La Poesía Española Durante la Posguerra (1940-1975)
La Poesía de los Años 40: Arraigada y Desarraigada
La Guerra Civil supuso una ruptura con la trayectoria anterior de la poesía española. Durante la contienda, la poesía se utilizó como arma propagandística. Posteriormente, se creó un vacío por la muerte de poetas destacados (Antonio Machado, Federico García Lorca y muchos autores de la Generación del 27), el encarcelamiento y muerte de Miguel Hernández, y la dictadura franquista que trajo miedo, censura y aislamiento.
Aun así, en los años 40, la poesía era el género más cultivado, con dos caminos principales:
- Poesía arraigada: Apoyaba la nueva situación de posguerra, con un tono sereno y armónico. Sus autores, afines al franquismo, utilizaban formas clásicas como el soneto y cultivaban temas intimistas como el amor, el paisaje y la religión. Publicaban en revistas como Juventud y Escorial. Destacan poetas como Leopoldo Panero y Luis Rosales con obras como La casa encendida.
- Poesía desarraigada: Reflejaba el dolor y la desesperanza de la época. En 1944 se publican dos obras clave: Sombra del paraíso de Vicente Aleixandre e Hijos de la ira de Dámaso Alonso. Con la obra de Alonso, surge una poesía rehumanizada, muy sentimental, que expresa la angustia de la humanidad, la injusticia y el sentimiento de abandono divino. Escrita en versículos con imágenes surrealistas y un léxico coloquial. Otros autores destacados son Blas de Otero, Gabriel Celaya y José Hierro.
Además de estas dos corrientes, algunos grupos con espíritu vanguardista (ismos del siglo XX) sin ideología política, crearon el Postismo con Carlos Edmundo de Ory y el grupo Cántico con Pablo García Baena.
Miguel Hernández (1910-1942): Puente entre Vanguardias y Rehumanización
No podemos dejar de mencionar a Miguel Hernández, preso político, cuya poesía es un puente entre las Vanguardias y la Rehumanización. Sus temas principales son el amor (erotismo, deseo insatisfecho, plenitud amorosa), el dolor, la muerte y la esperanza. Su trayectoria se divide en tres etapas:
- 1ª etapa (hasta 1936): Influencia de Góngora, uso de formas clásicas (sonetos, tercetos…) y tema principal del amor insatisfecho. Obras destacadas: Perito en lunas y Elegía a Ramón Sijé.
- 2ª etapa (1936-1938): Poesía de compromiso social y político, en la línea de la poesía impura de Pablo Neruda. Combina formas clásicas con el verso largo. Obra destacada: Viento del pueblo.
- 3ª etapa (1938-1942): Poemas escritos en la cárcel que reflejan sufrimiento, angustia existencial. Obra destacada: Cancionero y romancero de ausencias.
El Teatro Español desde los Años 60 hasta 1975
Teatro Comercial, Social y Experimental
Durante los años 60 y 70, el teatro español se diversificó en tres corrientes principales:
- Teatro comercial: Comedias burguesas para la clase media, con autores como Alfonso Paso, Jaime de Armiñán y Antonio Gala, quien evolucionó hacia un teatro más existencial y simbolista con obras como Anillos para una dama.
- Teatro social: Con un marcado realismo social, denunciaba las injusticias de la época. Destacan autores como Lauro Olmo con La camisa, Carlos Muñiz con El tintero y José Martín Recuerda.
- Teatro experimental: Influenciado por las vanguardias (Antonin Artaud, Eugène Ionesco, Samuel Beckett), este teatro renovador se oponía al realismo. Abordaba temas como la pobreza, la soledad, la injusticia social y la incomunicación. Utilizaba recursos como proyecciones audiovisuales, música, danza y un lenguaje metafórico. Destacan dos figuras clave:
- Francisco Nieva: Figura del teatro furioso, criticaba la España reprimida sexualmente y con un exceso de religiosidad. Su teatro, con un lenguaje esperpéntico, buscaba la liberación de los instintos.
- Fernando Arrabal: Influenciado por el teatro del absurdo, creó el teatro pánico, con influencias del surrealismo y de Valle-Inclán. Su objetivo era escandalizar al espectador con temas como la violencia, la locura y el sexo. Obras destacadas: Pic-nic, El cementerio de automóviles. Posteriormente, evolucionó hacia un teatro más bufo con obras como Oye Patria, mi afición.
Dentro del teatro renovador, destacaron grupos de teatro independiente como Akelarre (Bilbao), Los Goliardos (Madrid) y Els Comediants (Cataluña), conocidos por sus mimodramas.