1. Economía en el Antiguo Régimen
La agricultura era la actividad económica principal durante el siglo XIX, sin embargo, era un sector estancado. La propiedad de la tierra estaba amortizada. Esto hacía que la mayor parte de la población se dedicara a una agricultura de autoconsumo con escasos rendimientos y con mínimas aportaciones tecnológicas.
2. Desamortización
Las desamortizaciones consistieron en poner en el mercado, previa expropiación forzosa y mediante una subasta pública, las tierras y bienes que hasta entonces no se podían vender, hipotecar o ceder y que se encontraban en poder de la Iglesia católica y órdenes religiosas, y de los municipios que servían para la economía de los campesinos.
3. Objetivos de las Desamortizaciones Liberales
Tras la muerte de Fernando VII reapareció el objetivo (ya que antes hubo varios intentos) de la desamortización dentro de los sectores liberales, llevándose a cabo las dos desamortizaciones más importantes: Mendizábal y Madoz. Los objetivos eran:
- Sanear la Hacienda pública para solucionar sus dos grandes problemas: el déficit y la deuda del Estado.
- Obtener fondos para levantar un ejército que permitiese ganar la guerra a los carlistas.
- Dar movilidad a la propiedad de la tierra y favorecer el acceso a ella de sectores burgueses que pudiesen capitalizarla, modernizarla y revalorizarla.
- Crear una clase de nuevos propietarios agrícolas vinculados a la causa liberal que le sirvieran de apoyo.
- Desmantelar el poder económico de la Iglesia y disminuir su influencia.
- Iniciar la construcción del ferrocarril.
4. Desamortización de Mendizábal
La primera desamortización fue conocida como Eclesiástica, realizada por el presidente y ministro de Hacienda Mendizábal en 1836 durante la regencia de María Cristina de Borbón. Los objetivos principales fueron reducir la deuda pública, conseguir fondos para hacer frente a la guerra carlista, ampliar la base del liberalismo con los beneficiados por la compra de las tierras y crear una clase media agraria de campesinos propietarios. No todos estos objetivos se consiguieron.
Aunque se pusieron en producción nuevas tierras para el cultivo, las tierras desamortizadas fueron vendidas en grandes lotes y mediante el sistema de subasta, por lo que sólo pudieron ser compradas por los nobles y burgueses con medios para adquirirlas. Al ser la nobleza la única que compró tierras, la competencia fue escasa por lo que el beneficio que sacó el Estado fue pequeño, así que tampoco sirvió para sanear las arcas públicas.
Fue imposible conseguir el objetivo social de un mejor reparto de la propiedad ya que los campesinos no pudieron comprar las tierras frente a las ofertas de nobles y burgueses. Los campesinos que no tenían recursos para comprarlas empeoraron su situación con los nuevos dueños que les subieron los alquileres de las tierras. No se pudo pagar la deuda pública y los liberales abrieron un conflicto con la Iglesia Católica.
5. Desamortización de Madoz
La segunda desamortización fue propuesta por el ministro Pascual Madoz en 1855, durante el Bienio Progresista. Se denominó desamortización General o Civil, porque se pusieron en venta todas las tierras.
El sistema de venta fue el de subasta; además de disminuir las deudas del Estado, el producto de las ventas se destinó a subvencionar las obras públicas. No sólo no se solucionó la deuda pública, sino que arruinó a los ayuntamientos. Además, perjudicó a los vecinos más pobres que tenían en las tierras, estas libres municipales, su único medio de subsistencia. Tampoco alteró la propiedad de la tierra ni corrigió desigualdades sociales, incentivó más la inversión en las tierras que en la industria, salvo Cataluña, donde sí se produjo un desarrollo industrial.
6. Valoración de las Desamortizaciones
Entre los objetivos logrados, podemos citar el hecho de que la deuda pública fue recortada y el Estado pudo sanear en parte la Hacienda. La tierra entró en el mercado y se convirtió en una mercancía de compra y venta. La desamortización ayudó a la consolidación del Estado liberal en España. Se desmanteló el poder económico de la Iglesia. La nobleza empezó a ser menos contraria al régimen liberal gracias a que se habían enriquecido.
Las consecuencias negativas: la mayor parte de los capitales españoles quedaron enterrados (convertidos en tierras). Los ayuntamientos, a la larga, quedaron sin recursos y tuvieron que prescindir de servicios básicos. La mayor parte de las tierras pasaron a manos de nobles y burgueses. Reforzó la antigua clase latifundista y creó otra urbana y burguesa.
Los campesinos humildes salieron muy perjudicados. Muy pocos pudieron acceder a una parcela y la mayoría se convirtieron en jornaleros. Muchos conventos fueron derribados para construir plazas.