosa barroca se cultiva la narrativa de ficción y la intelectual, ambas con finalidad didáctica y moralizante y, a menudo, con tono satírico.

En la narrativa del siglo XVII se practicaron modelos renacentistas: la novela pastoril, la bizantina, la novela corta cortesana y, especialmente, la picaresca. Esta última fue fundada con el Lazarillo de Tormes, y, en el Barroco, una de las novelas principales es La vida de Guzmán de Alfarache, aparte de Historia de la vida del Buscón.

Los autores más relevantes de la prosa didáctica son Quevedo y Gracián.

  • Quevedo compuso obras políticas, filosóficas y satírico-morales. Una de sus composiciones más distinguidas es Sueños.
  • Gracián creó obras dirigidas a una minoría, y su finalidad es la enseñanza de normas basadas en la razón y la prudencia, para lograr la superación personal. Entre sus principales títulos se encuentra El Criticón.