Análisis de la Carta de Sebastiani a Jovellanos (1809)

Contexto Histórico

Esta carta, un documento histórico de carácter público a pesar de su origen privado, fue escrita en mayo de 1809 por el General francés Horace Sebastiani, comandante del IV Cuerpo del Ejército Napoleónico en España. El destinatario, Gaspar Melchor de Jovellanos, figura clave de la Ilustración española, era miembro de la Junta Central Suprema que dirigía la guerra contra las tropas francesas. Jovellanos, quien había sido ministro de Carlos III y IV, jugó un papel crucial en las Cortes de Cádiz, inspirando su propia corriente política. La carta se publicó en Sevilla, sede de la Junta Central en ese momento.

Objetivo de la Carta

El objetivo de Sebastiani era lograr el apoyo de Jovellanos a la causa de José I, hermano de Napoleón y rey impuesto de España. El pretexto era asociar la monarquía de José I con las reformas que tradicionalmente defendían los ilustrados como Jovellanos. Sebastiani argumentaba la contradicción que suponía para Jovellanos apoyar al bando español, compuesto por partidarios del Antiguo Régimen e Inglaterra, cuyo interés era debilitar a España. La carta buscaba un gran efecto propagandístico, ya que la adhesión de Jovellanos a la causa francesa atraería a otros ilustrados. Jovellanos respondió publicando su negativa en la Gaceta de Madrid, junto con la propia carta de Sebastiani.

Antecedentes Históricos

Para comprender el texto, debemos remontarnos a la difusión de la Ilustración en España durante el siglo XVIII. Carlos III, el monarca ilustrado, aplicó el despotismo ilustrado con ministros que difundieron las ideas ilustradas. Sin embargo, la Revolución Francesa de 1789 frenó la influencia ilustrada. Carlos IV, temiendo la expansión de las ideas revolucionarias, apartó a los ilustrados del poder. La política exterior española del siglo XVIII estuvo marcada por los Pactos de Familia con Francia, cuyo objetivo era frenar la expansión inglesa. Esta dependencia de Francia continuó con Napoleón.

Tras la invasión napoleónica, Inglaterra se convirtió en el principal apoyo de la resistencia española durante la Guerra de Independencia. La guerra se inició con el Tratado de Fontainebleau (1807). Tras el Motín de Aranjuez (1808), Carlos IV abdicó en su hijo Fernando VII. En las Abdicaciones de Bayona (1808), Napoleón obtuvo los derechos dinásticos de ambos, nombrando a su hermano José I rey de España. El Estatuto de Bayona pretendía atraer a liberales e ilustrados que buscaban reformar el Antiguo Régimen. Sin embargo, los Bonaparte no contaron con la resistencia española, que se manifestó en sublevaciones populares y la formación de Juntas. La inesperada derrota francesa en Bailén obligó a las tropas a retirarse. José I abandonó Madrid, pero regresó en enero de 1809 tras una contraofensiva dirigida por Napoleón.

El Momento de la Carta

En 1809, el dominio del espacio central de la Península estaba en juego. De ahí el intento de atraer a Jovellanos al bando afrancesado. La carta y la respuesta negativa de Jovellanos se publicaron en la Gaceta del Gobierno, órgano de prensa de la Junta Central Suprema en Sevilla. Tras más de un año de guerra, la situación militar requería acciones para minar la moral del enemigo y lograr éxitos propagandísticos. El intento de Sebastiani fracasó, y Jovellanos difundió su rechazo. Los intentos de ganarse el apoyo de Jovellanos comenzaron en la Asamblea de Bayona, donde se le ofreció un cargo ministerial en el gobierno de José I. Esta carta fue un instrumento de guerra. A pesar de coincidir en algunos aspectos políticos con los afrancesados, el patriotismo de Jovellanos lo llevó a unirse a la resistencia y a participar en las tareas previas a la elaboración de la Constitución de 1812.