La Percepción: Una Construcción Cultural y Cognitiva

La Percepción: Una Construcción Cultural

La percepción no es un reflejo fotográfico de la realidad, sino una construcción cultural en función de nuestros intereses, deseos y profesión, definidos por la cultura. Por ejemplo, los jóvenes al final de un camino percibirían tiendas de ropa, bares, tiendas de deporte, jugueterías, supermercados, etc.

La Percepción del Consumo

La cultura también determina la percepción del consumo, especialmente con la aparición de nuevos modelos. Por ejemplo, los modelos antiguos de coches, aunque tengan dos o tres años, se perciben como pasados de moda, viejos e inservibles. Lo mismo sucede con las televisiones planas que desvalorizan las tradicionales, y con la nueva arquitectura que desvaloriza la tradicional.

La selección de la percepción cumple funciones como permitirnos ver la televisión y estudiar a la vez, eliminando un estímulo. También nos permite descansar, dejando de oír ruidos (del coche, imprenta, fiesta) que nos impiden dormir. El peso de la cultura se ve en que la música rock puede impedir que un anciano duerma, mientras que la música clásica podría inducirle al sueño. La selección de ruidos que molestan y los que agradan depende en gran medida de la cultura.

Percepción del Espacio y del Tiempo

Medimos el espacio y el tiempo solo secundariamente con unidades métricas (hora, metro, kilómetro). En realidad, dependen de variables como el estado físico o psíquico. Si estamos cansados o deprimidos, el tiempo y la distancia se hacen más largos. Si estamos de vacaciones, el tiempo se hace más corto, al igual que si damos un paseo en la playa con amigos.

Históricamente, la percepción del espacio y el tiempo también varía. Para el campesino medieval que hacía el Camino de Santiago, con sus peligros y sin albergues, el camino se percibía mucho más largo que para alguien hoy, que lo hace en etapas con buenos albergues y comida. Para un ejecutivo que viaja constantemente en avión, el espacio se acorta y el tiempo se acelera.

En nuestra sociedad, dedicada al trabajo, tenemos una doble sensación: el tiempo pasa muy deprisa (semanas, meses), pero a la vez, en el trabajo, sentimos que el tiempo no pasa nunca. Sentimos que nos roban el tiempo y la vida. Si trabajáramos la mitad, si los trabajos fueran mejores y mejor considerados, la percepción sería diferente.

La Escuela Cognitiva

La escuela cognitiva, surgida en Estados Unidos en 1960, desarrolla teorías de la percepción, la personalidad y la terapia. Demuestra que la percepción no es un reflejo fotográfico y completo de un objeto presente. Podemos localizar un objeto en la cocina en la oscuridad porque poseemos esquemas perceptivos (ej. casa) que se activan antes de interactuar con el objeto.

Con el sonido, podemos reconocer un metro o un camión de basura sin necesidad de mirar. Nos orientamos rápidamente en un cine, discoteca o calle. Un nativo de un poblado africano no conocería nuestros esquemas perceptivos, tendría otros.

La Escuela de la Gestalt

Desarrollada en Alemania en 1920, la Gestalt propone que no percibimos los objetos como una suma de partes, sino como una totalidad. Una habitación llena de muebles parece más pequeña, y un vestido de rayas nos adelgaza. Si percibiéramos los muebles y el vestido por un lado, y la habitación y la persona por otro, percibiríamos su verdadero tamaño.