La Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930)
Contexto Histórico
La dictadura de Primo de Rivera debe situarse dentro de las “dictaduras mediterráneas” de los años 20 y dentro de la crisis del régimen político de la Restauración.
Causas del Golpe de Estado
Entre las causas del golpe de estado de Primo de Rivera destacan:
- La crisis social y económica.
- La crisis del sistema político y de la Restauración.
- El descontento del ejército por las reivindicaciones sociales.
- El deseo del dictador de “limpiar España” de caciques y clientelas.
- El predominio del capitalismo industrial y financiero, en detrimento de la oligarquía agraria.
Desarrollo de la Dictadura
El Directorio Militar (1923-1925)
El 12 de septiembre de 1923, el capitán general Primo de Rivera se levantó contra el gobierno en Barcelona y publicó un manifiesto “Al País y al Ejército” en el que exponía las soluciones que pensaba llevar a cabo para regenerar el país. Al día siguiente, el rey aceptó el golpe y se constituyó un “Directorio Militar”.
Los principales objetivos primoriveristas eran:
- Romper la clase política, a la que consideraba responsable de los males del país.
- Reformar y descentralizar la administración para acabar con el caciquismo.
- Solucionar los problemas más graves del país (guerra de Marruecos, responsabilidades de Annual, catalanismo).
La dictadura coincidió con una etapa de expansión económica en Estados Unidos que favoreció su supervivencia.
El Directorio Militar estaba integrado por un general de brigada por cada región militar y un contraalmirante que dirigiría los destinos del país. Para poner fin al caciquismo, entre septiembre de 1923 y abril de 1924, fueron disueltos todos los ayuntamientos y diputaciones y se emprendió una labor investigadora de los pequeños municipios. El 8 de marzo de 1924 se aprobó un estatuto municipal. Es de destacar la política antiautonomista del régimen, que obligó a los movimientos regionalistas a replegarse.
En 1923, Romanones y Melquiades Álvarez elevaron una protesta al rey por no haberse cumplido el precepto constitucional de convocar y reunir Cortes en el plazo de 3 meses. La alternativa fue la creación por el dictador de la Unión Patriótica.
La Cuestión Marroquí
Un grave problema seguía siendo “la cuestión marroquí”. En diciembre de 1924, Abd-el-Krim tomó Xauen y, desde su República del Rif, atacó la zona francesa. El 8 de septiembre, las tropas españolas, al mando del general Sanjurjo, desembarcaron en Alhucemas, con la ayuda de la escuadra francesa. En junio, Abd-el-Krim se entregó a Francia. El 10 de julio, España y Francia firmaban en París un acuerdo sobre el desarme y la ayuda mutua, zanjándose la “cuestión marroquí”.
El Directorio Civil (1925-1930)
El 3 de diciembre de 1925 se formó el Directorio Civil, que debería solucionar los problemas económicos. Se desarrolló una política hidráulica para el aumento de los regadíos, creándose para este fin las Confederaciones Hidrográficas.
Con el fin de dotar al país de una nueva constitución, se creó una Asamblea Consultiva Nacional, cuyos miembros fueron elegidos por el gobierno. Su actuación fue un fracaso.
Oposición al Régimen
En esta segunda etapa, tres núcleos sociopolíticos se opusieron al régimen:
- El Partido Conservador, cuyo jefe, Sánchez Guerra, se escindió voluntariamente.
- Los republicanos se aliaron en la Alianza Republicana.
- A partir de 1926, la cuestión de los ascensos enfrentó al régimen con el cuerpo de artillería, lo que llevó a la disolución del cuerpo.
Primo de Rivera consiguió una cierta colaboración de los socialistas, mientras reprimía a los anarquistas. Estos se radicalizaron y fundaron la Federación Anarquista Ibérica (1927).
Fin de la Dictadura
La coyuntura económica comenzó a cambiar a partir de 1926. La crisis del 29 agudizó los problemas económicos y financieros del país, provocando un aumento de la tensión social y de la oposición política.
En enero de 1929, Sánchez Guerra y Castro Girona prepararon un golpe de estado, que quedó solo en intentona. El gobierno envió a Sanjurjo, destituyó a Castro Girona y llevó a prisión a Sánchez Guerra. A finales de año, el dictador expuso un programa de reformas para volver a la normalidad política. Este proyecto presuponía la modificación de la Constitución de 1876, a la que se opuso el rey.
La pérdida de la confianza de los altos cargos militares obligó a Primo de Rivera a dimitir, junto con su gobierno, el 28 de enero de 1930.
El Gobierno de Berenguer y la Caída de la Monarquía
El nuevo gobierno, encabezado por Berenguer, intentó volver a la legalidad restaurando las organizaciones políticas de la Restauración. En economía, se llevó a cabo una política deflacionista.
En esta situación, la oposición al gobierno y al régimen se radicalizó. Los intelectuales, tras el manifiesto de Marañón, Ortega y Pérez de Ayala, se integraron en una agrupación al servicio de la república.
La convocatoria a elecciones de diputados provocó la oposición de los grupos políticos, que manifestaron su intención de abstenerse. El rey encargó la formación de un nuevo gobierno al almirante Aznar.