Contexto de Nietzsche: Histórico, Sociocultural y Filosófico
Vida de Nietzsche
Federico Guillermo Nietzsche nació en Röcken, Sajonia, el 15 de octubre de 1844. Hijo de un pastor protestante y nieto de un eclesiástico, mostró desde joven un gran interés por la cultura clásica y la música. Mantuvo una estrecha relación con Wagner, que se rompería con la publicación de Humano, demasiado humano. En 1869, con 24 años, fue nombrado catedrático de filología clásica en la Universidad de Basilea, sin tener aún el título de doctor. La enfermedad que lo atormentaba desde la adolescencia no manifestó signos de demencia hasta diciembre de 1888, cuando comenzó a firmar escritos con nombres como “El Crucificado”, “Dios” o “Dionisos”. Este periodo culminó con un ataque en Turín. Falleció el 25 de agosto de 1900.
Marco Histórico
Durante el siglo XIX, Alemania se convirtió en una potencia europea gracias al progreso industrial y al aumento demográfico. En Europa, las revoluciones burguesas concluían y se creaban los Estados nacionales centroeuropeos. Este siglo presenció grandes revoluciones políticas y sociales, el declive del Antiguo Régimen y la consolidación de la revolución industrial. La sociedad estamental fue reemplazada por una sociedad capitalista de clases: la burguesía, dueña de los medios de producción, y el proletariado, que fue tomando conciencia de clase. Tras la unificación de Italia y Alemania, se produjo un auge de los nacionalismos y la expansión del colonialismo. Las naciones adoptaron constituciones democráticas, lo que Nietzsche veía como un síntoma de decadencia, al igual que el cristianismo, por propugnar la igualdad e impedir el desarrollo de personalidades críticas y autónomas. Nietzsche defendía la aristocracia frente a la democracia y criticaba el Estado y los nacionalismos. Propuso superar la idea de Estado y admiró a figuras como Napoleón, Goethe, Schopenhauer y Wagner, que vislumbraron una Europa unida.
Marco Sociocultural
Desde 1870 hasta la Primera Guerra Mundial, Alemania experimentó un gran crecimiento demográfico y la consolidación de la segunda revolución industrial, marcada por la aplicación de la electricidad. La mejora de las comunicaciones y la concentración de la producción convirtieron a Alemania en una potencia europea. A finales del siglo XIX, surgió la lucha de clases y el movimiento obrero, impulsados por el marxismo y la creación de la Internacional en 1864. Se desarrolló la ciencia, con la termodinámica, el electromagnetismo y sus aplicaciones prácticas, sentando las bases de la tecnocracia. Destacan figuras como Darwin, con su teoría de la evolución, y Freud, con el psicoanálisis, que resaltaba la importancia del inconsciente. Nietzsche criticaba que la sociedad de su tiempo fomentaba la masa obediente y no el crecimiento individual, lo que provocaba la decadencia de la cultura.
Marco Filosófico
El pensamiento de Nietzsche, en parte autobiográfico, se suele encuadrar en el vitalismo. En la primera mitad del siglo XIX, surgió una crítica al idealismo y un auge del positivismo de Comte, que tomaba el método científico como modelo. El positivismo criticaba la metafísica y se centraba en los hechos observables. Nietzsche criticó el exceso de matematización de la realidad. Karl Marx, con su filosofía que impulsó la lucha de clases, fue una figura importante. Ricoeur consideraría a Marx, Nietzsche y Freud como “maestros de la sospecha”, por buscar causas profundas tras la realidad. Schopenhauer influyó en Nietzsche con su visión de la vida como una manifestación irracional y la importancia del arte. Sin embargo, Nietzsche rechazó el pesimismo y la resignación de Schopenhauer, proponiendo una exaltación de la vida.