Relaciones Semánticas: Sinonimia, Antonimia, Polisemia y Más

Relaciones Semánticas

Sinonimia

Es la relación semántica entre dos o más palabras con distinto significante y mismo significado.

  • Sinonimia conceptual: Los significados denotativos son plenamente coincidentes. Ej: escalón y peldaño.
  • Sinonimia connotativa: Puede, en ocasiones, no haber coincidencia denotativa; sin embargo, esto no impediría que se consideren sinónimos por los valores connotativos que encierran. Ej. Listo y zorro.
  • Sinonimia contextual: En determinados contextos, se pueden establecer ciertas sinonimias que serían impensables en otros. Ej. listo y preparado, en ¿Estás listo?

Polisemia

La polisemia es un fenómeno semántico que consiste en que a un mismo significante le corresponden varios significados. En la polisemia, frente a la homonimia, los diferentes significados de una palabra tienen, o han tenido, un origen común. En el diccionario, los diferentes significados aparecen así: banco.

Homonimia

Fenómeno por el que palabras que originariamente son distintas y con diferente significado han evolucionado de tal modo que sus significantes han llegado a coincidir en la misma forma, manteniéndose la diferencia de significados. Dos tipos:

  • Palabras homófonas: Los significantes son similares fónicamente, pero no ortográficamente: ola/hola; asta (cuerno)/hasta (preposición).
  • Palabras homógrafas: La similitud es fónica y ortográfica: gato (animal)/gato (herramienta); vino (venir)/vino (bebida).

Antonimia

Es la relación semántica consistente en la oposición de significados entre las palabras. La oposición de significado puede ser de varias clases:

  • Complementarios: Dos vocablos cuya relación consiste en que uno significa justamente la negación del otro (hombre/mujer, macho/hembra, presente/ausente, correcto/incorrecto…)
  • Puros: Entre términos opuestos se admite una gradación: alto/bajo, caliente/frío, mucho/poco, grande/pequeño, minoría/mayoría…
  • Recíprocos: Es la relación de significado que se da entre términos opuestos que se implican mutuamente: para que se dé uno, tiene que darse el otro. Dichos términos se denominan recíprocos. (Comprar/vender, dar/recibir, padre/hijo, tío/sobrino…).

Hiponimia e Hiperonimia

Se denomina hiponimia la relación de inclusión de un significado respecto de otro. Así, el significado de “perro” está incluido en el de “animal”; “tulipán” en el de “flor”, etc. Cuando decimos “este animal” o “esta flor” podemos estar refieriéndonos a un perro o a un tulipán. Perro, gato, conejo, cabra, vaca, etc. son hipónimos de animal; tulipán, rosa, clavel, margarita, etc. son hipónimos de flor.

Hiperonimia: Se llama así a la relación que mantiene el término más general con respecto a otros más concretos o específicos que están dentro de su categoría. Así, “deporte” es el hiperónimo de los hipónimos “fútbol”, “baloncesto”, etc.

Paronimia

Es la relación que se da entre dos palabras fonéticamente parecidas, pero con significante diferente. Ej: hombre/hambre, docena/decena.

Denotación y Connotación

Denotación: Son los rasgos conceptuales objetivos. Es el significado que presenta una palabra fuera de cualquier contexto. Constituyen el núcleo semántico fundamental. Son comunes a todos los hablantes. Es el significado que encontraremos en el diccionario.

Connotación: Son los rasgos conceptuales subjetivos. Son las significaciones que lleva añadidas una palabra. Estas significaciones tienen un carácter marcadamente subjetivo. Dependiendo de los hablantes, una misma palabra puede tener connotaciones distintas.

Metáfora y Metonimia

Metáfora: Se trata de un cambio semántico por semejanza. Una metáfora es una identificación entre dos términos gracias a una base común de comparación. Designamos con el nombre de “término real” (TR) a aquel que existe en la realidad y “término imagen” (TI) a aquel con el cual lo identificamos, es decir, con el que establecemos una relación de semejanza.

Metonimia: Es un cambio semántico por contigüidad, es decir, dos palabras se emplean juntas y una de ellas pasa a tener el significado de las dos. Hay varios tipos de metonimias, tal como puedes ver en el ejemplo: “Tiene cien cabezas de ganado”.

Tabú y Eufemismo

Cuando no queremos emplear una palabra tabú, la sustituimos por otra palabra o sintagma. Así, decimos “empleada de hogar” (en vez de “criada”) o “conflicto laboral” en vez de “huelga”. Un eufemismo tiene vida breve, porque muy pronto vuelve a connotarse negativamente. Esa es la razón por la que muchas palabras tabú tienen un gran número de sinónimos.