Idealismo Trascendental, Libertad y Felicidad según John Stuart Mill

Idealismo Trascendental

Introducción

El idealismo trascendental es una teoría que sostiene que el objeto del conocimiento humano, llamado fenómeno, está determinado por la estructura trascendental de nuestra facultad de conocer. Este término, “trascendental”, implica que no es observable empíricamente, sino que se afirma como condición de posibilidad del propio conocimiento.

Esta postura se encuentra a medio camino entre diferentes orientaciones gnoseológicas:

  • Reconoce una realidad que existe por sí misma (cosa-en-sí), independiente de nuestro pensamiento (como el realismo).
  • Afirma que la realidad tal como es conocida (fenómeno) depende de la estructura de nuestra facultad de conocer (como el idealismo).
  • Necesita tanto de la experiencia (empirismo) para que las cosas nos sean “dadas”, como de la razón o intelecto (racionalismo) para que puedan ser “pensadas”.

Por lo tanto, nunca podremos saber cómo es la realidad en sí misma (escepticismo), pero de la realidad conocida sí se pueden emitir juicios sólidos y verdaderos (dogmatismo). Las verdades que adquirimos son relativas a la constitución humana (relativismo antropológico).

Según el idealismo trascendental, el fenómeno es el resultado de la colaboración entre tres facultades: sensibilidad, entendimiento y razón.

La Facultad de la Sensibilidad

La sensibilidad es la capacidad de recibir representaciones al ser afectados por los objetos, permitiendo que estos sean “dados”. Para que sea posible la percepción, la sensibilidad debe “ordenar” las impresiones sensibles mediante las formas a priori del espacio y el tiempo.

El espacio y el tiempo no son propiedades de las cosas, sino que son “puestos” por la sensibilidad en el acto de conocer. Fuera del sujeto no son nada, y en el sujeto, sin sensaciones, son estructuras vacías.

La Facultad del Entendimiento

El entendimiento, gracias a los conceptos, permite el conocimiento. Existen dos tipos de conceptos:

  • Empíricos: generalizaciones de la experiencia (como “hombre” o “casa”), necesarios para pensar pero insuficientes para construir juicios.
  • A priori: “puestos” por el entendimiento, son las categorías (12 en total) que constituyen las estructuras a priori del pensamiento, permitiendo construir juicios sobre los fenómenos.

En el entendimiento encontramos:

  1. Una materia: el fenómeno (dado por la sensibilidad, incluyendo las formas a priori del espacio y el tiempo).
  2. Una forma (a priori): las categorías o conceptos puros.

La Facultad de la Razón

La razón unifica el conocimiento remitiéndolo a algo incondicional. Estas cosas incondicionadas son las ideas (conceptos a priori de la razón): Alma, Mundo y Dios.

Las ideas permiten unificar los fenómenos que el entendimiento estructura mediante las categorías:

  1. La idea de Alma unifica los fenómenos de la experiencia interna.
  2. La idea de Mundo unifica los fenómenos de la experiencia externa.
  3. La idea de Dios reduce ambas esferas a una sola.

Mediante las ideas podemos pensar la totalidad de los fenómenos, pero no conocerla. La razón no conoce, esa es función del trabajo conjunto de la sensibilidad y el entendimiento.

Felicidad, Libertad y Ética Utilitarista según John Stuart Mill

Vida Feliz y Libertad

“Cualquier persona con requisitos morales e intelectuales moderados puede vivir una existencia satisfactoria, salvo que malas leyes o la sumisión a otros le priven de la libertad de usar los medios de felicidad a su alcance.”

Placeres Inferiores y Superiores

“Los hombres pierden aspiraciones elevadas al perder el gusto por lo intelectual, porque no tienen tiempo ni oportunidad. Se vuelven adictos a los placeres inferiores, porque son los únicos a su alcance y los únicos que pueden disfrutar.”

El Utilitarismo no es una Ética Egoísta

“Según el utilitarismo, entre las finalidades superiores están las derivadas de la inclusión de los intereses de la comunidad entre los propios.”

“El utilitarismo no es egoísta, la felicidad que configura el criterio no es la del agente, sino la de todos los afectados, la mayor cantidad posible.”

“Actúa como querrías que actuaran contigo, y ama a tu vecino como a ti mismo.”

“La moral utilitarista reconoce en los humanos el poder de sacrificar su bien por el de los demás. La virtud más elevada. Pero niega que el sacrificio sea un bien en sí mismo; la única renuncia que aplaude es la que se consagra a la felicidad de los demás.”

“Sólo quienes pueden influir en la sociedad (gobernantes, políticos…) deben preocuparse del bien de la sociedad.”

“Por felicidad no debe entenderse una excitación continua e intensamente placentera, sino una existencia libre de dolores y llena de disfrute, en cantidad y calidad. Una vida con pocos dolores y duraderos, muchos placeres variados, con predominio de los activos sobre los pasivos, y que no espera de la vida más de lo que puede proporcionar.”

Reflexiones sobre la Libertad y la Política

“Este ensayo no trata del libre albedrío, sino de la libertad civil o social, la naturaleza y límites del poder de la sociedad sobre el individuo.”

“El objetivo es establecer un principio que regule los tratos de la sociedad con el individuo por la compulsión y el control, ya sea fuerza física o presión moral.”

La libertad como libre albedrío es diferente de la libertad civil, en la que se centra Mill.

De los Límites de la Autoridad de la Sociedad sobre el Individuo

“El único fin por el que la humanidad puede entrometerse en la libertad de acción de alguien es la propia protección. El único fin por el que se puede ejercer poder sobre alguien contra su voluntad es evitar que perjudique a otros. Su propio bien no es justificación suficiente.”

“Cada uno es responsable ante la sociedad sólo por la parte de su conducta que se refiere a los demás. En la parte que le concierne a él, su independencia es absoluta. Sobre sí mismo, su cuerpo y espíritu, el individuo es soberano.”

“Las máximas son: 1) el individuo no debe dar cuentas a la sociedad por sus actos, en tanto no afecten a otros. El consejo, la instrucción, la persuasión, el aislamiento, son las únicas medidas justificadas para expresar desaprobación. 2) De los actos perjudiciales para otros es responsable el individuo, quien puede ser sometido a castigo legal o social.”

Libertad de Pensamiento, Discusión y Falibilidad Humana

“La libertad comprende: libertad de conciencia (pensamiento y sentimiento), libertad de expresión, libertad de actuación y libertad de reunión.”

“Ninguna sociedad es libre si no se respetan todas estas libertades.”

“La primera es la libertad de pensamiento y discusión, que hay que preservar y llevar hasta sus últimas consecuencias.”

“Negarse a escuchar una opinión porque se cree falsa equivale a afirmar que la propia verdad es absoluta. Implica presunción de infalibilidad. La falibilidad humana no alcanza sus juicios prácticos (ética, política, religión) la importancia que se le da en teoría (ciencias). Hay que tomar precauciones contra la propia falibilidad.”

“La única forma de acercarse al conocimiento total de un objeto es escuchando lo que dicen personas de todas las opiniones, y estudiando todos los modos de considerarlo. Ningún sabio adquirió su sabiduría de otra manera.”

“En las matemáticas, todos los argumentos están de un lado. No hay objeciones. Pero en lo que es posible la diferencia de opiniones, la verdad depende del equilibrio entre dos sistemas de razones contradictorias.” La verdad sólo puede ser tal si aspira a ser toda la verdad, superando la unilateralidad, lo que requiere voluntad de lucha y confrontación.

Libertad, Diversidad, Individualidad, Espontaneidad, Originalidad y Genio

“La única libertad que merece este nombre es la de buscar nuestro propio bien, por nuestro propio camino, sin privar a otros del suyo ni impedirles esforzarse por conseguirlo.”

“La diversidad no es un mal, sino un bien. Hay que dejar el campo libre a los distintos caracteres, siempre que no perjudiquen a los demás. En las cosas que no conciernen a los demás debe afirmarse la individualidad.”

“A menudo no se concede valor a la espontaneidad individual. La excelencia humana no consiste en copiarse unos a otros.”

“Conformarse con una costumbre no educa ni desarrolla las cualidades humanas. Percepción, juicio, discernimiento, actividad mental y preferencia moral sólo se ejercitan al hacer una elección. Quien hace algo por costumbre no elige.”

“Quien deja que el mundo elija su plan de vida no necesita otra facultad que la imitación.”

“Al desarrollar su individualidad, cada persona adquiere mayor valor para sí mismo y para los demás. Para dejar libre juego a la naturaleza de cada uno es esencial que personas diferentes puedan seguir vidas distintas.”

“La originalidad es un valor humano. Se necesitan personas para descubrir nuevas verdades e iniciar nuevas prácticas. Sin ellas, la vida sería una laguna estancada.”

La originalidad está unida al genio, para quien hay que crear condiciones para su expresión.