Historia de España: Desde la Monarquía a la Generación del 27

El Reinado de Isabel II (1833-1868)

Durante el reinado de Isabel II se instauró en España el Estado liberal. Para ello, se enfrentaron a los Carlistas.

El Conflicto Dinástico

Fernando VII publicó la Pragmática Sanción de 1789, derogando la Ley Sálica y asegurando el trono a su hija Isabel II. Isabel fue proclamada heredera, pero Carlos María Isidro no aceptó esta modificación y contó con el apoyo de los carlistas (partidarios del Antiguo Régimen). Fernando VII se apoyó en los moderados, nombrando jefe de gobierno a Bermúdez. En 1832, Fernando VII enfermó y su mujer, María Cristina, asumió la regencia, manteniéndose con los moderados, quienes se llamaron isabelinos. Bermúdez depuró a los carlistas. Al morir Fernando VII (1833), Carlos María Isidro reclamó el trono y así comenzó la Primera Guerra Carlista. El pleito dinástico se convirtió en una guerra civil: liberales contra absolutistas.

El Carlismo

  • Monarquía absoluta
  • Sociedad estamental
  • Religión
  • Mantenimiento de los fueros

El carlismo se implantó en el País Vasco, Cataluña y el Maestrazgo, contando con el apoyo de la baja nobleza, el bajo clero y el intermedio del ejército. Por el contrario, la alta nobleza, la jerarquía eclesiástica, los altos mandos militares, las clases urbanas y los intelectuales apoyaban a Isabel II.

La Primera Guerra Carlista (1833-1839)

Al morir Fernando VII, comenzó la Primera Guerra Carlista, que tuvo tres etapas:

  • Primera etapa (1833-1835): Los carlistas se hicieron con el País Vasco, Navarra y Cataluña. El general Zumalacárregui formó un ejército regular, asegurando el control de las áreas, pero fracasó en Bilbao, donde murió.
  • Segunda etapa (1835-1837): Los carlistas emprendieron expediciones militares que fracasaron. La expedición de Carlos María Isidro llegó a Madrid (1837). Espartero ganó gran prestigio cuando liberó Bilbao de los carlistas.
  • Tercera etapa (1837-1839): La imposibilidad de vencer hizo que los carlistas se dividieran en transaccionistas y exaltados.

Espartero y el general Maroto firmaron la paz mediante el Convenio de Vergara (1839). Los exaltados no aceptaron la paz y continuaron en el Maestrazgo hasta 1840. Durante la guerra, ambos bandos aceptaron ayuda internacional: los carlistas de Austria, Prusia y Rusia, y los liberales de Inglaterra, Francia y Portugal.

Consecuencias de las Guerras Carlistas

  • Pérdidas humanas y materiales.
  • Consumo de los recursos económicos.

Las Regencias (1833-1843)

La Regencia de María Cristina (1833-1840)

La regencia de María Cristina estuvo condicionada por la Primera Guerra Carlista. Bermúdez proclamó una amnistía para los liberales con el fin de ganarse su apoyo. Bermúdez emprendió reformas para los liberales de tipo moderado, una de ellas fue la división del territorio español en provincias. Para asegurarse el apoyo, nombró jefe de gobierno a Martínez de la Rosa (liberal doceañista), bajo cuyo gobierno se promulgó el Estatuto Real (1834), muy conservador. Por temor a quedarse sin apoyo, la regente nombró jefe de gobierno a Mendizábal, quien impulsó la Ley de Desamortización eclesiástica y la reforma del ejército. Mendizábal fue atacado y María Cristina lo sustituyó por Istúriz. Los progresistas se movilizaron y protagonizaron un pronunciamiento militar: el Motín de la Granja de San Ildefonso (1836). La regente nombró jefe de gobierno a Calatrava y restauró la Constitución de 1812. El gobierno de Calatrava, con Mendizábal, llevó a cabo la desamortización eclesiástica de Mendizábal, suprimió el sistema señorial, los mayorazgos y el diezmo, estableció la elección democrática de alcaldes y concejales, y promulgó la Constitución de 1837. En 1840, trataron de aprobar la Ley de Ayuntamientos, lo que provocó altercados. María Cristina cedió la regencia a Espartero.

La Regencia de Baldomero Espartero (1840-1843)

Espartero gobernó durante tres años con el apoyo de los progresistas y otros jefes militares. Tomó medidas como la desamortización de bienes eclesiásticos, el corte de los fueros por el apoyo de los carlistas, y una economía librecambista. El pronunciamiento militar de Narváez (1843) le obligó a exiliarse a Inglaterra. Isabel fue proclamada reina a los 13 años para poner fin a las regencias.

Los Pueblos Prerromanos y las Colonizaciones Históricas

Entre los siglos VIII y II a.C., se configuraron varias culturas con distintos grados de desarrollo. Todas serían sometidas a la autoridad de Roma.

  • Tartesios: Procedentes de África, se establecieron durante el siglo VII a.C. en Andalucía. Su principal fuente de riqueza era el comercio de metales.
  • Íberos: Ocupaban el litoral mediterráneo y los valles del Ebro y del Guadalquivir (siglos V y III a.C.). Vivían de una agricultura mediterránea.
  • Celtas: De origen indoeuropeo, llegaron en los siglos IX y VI a.C. Dominaban la fabricación de hierro.
  • Celtíberos: De ascendencia céltica, sufrieron una fuerte influencia de los íberos.
  • Fenicios: Llegados en el primer milenio a.C., se asentaron en la costa andaluza. Difundieron el uso del hierro y la escritura alfabética.
  • Griegos: Se extendieron por las costas catalana y levantina. Su colonia más importante fue Emporion.
  • Cartagineses: En el siglo III a.C., fundaron la ciudad de Cartago Nova. Su objetivo era el comercio de metales.

Las Invasiones Bárbaras y el Reino Visigodo

En el siglo III, la caída del Imperio romano favoreció la invasión en el año 409 de los pueblos bárbaros. Los romanos recurrieron a los visigodos, quienes tenían que acabar con los bárbaros de la Península Ibérica. Así nació el reino visigodo de Tolosa (416-507). Los francos formaron el reino visigodo de Toledo, que permaneció hasta el 711.

La Crisis de 1640

La Crisis Catalana

  • En 1626, rechazaron la Unión de Armas.
  • En 1640, se produjo un reclutamiento forzoso.
  • Cataluña se puso bajo protección militar francesa.

La Crisis Portuguesa

Las causas de la revuelta fueron el rechazo de la Unión de Armas, el aumento de impuestos, la Guerra de los Treinta Años y la impopularidad de la monarquía hispánica. Las Cortes portuguesas proclamaron rey al duque de Braganza como Juan IV. España reconoció la independencia de Portugal en 1668.

El Teatro Español Anterior a 1939

A finales del siglo XIX, las obras más representadas eran de “alta comedia” de Echegaray. Perduraron la comedia burguesa, el sainete (que evoluciona como la tragedia grotesca), y el espíritu modernista.

Teatro Comercial

  • La comedia burguesa de Benavente: Teatro sin grandilocuencia, en ambientes cotidianos. Critica los ideales burgueses.
  • El teatro en verso: Presencia del arte verbal modernista.
  • El teatro cómico: Los hermanos Álvarez Quintero y Carlos Arniches.

Teatro de Innovación

  • El teatro de los autores del 98: Teatro intelectual que rompe las formas realistas.
  • Teatro de la generación del 27: Autores como Salinas, Alberti, Miguel Hernández, Casona y Lorca.

La Generación del 27

El nombre alude al homenaje a Góngora. Los poetas forman una generación porque mostraron gustos comunes. Modernizaron la poesía, con maestros como Juan Ramón Jiménez y Ortega. Crearon un lenguaje generacional y admiraron tanto lo clásico como lo moderno.

Síntesis de Tradición y Vanguardia

El grupo del 27 se caracteriza por unir lo tradicional con lo renovador, lo popular con lo culto, y el interés por la literatura hispánica y las literaturas europeas.

Trayectorias

Tres periodos:

  • Poesía deshumanizada: Etapa inicial, hasta 1927. Influencia de la poesía pura y las vanguardias.
  • Rehumanización: De 1928 a la Guerra Civil. Expresan angustia.
  • Posterior a la Guerra Civil: El asesinato de Lorca y el exilio de Salinas, Guillén, Alberti y Cernuda marcan esta etapa.