Contexto Histórico y Cultural
El siglo XVIII marca el límite histórico entre el Antiguo Régimen y la Edad Contemporánea. En este periodo, se inicia en Francia un movimiento cultural reformista, la Ilustración, que se extiende por toda Europa. Este movimiento busca divulgar el saber, fomentando el espíritu crítico y la razón. La luz es la metáfora de la razón, que ilumina el saber y guía el progreso, de ahí el nombre “Siglo de las Luces”.
El siglo XVIII español tiene un espíritu renovador en la literatura, las artes, la ideología, la ciencia, la política y la religión.
Periodos Literarios
Se distinguen tres periodos literarios en el siglo XVIII español:
- Posbarroquismo Literario: Durante la primera mitad del siglo XVIII, la literatura siguió la moda barroca, pero de forma decadente, ya que se habían agotado las fuentes que impulsaron el movimiento del siglo anterior.
- Neoclasicismo: Es el movimiento estético y artístico que mejor define la literatura ilustrada. Se basa en:
- La vuelta al mundo clásico grecolatino.
- El sometimiento a reglas universales de creación artística.
- La búsqueda de la utilidad social y la educación moral del público en el arte y la literatura.
- La imitación de la naturaleza y de los modelos artísticos establecidos como válidos.
- Prerromanticismo: Surge en el último tercio del siglo XVIII. Se caracteriza por el subjetivismo, el sentimentalismo, el desengaño, la rebeldía contra las normas establecidas, la libertad creadora y la preferencia por paisajes desolados como ruinas, cementerios y noches oscuras. Se ponen de moda la sensibilidad, la ternura y las lágrimas.
El Ensayo
El ensayo se configura como género literario en el siglo XVIII. Es el género predilecto para la divulgación de los principios de la Ilustración y para combatir la incultura. A través del ensayo, se analiza la decadencia del país, la educación, la situación social y cultural de las mujeres, etc. Adopta diversas formas: cartas, memorias, informes, etc.
Autores Destacados del Ensayo
- Benito Jerónimo Feijoo: Con sus textos, pretendía educar al pueblo. Escribió Teatro crítico universal y Cartas eruditas y curiosas. Según él, el estudio lleva a la experimentación, la observación y la crítica. Es fundamental para la divulgación de ideas científicas.
- Gaspar Melchor de Jovellanos: Reúne en su obra múltiples facetas del intelectual ilustrado del siglo XVIII. La mayor parte de su obra consiste en ensayos dedicados a la reforma de diversos aspectos de la sociedad. Destaca su defensa del teatro neoclásico, ya que defiende que la finalidad principal del teatro es la educación del público. Escribió Informe sobre la ley agraria.
- Ignacio de Luzán: Publica un ensayo teórico: Poética o reglas en general de la poesía en general y de sus principales especies. Defiende el empleo de normas racionales para facilitar la creación artística.
- José Cadalso: Es un autor innovador y precursor de una actitud crítica con sus Cartas Marruecas. Esta obra es la primera manifestación en la literatura española del ensayo breve, irónico, de contenido ideológico y de estilo personal. En el libro, se burla de los prejuicios de la sociedad española en rápidos cuadros basados en la observación directa de las costumbres y del carácter de los españoles.
El Teatro Neoclásico
El principal autor teatral fue Leandro Fernández de Moratín, creador de la comedia moderna española y máximo exponente del teatro neoclásico. Es el único de los dramaturgos neoclásicos que consigue crear una comedia valiosa, fusionando la comedia y la sátira de costumbres. Une dos actitudes: una crítica de raíz intelectual (planteamiento, nudo) que pone de relieve los vicios y errores de la sociedad, y otra sentimental de raíz afectiva (desenlace) que destaca la verdad y la virtud. Cumple con la finalidad didáctica del teatro neoclásico. Los personajes son más cercanos a los espectadores, ya que representan a la clase media.
El tema principal de Moratín es la inautenticidad como forma de vida. Para expresarlo, escoge tres temas secundarios: los matrimonios de conveniencia, la educación autoritaria de los jóvenes y la comedia popular de su tiempo.
El sí de las niñas
El argumento de El sí de las niñas gira en torno a la futura boda desigual entre don Diego, un anciano, y doña Francisca (Paquita), una joven que ama a otro hombre, don Carlos, sobrino de don Diego. Este planteamiento permite a Moratín criticar el egoísmo de la madre de Paquita, que negocia la boda de su hija con un hombre rico pero demasiado viejo, poniendo de relieve la injusticia que cometen los padres al sacrificar la felicidad de sus hijos, imponiéndoles un matrimonio de interés.
- Critica la obsesión con el linaje familiar y el ascenso social a toda costa por parte de las clases medias.
- Cuestiona la religiosidad superficial de la época, lo que le creó problemas con la Inquisición.