Narrativa Experimental de los Sesenta
Con el comienzo de los años sesenta, el panorama literario español se acerca a las corrientes desarrolladas en Europa y América desde principios de siglo. Se introducen novedades que afectan a:
- Argumento: Tiende a desaparecer, sustituyéndose por sucesos fragmentarios.
- Narrador: Se abandona el narrador tradicional por uno objetivista que relata solo lo que ve y oye.
- Tiempo: El desorden cronológico se convierte en un rasgo importante.
- Espacio: Tiende a concretarse.
- Estilo: Se emplea el estilo indirecto libre y el monólogo interior, que reproduce los pensamientos de los personajes en primera persona.
- Estructura: Tan importante como el contenido, con especial cuidado por el lenguaje (registros lingüísticos, sintaxis compleja, elementos retóricos).
La publicación de Tiempo de silencio de Luis Martín Santos marca el inicio de esta etapa. La trama (un joven médico que investiga sobre el cáncer acaba involucrado en la muerte de una muchacha) refleja la nueva narrativa. Camilo José Cela aplica técnicas experimentalistas en obras como San Camilo. Miguel Delibes, en Cinco horas con Mario, juega con el tiempo, incorpora el “tú” narrativo y utiliza el monólogo interior con lenguaje coloquial. Carmen, viuda de Mario, vela su cadáver mientras recuerda su compromiso y crítica social, contrastando con su propia superficialidad. Delibes también escribió Parábola del náufrago. Juan Benet, en Volverás a Región, presenta una novela de complicación conceptual y sintáctica. Juan Goytisolo, en Señas de identidad, representa la renovación formal. Juan Marsé destaca con Últimas tardes con Teresa, que incorpora novedades de Martín Santos, y Si te dicen que caí.
La Década de los Setenta
Entre finales de los sesenta y principios de los setenta surge la generación del 68 o del 75. Francisco Umbral, con su estilo ágil y expresivo, aborda temas como la política, la vida social, la infancia y el erotismo. Mortal y rosa es una novela lírica sobre la muerte de su hijo. La verdad sobre el caso Savolta de Eduardo Mendoza inicia la nueva narrativa con un mosaico social de la burguesía catalana. Destacan también El laberinto de las aceitunas y Sin noticias de Gurb. Manuel Vázquez Montalbán revitaliza el género policiaco con la serie del detective Pepe Carvalho (Yo maté a Kennedy, Los mares del sur).
La Novela de las Últimas Décadas
La narrativa actual se caracteriza por su carácter aglutinador, abarcando diversas tendencias, especialmente la policiaca e histórica. Se observa:
- Variedad temática y estilística, con un retorno al intimismo de los años 50.
- Novelas ambientadas en el pasado y visión del presente, realidad, mitificación, aventura, humor, enfoque social y contenido existencial.
- Simplificación de estructuras narrativas, alejándose de la experimentación.
- Recuperación del argumento, la trama y los personajes.
- Abandono de la intencionalidad ideológica y el compromiso social, aunque se recreen situaciones cotidianas.
- Fusión de géneros y reinvención de la tradición.