Introducción al Pensamiento Cristiano y su Relación con la Filosofía Griega

Cosmología

El cristianismo rechaza la concepción cíclica de los griegos y la teoría de Parménides según la cual es imposible el paso del no ser al ser. Los cristianos creen que el mundo ha sido creado por Dios a partir de la nada y tendrá un final en el tiempo. Se alejan de la concepción cíclica y circular del tiempo y aceptan un tiempo lineal en el que cada acontecimiento se produce una sola vez. Algunos de los primeros pensadores cristianos tienen una influencia platónica que les lleva a considerar las realidades terrenas como cosas perecederas, que no tienen la permanencia de lo divino.

Teología

El cristianismo introduce novedades en el monoteísmo. Afirma la existencia de un único Dios que, sin embargo, es trinitario: Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo; es el denominado monoteísmo trinitario.

Antropología

Desde la perspectiva cristiana, el hombre y la mujer son considerados hijos de Dios, dotados de alma inmortal y creados a imagen y semejanza de Dios. La influencia platónica que impregnaba a algunos pensadores cristianos los llevó a defender un dualismo antropológico, en el que el alma quedaba asociada a la espiritualidad y el cuerpo al mundo de las cosas.

Ética

El cristianismo afirma el deber de amarse unos a otros. La defensa de esta actitud conduce a reivindicar el amor fraterno entre todos los seres humanos, pero la idea de amar y perdonar a todos chocó con la cultura romana.

La Patrística

Una de las primeras tareas de los pensadores cristianos fue, a partir de los evangelios, hacer entender el mensaje cristiano y diferenciarlo de otros pensamientos. La propagación de la fe exigía interpretar bien los textos bíblicos, adoptar los conceptos de la filosofía griega para expresar adecuadamente el nuevo pensamiento y distinguir lo propio de la razón y la fe. Lo desarrollaron los padres de la iglesia y lo llevaron a cabo en la Patrística, que va desde el siglo II hasta el VIII.

Los padres y escritores cristianos de los primeros siglos suelen llamarse apologistas o defensores del cristianismo. Muchos de ellos eran intelectuales convertidos al cristianismo que luchaban con argumentos contra los paganos.

La palabra griega gnosis significa conocimiento. El conocimiento, condición indispensable para la salvación, era más importante que la fe. Los padres se centraron en la formulación doctrinal de las creencias cristianas.

Patrística Latino Occidental

Un padre de la parte occidental del imperio, el escritor Tertuliano (II-III), mantenía una actitud negativa hacia la filosofía afirmando que el filósofo es el amigo del error, mientras que el cristiano es enemigo de este. El pensamiento de Tertuliano se condensa en la célebre frase: creo porque es absurdo. El mundo de la fe es incomprensible racionalmente.

San Agustín (siglo IV) revalorizó el papel de la razón y creó las bases de la filosofía cristiana medieval.

Patrística Greco-Oriental

Mantenía una actitud positiva hacia la filosofía. San Justino (siglo II) afirmaba que algunos escritos de los filósofos están llenos de verdades cristianas y que los grandes filósofos escogidos por Dios intuyeron la verdad evangélica.

El escritor Orígenes de Alejandría (II-III) fue uno de los que más arriesgó para conciliar el mundo filosófico y el mundo religioso, pero su síntesis da más relevancia al conocimiento y fue acusado de herejía gnóstica.

San Juan Damasceno (siglo VIII) expresó la relación entre el cristianismo y la filosofía: la filosofía es sirvienta de la teología.

Las 4 Causas de Aristóteles

El concepto de causa que emplea Aristóteles es diferente al que usamos. Para el filósofo clásico, todo aquello que es necesario para que se produzca un fenómeno es su causa. Aquello de lo que está hecho (materia), su forma, su causa eficiente y su finalidad son causas.

Teologismo

La causa final es la de mayores repercusiones. Afirmar que todo suceso o fenómeno responde a un objetivo superior supone defender, en palabras del propio pensador, que la naturaleza no hace nada en vano (Caelo 271-33). Al igual que las personas actúan en pos de unos objetivos que se autoproponen, toda la naturaleza tiende a un fin: mejorar y perfeccionarse, actualizando sus potencias. Esta concepción será predominante en la Antigüedad y la Edad Media.

De la Cosmología a la Teología

El universo es un cosmos finito en el espacio y eterno en cuanto al tiempo, según Aristóteles, y que se encuentra dividido en dos mundos: el sublunar y el supralunar.

Mundo Sublunar

  • Terrestre.
  • La Tierra es esférica y está en el centro del universo.
  • Es imperfecto y corruptible.
  • Compuesto por los 4 elementos de Empédocles.
  • Movimiento rectilíneo.

Mundo Supralunar

  • Celeste.
  • Formado por el resto de planetas y esferas que explican su movimiento.
  • Periférico e incorruptible.
  • Compuesto por éter.
  • Movimiento circular.

El Primer Motor Inmóvil

Esta sustancia inmóvil es causa primera del universo, es acto puro. Potencia es sinónimo de movimiento. El Primer Motor mueve como causa final y no como causa eficiente, ya que todo el universo se mueve y se transforma por la tracción y el deseo de aproximarse a esta perfección.