Realismo y Naturalismo
El Realismo, movimiento cultural propio de la burguesía del siglo XIX, surge como respuesta al Romanticismo, rechazando la fantasía y el idealismo. Sus rasgos generales son:
- Observación y descripción precisa de la realidad: Los escritores se documentan exhaustivamente, tomando apuntes o consultando libros para obtener información precisa.
- Ubicación próxima de los hechos: Los autores escriben sobre lo que conocen, centrándose en lo cotidiano.
- Frecuente propósito de crítica social y política: Tanto los conservadores como los progresistas utilizan la descripción de la realidad para denunciar las lacras sociales y promover sus valores.
- Estilo sencillo y sobrio: La exactitud es el ideal estilístico.
- Predilección por la novela: La novela realista se caracteriza por su verosimilitud, estructura lineal, descripciones minuciosas y lenguaje coloquial adaptado a los personajes.
Naturalismo
El Naturalismo, corriente literaria del último tercio del siglo XIX, principalmente en Francia, defendido por Émile Zola, buscaba convertir la literatura en una ciencia que estudiara el medio social. Se basaba en la idea de que el hombre está determinado biológica y socialmente, condicionado por su herencia y ambiente. De ahí el interés por ambientes miserables y personajes marginales. El narrador omnisciente maneja el relato con un propósito didáctico, ofreciendo al lector una lección moral o social.
El Realismo y el Naturalismo en España
El Realismo triunfó tardíamente en España, mientras que el Naturalismo, aunque conocido tempranamente a través de las traducciones de Zola, no fue adoptado en su totalidad. Los escritores españoles aprovecharon algunos recursos narrativos y el interés por los ambientes miserables.
Autores Destacados
- Fernán Caballero: Con elementos románticos aún presentes, su obra más conocida es La gaviota.
- Pedro Antonio de Alarcón: Escritor prerrealista, destaca por su novela corta El sombrero de tres picos.
- Juan Valera: Autor de novelas como Pepita Jiménez, con un estilo culto, construcción hábil y uso de la ironía.
- José María de Pereda: Representa la degradación y corrupción en sus novelas ambientadas en Cantabria, con detalladas descripciones del paisaje y personajes locales. Destaca Peñas arriba.
- Emilia Pardo Bazán: Con una obra narrativa diversa, en La tribuna se percibe la influencia del Naturalismo, aunque el determinismo se ve matizado por su fe religiosa.
Benito Pérez Galdós
Sus numerosas novelas se clasifican en:
- Primeras novelas: Novelas de tesis con simpatía por la España liberal.
- Novelas españolas contemporáneas: Destaca Fortunata y Jacinta.
- Últimas novelas: Obras como La incógnita y Realidad, con originales procedimientos narrativos.
Leopoldo Alas, Clarín
Autor de dos novelas principales: La Regenta y Su único hijo, además de novelas cortas y relatos, divididos entre satíricos y reflexivos. La Regenta, novela excepcional, relata el adulterio de una mujer frustrada en la sociedad provinciana de la España de la Restauración. Clarín satiriza la hipocresía y mediocridad de la clase dominante. Como novela naturalista, destaca la influencia del ambiente, marcado por el tedio y la lujuria, sobre los personajes.