John Locke
Contexto Histórico
El empirismo moderno floreció en los siglos XVII y XVIII en las Islas Británicas, extendiéndose rápidamente por Europa. Las ideas ilustradas, en conjunto con la monarquía parlamentaria, dieron estabilidad a Inglaterra, propiciando el progreso en diversos ámbitos bajo el mandato del partido Whig. Este ambiente favoreció a la burguesía, que fue adquiriendo poder económico y político. A diferencia del resto de Europa, Inglaterra disfrutaba de un clima de tolerancia y libertad que impulsó el progreso científico, técnico y económico. Este clima fue resultado del enfrentamiento entre el Parlamento y el rey, culminando en una revolución pacífica y la instauración de la monarquía parlamentaria, precursora de la democracia liberal.
Culturalmente, la investigación de la naturaleza impulsó el desarrollo de la física y los métodos inductivos. Se continuó la obra de Newton y se fundaron academias para difundir el conocimiento. Estos avances científicos tuvieron aplicaciones prácticas en diversos campos, sentando las bases para la Revolución Industrial. Las ciencias históricas y jurídicas también progresaron, con contribuciones notables como las de Hume.
Su Obra: Ensayo sobre el Entendimiento Humano
Locke, con la intención de guiar la conducta humana a través del conocimiento, inicia su obra refutando la existencia de ideas innatas. Argumenta que si existieran, se manifestarían como principios lógicos o normas morales universales. Sin embargo, la variabilidad moral a través del tiempo y las culturas sugiere una influencia de las costumbres y la educación, más que de lo innato. Al descartar las ideas innatas, Locke se centra en el origen de las ideas, que considera el contenido que llena el papel en blanco de nuestra mente.
Teoría del Conocimiento
Locke es considerado el fundador de la filosofía empirista moderna. Su teoría postula que todo conocimiento se origina en la experiencia, tanto externa como interna, la cual es el único camino para alcanzar la verdad. Las tesis fundamentales del empirismo de Locke son:
- Origen de todo conocimiento en la experiencia: Se opone a la razón pura como fuente de conocimiento.
- No existencia de ideas innatas: Si el conocimiento proviene de la experiencia, no hay lugar para ideas preexistentes.
- Límite del conocimiento humano: No podemos ir más allá de la experiencia, y trascenderla es un error.
- Finalidad práctica de la razón: La razón debe enfocarse en el estudio de la naturaleza para obtener conocimientos útiles para el progreso y el bienestar humano.
En su Ensayo sobre el Entendimiento Humano, Locke busca determinar el origen, alcance y límites del conocimiento humano. Afirma que todo conocimiento proviene de la experiencia sensible, la cual es tanto su origen como su límite. Locke distingue tres tipos de conocimiento según su grado de certeza:
- Conocimiento intuitivo: Certeza absoluta e inmediata del acuerdo o desacuerdo entre ideas.
- Conocimiento demostrativo: Requiere demostraciones para establecer la relación entre ideas. Es un conocimiento fiable.
- Conocimiento sensible: Se obtiene a través de la sensación, permitiéndonos conocer las cosas reales. Es relativo y probable, pero perfectible. Es el único que nos da acceso al mundo de los objetos.
Para Locke, el contenido del entendimiento es puramente empírico. La mente al nacer es una tábula rasa en la que la experiencia escribe. Define idea como todo lo que la mente percibe en sí misma, algo de lo que todos somos conscientes. Locke clasifica las ideas en:
- Ideas simples: Indivisibles, llegan a la mente a través de los sentidos, aunque en los objetos estén mezcladas. No pueden ser creadas ni destruidas por la mente, sino captadas pasivamente. Se clasifican según su origen en:
- Ideas de sensación: Provenientes de los sentidos externos, informan sobre los objetos externos y sus cualidades sensibles.
- Ideas de reflexión: Provenientes de los sentidos internos, informan sobre las operaciones y actividades de la mente.
- Ideas mixtas: Se originan tanto en la sensación como en la reflexión.
- Ideas complejas: Elaboradas por la mente a partir de ideas simples. Son de tres tipos:
- Modos: Se refieren a cosas que no subsisten por sí mismas, sino en otras.
- Sustancias: Combinaciones de ideas simples que representan cosas particulares que subsisten por sí mismas.
- Relaciones: Resultan de comparar una idea con otra.
Locke critica las ideas innatas cartesianas, argumentando que la mente es un papel en blanco antes de la primera sensación. Los principios de identidad y contradicción, considerados innatos por Descartes, son para Locke producto de la costumbre y la cultura. La idea de Dios tampoco es innata, ya que existen pueblos que la desconocen. Sin embargo, Locke afirma la certeza intuitiva de nuestra existencia como seres racionales y la existencia de Dios, de quien dependemos. Estas ideas, claras e indudables, fundamentan nuestras acciones.
La Realidad y su Conocimiento: La Existencia de lo Real
Locke plantea que nuestro conocimiento se limita a nuestras ideas, ignorando la existencia del mundo exterior, aunque finalmente afirma su existencia. Considera evidente la afirmación cartesiana pienso, luego existo, percibiendo la existencia del sujeto pensante con certeza inmediata. La existencia de Dios es un conocimiento demostrativo, basado en la premisa de que algo debe haber existido siempre. De las cosas externas tenemos un conocimiento sensitivo. Las ideas de cualidades primarias se corresponden con la realidad objetiva de los cuerpos. Este conocimiento sensitivo, menos claro que el intuitivo o el demostrativo, se confirma por cuatro criterios:
- La ausencia de ideas de cualidades sensibles al carecer del órgano sensorial correspondiente.
- La pasividad en la recepción de ideas simples.
- La imposición de ciertas ideas que producen dolor o placer.
- El testimonio mutuo entre los sentidos.
A pesar de la limitación del conocimiento a las ideas, Locke evita el relativismo y el escepticismo, aceptando la existencia de la realidad. Además de las ideas como signos de las cosas, existen las palabras como signos de las ideas. Locke adopta una perspectiva nominalista: no hay esencias universales, y las palabras generales solo representan rasgos comunes a individuos semejantes. Solo los individuos o entidades particulares tienen existencia real.
Metafísica: Crítica al Concepto de Sustancia
Locke considera el concepto de sustancia vacío, una referencia misteriosa. Para él, solo podemos conocer las cualidades sensibles de las cosas. La idea de sustancia es una construcción mental a partir de ideas de cualidades sensibles asociadas por la experiencia. Es una noción oscura de un no sé qué incognoscible que sirve de soporte a las cualidades sensibles. No conocemos la naturaleza de la sustancia, solo deducimos su existencia como soporte de las cualidades percibidas. Este soporte permanece inaccesible a nuestras facultades cognoscitivas, marcando un límite en el conocimiento.
Ética: Origen Social de los Principios Morales
Locke niega la existencia de principios morales innatos. Nuestras ideas morales derivan de la experiencia. La moralidad es demostrable, y la Ética es una ciencia demostrativa. Las ideas morales son arquetipos que determinan la bondad o maldad de las acciones. Lo bueno aumenta el placer, y lo malo causa dolor, aunque el bien moral es la conformidad de las acciones con la ley. Locke distingue tres tipos de leyes:
- Ley de la opinión: Aprobación o desaprobación social de acciones según las costumbres, determinando virtudes y vicios.
- Ley civil: Define acciones como inocentes o criminales.
- Ley divina: Criterio último de moralidad, accesible por la razón y explicitada por la revelación.
Política: El Estado Liberal
Locke defiende que el poder y el Estado se originan en un acuerdo entre individuos. Existe una ley natural, derivada de la razón, que otorga derechos y deberes previos a la organización política. Esta organización debe asegurar el libre ejercicio de estos derechos. En el estado de naturaleza, los hombres viven en familia, reconociendo su autoridad y la ley natural, que impulsa a defender la vida y la libertad propias y ajenas. La autoridad surge del acuerdo entre hombres, que en el estado de naturaleza viven bajo la ley natural, que define la propiedad como el derecho a la conservación, incluyendo la persona, la libertad y los bienes. El trabajo privatiza la propiedad común. Las desigualdades resultantes generan inseguridad, haciendo evidente la necesidad de leyes positivas, jueces y un poder ejecutor. La sociedad civil se constituye mediante el contrato social y el mandato de la mayoría. La tiranía se justifica si el gobernante no sigue la voluntad popular. La división de poderes (legislativo, ejecutivo y federativo) previene abusos. Locke defiende la tolerancia, separando religión y Estado. La tolerancia exige igualdad de derechos para todos los grupos, aunque Locke limita los derechos de los ateos. La tolerancia y el antidogmatismo se vinculan al ascenso de la burguesía mercantil, que buscaba la paz religiosa para el comercio. El descubrimiento de pueblos con moral estricta sin religión revelada cuestionó la universalidad del cristianismo. La libertad religiosa, sin privilegios para ningún grupo, se considera compatible con la paz del Estado.
David Hume (1711-1776)
Contexto Histórico
David Hume nació en Edimburgo durante el Antiguo Régimen, un período dominado por la monarquía absolutista en Europa, excepto en Gran Bretaña, donde prevalecía la monarquía parlamentaria. La Iglesia católica mantenía un papel importante en el poder, y la economía, aunque feudal, mostraba indicios del capitalismo. Inglaterra se consolidó como potencia mundial, con dominio marítimo, mientras Estados Unidos lograba su independencia. La aristocracia terrateniente ostentaba el mayor poder, mientras las clases populares, mayoritariamente campesinas, vivían en la pobreza. Los ilustrados británicos promovieron la tolerancia, influyendo en la aristocracia y la burguesía. Newton y el empirismo de Locke fueron modelos ilustrados, promoviendo la observación objetiva contra el dogmatismo religioso. Surgieron defensores del ateísmo, aunque el deísmo (Dios crea el mundo pero no interviene) predominaba. Se promovió la educación universal, y estas ideas se discutían en salones y sociedades científicas, difundiéndose en prensa y revistas. La Ilustración abordó temas como la razón y la naturaleza, dando lugar a las ciencias sociales. Se rechazaron las ideas innatas, y el conocimiento se valoró como instrumento de investigación y acción. Se criticó la metafísica, y se buscó una moral independiente de la religión, basada en la virtud y la felicidad.
Su Obra
Hume fue reconocido como historiador, con su Historia de Inglaterra como obra magna. Sin embargo, su pensamiento filosófico, influenciado por empiristas como Locke y Berkeley, con un matiz naturalista, es lo que le ha dado mayor reconocimiento. Sus Ensayos de Moral y Política le valieron reconocimiento académico, aunque también acusaciones de herejía. Su ateísmo, expresado en obras como De la Superstición y la Religión, se considera base del pensamiento laico. En economía, desarrolló las bases de la inflación beneficiosa.
Teoría del Conocimiento
La Percepción: Impresiones e Ideas
La filosofía de Hume es empirista, basándose en la experimentación y la observación. Distingue dos tipos de contenidos mentales: impresiones e ideas. Las impresiones son más intensas que las ideas, que son copias de las impresiones. Las impresiones son el origen del conocimiento y se clasifican en:
- Impresiones de sensación: Atribuidas a los sentidos.
- Impresiones de reflexión: Parecen provenir de ideas, pero se originan en impresiones de sensación previas.
Las impresiones también pueden ser:
- Simples: Indivisibles, de mayor valor cognoscitivo (ej. el color azul y la idea de azul).
- Complejas: Divisibles en partes (ej. una manzana: color, forma, tamaño, etc.).
Hume destaca la importancia de las impresiones como base y límite del conocimiento. En el Tratado de la Naturaleza Humana, explica que las ideas son reproducciones débiles de las impresiones, buscando correlacionarlas entre sí y con las impresiones.
Leyes de Asociación de Ideas
Hume explica cómo se asocian las ideas:
- Semejanza: Asociación de ideas similares.
- Contigüidad espacio-temporal: Asociación de ideas cuyas impresiones ocurrieron próximas en espacio y tiempo.
- Causalidad: Asociación de un acontecimiento (efecto) con su causa.
Hume distingue dos formas de conocimiento:
- Cuestiones de hecho: Accedidas por la experiencia, propias de las ciencias naturales y sociales.
- Relaciones de ideas: Relaciones lógicas y matemáticas independientes de la experiencia.
Crítica del Principio de Causalidad
El principio de causalidad sugiere una conexión necesaria entre causa y efecto, con el efecto siguiéndose de la causa de forma constante. Hume argumenta que no podemos percibir esta conexión necesaria a través de los sentidos, solo la sucesión de eventos. La relación causal se establece por costumbre o hábito, al observar repetidamente la sucesión de dos fenómenos. La mente anticipa el efecto al percibir la causa, basándose en la experiencia pasada, no en una conexión necesaria. La confianza en la causalidad se basa en la expectativa de que el futuro será igual al pasado, una creencia indemostrable. La experiencia solo confirma la regularidad pasada, no garantiza la futura. Aunque la probabilidad aumente con la repetición, nunca se alcanza la certeza absoluta. Hume desfonda el principio de causalidad, a pesar de su uso constante.
Metafísica
Al limitarse el conocimiento a impresiones e ideas, las cuestiones abstractas, como la sustancia, son inaccesibles. La sustancia carece de impresión correspondiente, siendo solo un conjunto de percepciones asociadas. Hume critica las tres manifestaciones de la sustancia del racionalismo cartesiano:
- El Mundo: Solo podemos afirmar la existencia de nuestras impresiones, no de una realidad exterior correspondiente.
- Dios: Al no tener impresión de Dios, no podemos afirmar su existencia.
- Yo/Alma: El “yo” no es una impresión, sino el supuesto sujeto de las impresiones. Al ser las impresiones variables, no hay una impresión constante que corresponda al “yo” como sustancia. La identidad personal se explica por la memoria, que conecta las impresiones sucesivas, aunque erróneamente confundimos sucesión con identidad.
Ética. El Emotivismo Moral
La ética es central para Hume, quien adopta una postura emotivista, rechazando la fundamentación de la ética en la razón. Mantiene la noción de la moral como ciencia de las reglas para alcanzar el bien y la felicidad mediante la virtud. Sin embargo, el fundamento de la virtud no reside en Dios (cuya existencia no podemos conocer) ni en la razón (que no proporciona normas universales y necesarias). La razón conoce las normas morales, pero no las establece. La moral se basa en el sentimiento, que nos permite valorar y actuar. La moral se ocupa del debe ser, prescribiendo, no describiendo. No se pueden deducir juicios morales de los hechos, lo que constituye la falacia naturalista. Lo bueno no es una cualidad objetiva accesible por la razón, sino una valoración subjetiva basada en sentimientos de agrado o desagrado. Hume evita el relativismo moral al postular una naturaleza humana común, que genera sentimientos similares ante los mismos hechos. La moral es un producto social, una convención. Un instinto natural determina el bien y el mal, no las cosas en sí mismas. Lo bueno es lo útil, y lo malo es lo nocivo. La utilidad es un factor clave en la valoración moral, aprobándose las conductas socialmente beneficiosas. Las pasiones, no la razón, rigen la voluntad. La simpatía, la capacidad de empatía, es fundamental, contrarrestando la visión pesimista de Hobbes.
Política
La utilidad es central en la política de Hume, siendo la base de las leyes y la organización social. Su enfoque es empírico, basado en el análisis de los hechos. Rechaza los principios abstractos de justicia, priorizando la realidad y la utilidad para los ciudadanos en cada caso. El mejor sistema político se adapta a las peculiaridades de cada nación. Su filosofía política es naturalista, rechazando el contractualismo. La tendencia natural a la sociabilidad, comenzando por la familia, hace innecesario un estado de naturaleza pre-político.