El Petrarquismo y la Prosa en el Siglo XVI

El Petrarquismo

Se conoce como petrarquismo el movimiento poético desarrollado durante el siglo XVI en las principales tradiciones literarias europeas. En él se inscribe una amplia constelación de poetas que tomó como modelo el cancionero de Petrarca.

Francesco Petrarca

Su obra más influyente fue el Canzoniere, un conjunto de 366 poemas, con alternancia de sonetos y canciones que conforman una secuencia narrativa. El tema principal lo conforma la pasión amorosa no correspondida del yo poético hacia su amada Laura.

A lo largo del siglo XVI, la poesía petrarquista se extendió sucesivamente por Italia, España (con la figura central de Garcilaso de la Vega) o Francia (Pierre Ronsard).

Rasgos de la poesía petrarquista

La poesía debía basarse en la imitación, es decir, en la recreación de modelos prestigiosos. El poeta debía inspirarse en fuentes diversas, practicando la llamada imitación compuesta. Garcilaso, a los poetas latinos a Petrarca y a petrarquistas italianos del siglo XVI.

El tema es la experiencia amorosa, se trata de una nueva concepción del amor, marcada por el neoplatonismo: la belleza de la amada es, para los neoplatónicos, reflejo o proyección de la belleza divina.

La temática amorosa aparece a menudo asociada a dos motivos característicos: la mitología grecolatina y la descripción de la naturaleza idealizada.

Formalmente, incorporó nuevos metros (endecasílabos y heptasílabos), estrofas (lira, tercetos encadenados), se caracterizó, inicialmente, por la naturalidad en la expresión, así como por la sensación de que el poema trasmitía una emoción auténtica.

La lírica petrarquista en España

En el siglo XVI se habían producido los primeros intentos de aclimatación de los usos de la poesía italiana: los sonetos <fechos al Italia modo> del marqués de Santillana. Pero no fue hasta la primera mitad del siglo XVI cuando se introdujeron definitivamente en España los metros, moldes estróficos, temas y recursos retóricos característicos del petrarquismo italiano.

De esta transformación fueron Juan Boscán y sobre todo Garcilaso de la Vega.

La Prosa No Narrativa

Posee un carácter didáctico.

Las misceláneas

Las misceláneas son obras de divulgación científica e histórica, parecidas a una moderna enciclopedia en las que se mezclan temas muy diversos.

Estas producciones buscan entretener al lector.

Sus fuentes principales fueron la Biblia, los autores clásicos y algunas misceláneas anteriores, principalmente italianas. En las españolas se añaden sentencias, elementos misteriosos y extraños, y humor.

Aunque se trata de textos informativos, se incorpora el componente narrativo: los autores, conscientes de que se dirigen a un lector no especializado, envuelven los datos en narraciones para lograr un efecto de mayor variedad y amenidad. Las principales misceláneas renacentistas españolas son las siguientes:

  • Silva de varia lección, de Pedro Mexía.
  • Miscelánea, de Luis Zapata.
  • Jardín de flores curiosas, de Antonio de Torquemada.

Los diálogos

El diálogo es un subgénero didáctico en el que los distintos personajes intercambian puntos de vista sobre un tema determinado.

El diálogo en prosa, que alcanzó gran popularidad en el siglo XVI, sirvió como cauce de reflexión sobre los asuntos más diversos.

Tipos y fuentes

El diálogo es un género de origen clásico: su cultivo en la antigüedad le configuró prestigio y justificó su uso por parte de los humanistas, que vieron en él el medio de expresión idóneo para reflejar una visión abierta y plural del mundo.

Pueden clasificarse por la relación entre los participantes (un maestro rodeado de discípulos o varios interlocutores de idéntico rango) o bien en función de sus raíces clásicas. Según este criterio, se distinguen:

  • Diálogo oratorio: su origen está en Cicerón y Platón. Pretende recrear la atmósfera de un diálogo real, fue cultivado por Petrarca y por Baltasar de Castiglione en El cortesano. El principal ejemplo en la literatura española es el Diálogo de la lengua, de Juan de Valdés.
  • Diálogo satírico o Lucianesco: su referente clásico es el autor griego Luciano de Samosata. Su propósito es fundamentalmente crítico; el tono, más vivo e irónico, e incluye elementos fantásticos. Ejemplo: Los coloquios de Erasmo de Rotterdam.

La Prosa Narrativa

De ficción.

  • Las obras con una fuerte impronta realista, en particular, el Lazarillo y, en menor medida, los relatos dialogados herederos de la Celestina, que abren el camino a la novela moderna.
  • Por otro lado, aquellos géneros en los que predominan ambientes o personajes idealizados, como las novelas de caballerías, morisca, pastoril y bizantina.

Prosa celestinesca

Conforme a la llamada prosa celestinesca, se encuentran las continuaciones e imitaciones de la Celestina. Se trata de obras dialogadas, protagonizadas por un alcahueta y con una importante carga de crítica social.

Ejemplo: La segunda Celestina (1534), de Feliciano de Silva.