La Guerra Civil Española (1936-1939)
Evolución Política en la Zona Republicana
La sublevación militar supuso la inicial desarticulación del Estado republicano, que perdió el control de la situación y dejó un vacío de poder. Fueron los anarquistas, sindicalistas y algunos comunistas, con sus comités revolucionarios, los que ejercieron realmente el poder a través de las milicias. La República tuvo que hacer una revolución social, sucediéndose incautaciones, intervenciones y colectivizaciones de propiedades privadas y del clero, de servicios públicos, de tierras e industrias. Esto desencadenó una dura e indiscriminada represión por parte de grupos radicales, incluyendo la represión contra la Iglesia, que afectó negativamente a la imagen de la República.
Todos estos hechos provocaron que buena parte de las clases medias apoyaran al llamado bando nacional. Surgieron divergencias internas entre los defensores de la República: socialistas y comunistas eran partidarios de ganar la guerra y dejar la revolución para más adelante, mientras que los anarquistas y socialistas radicales defendían revolución y guerra al mismo tiempo. Los primeros gobiernos de Quiroga y Martínez Barrio tuvieron que dimitir al negarse a entregar armas al pueblo por temor a la revolución. El poder pasó a Giral.
Francisco Largo Caballero formó un gobierno de coalición integrado por todas las fuerzas del Frente Popular. Se tomaron medidas como la legalización de las incautaciones de tierras, la militarización de las milicias y la creación de tribunales populares de justicia. Juan Negrín será el nuevo presidente de un gobierno con mayoría de ministros del PSOE. La máxima prioridad era ganar la guerra. Los comunistas fueron adquiriendo cada vez mayor influencia, procurando frenar las colectivizaciones, recuperar el poder del Estado, reducir el poder obrero y reforzar la disciplina del ejército.
En 1938 se enfrentaron dos posturas: la oficial, representada por Negrín, que defendía la resistencia a ultranza, y la de parte del PSOE, que tenía la necesidad de negociar. Algunos dirigentes anarquistas y socialistas también buscaban la negociación. Acontecimientos internacionales reforzaron la idea de que la guerra estaba perdida. El coronel republicano Casado protagonizó un golpe de estado.
Evolución Política en la Zona Sublevada
Los sublevados establecieron la Junta de Defensa Nacional y, ante la necesidad de unificar el mando de las tropas, eligieron al general Francisco Franco para ostentar un único mando militar y político con los títulos de Generalísimo de los Ejércitos y Jefe del Gobierno del Estado Español. En adelante, el Caudillo estableció una dictadura personal basada en un régimen militar.
Primeras disposiciones:
- Anulación de la Ley Agraria.
- Prohibición de los partidos políticos y sindicatos.
- Creación de un único partido sometido al Estado, denominado Falange Española Tradicionalista y de las JONS, cuya jefatura fue asumida por el general Franco.
- Supresión del derecho de huelga.
- Anulación de la libertad de expresión.
- Abolición de los estatutos de autonomía y supresión de la coeducación.
En la zona sublevada se desarrolló el “terror blanco” en ejecuciones individuales o en matanzas colectivas. El apoyo de la Iglesia española a los sublevados presentó la guerra como una “cruzada religiosa”. Más tarde se estableció el Nacional-catolicismo.
Dimensión Internacional del Conflicto
La Guerra Civil Española conmocionó a todo el mundo occidental. En general, la opinión pública mundial se posicionó a favor de la democracia republicana frente al fascismo. Ambos bandos enfrentados pidieron ayuda al exterior y necesitaban suministros y armamento.
Ayuda a los Sublevados (Alemania, Italia y Portugal)
La Alemania nazi de Hitler envió material bélico y aviones, un considerable número de soldados y oficiales (la Legión Cóndor), además de ayuda económica. Los motivos fueron la simpatía ideológica, la posibilidad de poner a punto sus ejércitos, la búsqueda de un nuevo aliado, el acceso a minerales y materias primas españolas, y debilitar a Francia. La Italia fascista de Mussolini envió armamento y muchos hombres que lucharon contra las fuerzas de la República, movida por la simpatía ideológica y la ganancia de un aliado. Portugal cerró las fronteras a los republicanos. El Vaticano apoyó a los sublevados, lo que alentó a los católicos de todo el mundo a favor de la “cruzada”.
Ayuda a la República (URSS, México y las Brigadas Internacionales)
La República intentó que la Sociedad de Naciones interviniese contra Italia y Alemania. También solicitó ayuda a las potencias democráticas, que se la negaron, creando el Comité de No Intervención. El gobierno conservador británico no quiso prestar ayuda para evitar tensiones con Hitler y Mussolini. Estados Unidos declaró su neutralidad. La URSS de Stalin aceptó la solicitud de ayuda y envió muchos aviones y carros de combate, lo que reforzó la posición de poder e influencia de los comunistas en el gobierno republicano. Las Brigadas Internacionales, formadas por voluntarios procedentes de todo el mundo, lucharon a favor de la República. México ayudó con la acogida de un gran número de exiliados.
Consecuencias de la Guerra Civil
Mantenimiento de la Represión
Se aprobó la Ley de Responsabilidades Políticas en 1939, se crearon tribunales militares y especiales, y se promulgó la Ley de Represión de la Masonería y el Comunismo.
Consecuencias Demográficas
Se produjo un gran número de fallecidos en la guerra.
Consecuencias Económicas
Hubo una reducción de la producción industrial y agraria.
Consecuencias Sociales
Se produjo carencia de alimentos y depuración de maestros, profesores, militares, etc.
El Exilio
Muchos españoles se vieron obligados al exilio. Los principales países de acogida fueron Francia, Rusia y México.
Consecuencias sobre la Cultura y la Educación
Se hizo obligatorio el estudio de Religión Católica y de Formación del Espíritu Nacional.
Consecuencias Internacionales
España inició 20 años de aislamiento político.