La Economía en Al-Ándalus
Agricultura
La agricultura experimentó un gran avance, convirtiéndose en una actividad muy rentable. Se mantuvo el sistema de latifundio de la época hispanorromana y visigoda, y los antiguos propietarios conservaron sus tierras. En los huertos, el sistema tampoco varió. En las zonas de secano se cultivaba la triada mediterránea (cereal, vid y olivo), mientras que en el sur y levante peninsular la agricultura de regadío se extendió gracias a las avanzadas técnicas de obtención y transporte de agua de los musulmanes. Se introdujeron cultivos orientales como el arroz, árboles frutales como el cerezo y plantas textiles como el algodón.
Comercio
Las ciudades se convirtieron en mercados o zocos, donde se vendían los excedentes agrícolas y productos artesanales. En el comercio internacional, Al-Ándalus era el nexo entre el Norte de África y el Próximo Oriente, y los reinos cristianos europeos y peninsulares. Por Al-Ándalus pasaban rutas como la marítima del Mediterráneo (que conectaba con la Ruta de la Seda), y rutas terrestres desde Europa. Así, llegaban a Al-Ándalus pieles y madera de Europa, esclavos y especias de Oriente. Abderramán I estableció un sistema monetario bimetalista.
El Mundo Urbano
Al-Ándalus impulsó el resurgimiento del mundo urbano; se reconstruyeron antiguas ciudades romanas y visigodas y se fundaron otras nuevas. La ciudad más importante fue Córdoba, que llegó a ser la ciudad más poblada de Europa con 500.000 habitantes. Las ciudades adquirieron gran poder, siendo centros de recaudación de impuestos. Estas tenían una zona amurallada (medina), donde se encontraba la mezquita mayor, la fortaleza militar, la sede del gobernador, el zoco, etc. Fuera de la medina se encontraban los arrabales, divididos según los grupos étnicos. Más allá de los arrabales estaban las zonas de huertos.
La Economía en los Reinos Cristianos
Alta Edad Media (s. VIII – XIII): Recuperación Económica
Se practicaba la autarquía de aldea (agricultura de subsistencia basada en la triada mediterránea, ganadería trashumante y escasa artesanía). La economía era cerrada, no había moneda y la oveja se utilizaba como unidad de cambio. A partir del siglo XI aumentaron la agricultura, la ganadería trashumante (gracias a la expansión territorial) y la producción artesanal. Apareció la Mesta (asociación de ganaderos) y el Honrado Concejo de la Mesta (agrupación de privilegios reales otorgados a la Mesta). Renació la vida urbana a través de las Cartas Puebla, las ciudades se convirtieron en símbolo de libertad y se desarrollaron la artesanía y el comercio. Este crecimiento agrícola, ganadero y artesanal impulsó la actividad comercial y el desarrollo de mercados locales. Castilla exportaba hierro, aceite y vino e importaba productos manufacturados. Cataluña se convirtió en una gran potencia comercial en el Mediterráneo.
Baja Edad Media (s. XIV – XV): Crisis y Recuperación Económica
La agricultura entró en crisis debido a la reducción de la población, lo que provocó el abandono de tierras que fueron adquiridas por la nobleza y el clero, reforzando su poder. La ganadería lanera creció mucho en Castilla, pero no en Aragón, debido a la crisis demográfica, el abandono de tierras, la gran demanda de talleres artesanales y el interés de la Corona. El comercio se caracterizó por el aumento de la producción, la inclusión de la Península en las rutas internacionales y la creación de una economía-mundo, gracias a elementos como las letras de cambio y los intercambios regionales por la especialización. La artesanía no se desarrolló en Castilla, pero en Cataluña la industria textil fue importante.
La Sociedad en los Reinos Cristianos
Estructura Social
La sociedad en los reinos cristianos era estamental:
- Estamento nobiliario (bellatores): La nobleza protegía el reino y recibía prebendas del rey. Se dividía en alta nobleza (magnates con títulos nobiliarios) y baja nobleza (hidalgos, infanzones y caballeros).
- Estamento eclesiástico (oratores): El clero se dedicaba a la oración y a la asistencia en hospitales y escuelas. Recibían privilegios del rey, como tierras y exención de impuestos.
- Pueblo llano (labratores): Sostenían a los otros estamentos y no tenían privilegios. Se dividían en burgueses (comerciantes, artesanos y judíos banqueros y prestamistas), campesinos (libres con tierras o sin posesiones) y siervos (no libres, trabajaban las tierras de sus amos o realizaban servicios domésticos).
La Población: Crisis Demográfica
En los siglos XI y XII hubo un crecimiento de población, pero a partir del siglo XIV se produjo una crisis demográfica. Las causas fueron:
- Hambre: Debido al bajo rendimiento de las tierras (malas cosechas).
- Peste: En varias oleadas, la más importante fue la Peste Negra (1348).
- Guerras: Generaron inseguridad y el abandono de los campos.
Las consecuencias fueron la reducción del número de ciudades, aunque con mayor concentración de población. Castilla fue la primera en recuperarse, convirtiéndose en base demográfica y económica.
Crisis Sociales
Las tensiones causadas por las crisis demográficas y económicas provocaron conflictos sociales. La nobleza presionó a la Corona para obtener privilegios (señorío territorial y jurisdiccional) para compensar las pérdidas, lo que generó conflictos armados. Se endurecieron las obligaciones de los campesinos; en Cataluña se implantaron los Malos Usos (conjunto de leyes muy duras con los campesinos) y se produjo la Revuelta de los Payeses de Remensa.
Feudalización de la Sociedad
Proceso que comenzó en el siglo IX y culminó con la victoria del Estado moderno (siglo XV). Sus características fueron:
- La Corona perdió poder por los privilegios concedidos a la nobleza.
- La nobleza ganó poder, representando al Estado en sus dominios.
- Se implantó el sistema feudo-vasallático: el noble otorgaba un feudo al vasallo a cambio de fidelidad y ayuda militar.