La Crisis de 1917
El sistema de ascensos dentro del ejército favorecía a los militares que pasaban un tiempo en Marruecos, puesto que los méritos de guerra eran más valorados para el escalafón. Los oficiales se veían afectados en su nivel de ingresos y de influencia real. Decididos a ejercer presión sobre el gobierno, formaron las llamadas Juntas de Defensa, que nacían con una cierta mentalidad sindical reivindicativa.
Sus objetivos eran:
- Subida de sueldos para los militares en España.
- Exigir una mayor consideración al ejército, al que consideraban la columna vertebral del país.
La nueva ley del ejército de 1918 terminará por dar una respuesta positiva a estas reivindicaciones y reforzará la posición de los militares en relación con la monarquía y con el futuro del país.
Al tiempo que los militares ponían al gobierno de Dato contra las cuerdas, los partidos opuestos al régimen, liderados por Cambo (Lliga), exigen al gobierno que abra las Cortes e inicie un programa profundo de reformas. Ante la respuesta negativa, se inicia en Barcelona, durante el mes de julio, la Asamblea de Parlamentarios, que venía a significar el intento, por parte de las fuerzas más avanzadas, de salirse del sistema de la Restauración. El gobierno acusó a los parlamentarios participantes de separatistas y ordenó su disolución inmediata.
Coincidiendo con el inicio de la Asamblea de Parlamentarios, el 19 de julio comienza la huelga general convocada por CNT y UGT en las diferentes capitales del país. Los sindicatos creían que era un momento oportuno, puesto que ejército y clase política estaban enfrentados con el gobierno. La huelga asustó a la burguesía, que había apoyado a los políticos rebeldes; ahora se quiere que el gobierno controle a los trabajadores y defienda los intereses de los patronos. Por otro lado, la represión de la huelga quedó en manos de los militares, y monarquía, ejército y clase política fueron desprestigiados y quedaron unidos irremediablemente.
La Agonía de la Restauración
A partir de la crisis del 17, la situación no se recupera e incluso los problemas llegan a agudizarse.
Los Gobiernos de Concentración
La inestabilidad política se convierte en la norma de estos años. Una clase política, casi profesionalizada, va formando distintos gobiernos con el fin de capear la situación, mantener el sistema del turno y la manipulación electoral, cada vez más difícil.
Conflictividad Social y Movimiento Obrero
La crisis económica posterior al fin de la Primera Guerra Mundial tuvo como consecuencia el desarrollo y consolidación del movimiento sindical. La Revolución Rusa (1917) ya era un mito para la clase trabajadora. El anarcosindicalismo (CNT, 1910) movilizaba a más de 700.000 trabajadores, cada vez más convencidos de la necesidad de actuar. La UGT era un sindicato más limitado. Los socialistas vivieron la crisis de la escisión del Partido Comunista de España (PCE, 1919), que decidió adherirse a los comunistas. La respuesta de la patronal fue muy dura y violenta, a partir de la creación de sindicatos libres y la acción directa contra los líderes sindicales.
La Cuestión de Marruecos
Dentro del reparto colonial de África, a Francia le interesaba llegar a un reparto de Marruecos con España para garantizar su presencia en la zona sin tener que compartir nada con potencias imperialistas importantes como Inglaterra o Alemania. A España, asegurar la defensa de Ceuta y Melilla le preocupaba y, por otro lado, encontraba en Marruecos una limitada, pero significativa, expansión colonial. También hay que tener en cuenta los intereses económicos (minería, construcción de ferrocarriles) en la zona. Defendiendo estos intereses, la nación, moribunda que era España, se embarcó en la aventura marroquí, en contra de una opinión pública mayoritariamente contraria a esa política exterior, especialmente después de lo sucedido en 1909.
El Desastre de Annual (1921)
Después de la Primera Guerra Mundial, aparece en Marruecos un nacionalismo revolucionario rifeño, liderado por Abdelkrim, que se va a enfrentar a los ocupantes españoles. En respuesta, el ejército español en la zona reaccionó. Los africanistas estaban apoyados directamente por Alfonso XIII, pero tenían en contra a la opinión pública e incluso a la clase política.
Consecuencias de Annual
La reacción en España fue inmediata y se dirigió contra los mandos del ejército, contra la administración que se encargaba de África y contra el propio rey, quien parecía haber tomado parte en algunas de las decisiones. Se hizo una investigación sobre lo sucedido (Informe Picasso) para depurar las responsabilidades de los mandos implicados en el desastre. La culpabilidad era manifiesta en cuanto a los errores cometidos: los soldados habían sido sacrificados por pura ineptitud e irresponsabilidad. La opinión pública tenía información sobre la corrupción de los oficiales africanistas. El descrédito y la falta de confianza eran imparables.