Rondeña, Granaína y Farruca: Análisis de Toques Flamencos

Rondeña

El toque por rondeña de concierto se considera una creación de Ramón Montoya Salazar (Madrid, 1880-1949), guitarrista cuya carrera profesional se desarrolló en los primeros treinta años del siglo XX. De esta generación, tenemos registros sonoros que nos permiten distinguir dos corrientes diferenciadas:

  • Influencia clásica: Representada por Ramón Montoya y Miguel Borrull.
  • Sector tradicional: Destacando a Javier Molina, promotor de la estética jerezana y el toque más rítmico.

Existen dos grabaciones de la rondeña de Ramón Montoya: una de 1928 y otra, más conocida y transcrita, de 1936, grabada en París.

Respecto a su nombre, puede provenir de los cantes de rondar o de la ciudad de Ronda (Málaga). Existen dos estilos llamados “rondeña”:

  • Cante con ritmo abandolao (ternario), que se toca como remate de la tanda de malagueñas. Su armonía es en Mi flamenco.
  • Toque de concierto de estilo libre.

El toque de concierto, heredado del mundo clásico desde Julián Arcas, se adoptó en la guitarra flamenca como un toque principal. La innovación de esta pieza radica en la inclusión de una nueva tonalidad (armadura de 3 sostenidos, correspondiente al modo de do# flamenco) y la escordatura (desafinación) de la guitarra, con la sexta cuerda en re y la tercera en fa#.

Granaína

Manuel Serrapí “Niño Ricardo” (cuya vida artística se desarrolló entre el periodo de entreguerras y la posguerra) representa una época en la guitarra donde predominaban los artistas especializados en el acompañamiento al cante. En Niño Ricardo se distinguen dos corrientes: la influencia de Ramón Montoya y la de Javier Molina (promotor de la estética jerezana) y Manolo de Huelva (aire bulería de Jerez).

Su principal característica es la expresividad, la generación de efectos y la flexibilización del tiempo. Inspiró a artistas como Paco de Lucía. Acompañó a figuras como Pastora Pavón, Vallejo, Pepe Pinto, Manolo Caracol, Juan Talega, Fernanda y Bernarda de Utrera, y Juanito Valderrama. Como solista, grabó toques por alegrías, soleá, serranas, granaína, tarantas, tientos, campanilleros, zapateado, zambra y fantasías.

La granaína, un fandango de Granada aflamencado, se caracteriza por su dificultad interpretativa. Su estructura es la de un fandango (copla de seis versos), en Si flamenco, modulando al Modo Mayor de Sol. Ramón Montoya le aportó riqueza armónica a través de las cuerdas al aire, creando disonancias (Bsus4(b9)).

Farruca

Agustín Castellón Campos, “Sabicas” (1912-1990), destaca por su virtuosismo. Se dedicó principalmente a la guitarra de concierto, aunque acompañó a figuras como Juanito Valderrama y Carmen Amaya. Influenciado por Ramón Montoya, su carrera cambió al instalarse en Nueva York. Guitarristas de perfil similar son Carlos Montoya, Vicente Gómez, Esteban de Sanlúcar y Mario Escudero.

Paco de Lucía descubrió a Sabicas en América: “Allí descubrí a Sabicas y a Mario Escudero, porque en España mamábamos del Niño Ricardo. A Sabicas y Escudero casi no se les conocía. Vi en Sabicas una nueva forma de tocar”. Sabicas colaboró con figuras del jazz como Charles Mingus, Ben E. King, Gill Evans, Thelonius Monk y Miles Davis.

“Farrucos” se les llamaba en Andalucía y Cuba a los emigrantes. El cante se popularizó a principios del siglo XX. En guitarra, la primera farruca la realizó Montoya en mi menor, derivando luego a la menor o rem. En el baile, es varonil, con mucho zapateado, y las mujeres lo bailan con pantalón. Se atribuye su invención a Faíco y Ramón Montoya. Rítmicamente, es un tango lento en modo menor (2/4 o 4/4).