La Primera Guerra Mundial (1914-1918)
El estallido del conflicto
El 28 de junio de 1914 fue asesinado en Sarajevo el heredero de la corona austriaca, el archiduque Francisco Fernando, por un estudiante bosnio. Como consecuencia, Austria, animada por Alemania, decidió anexionarse a Serbia, acusada de organizar el atentado, esperando que el resto de potencias se mantuvieran neutrales. Pero no fue así. En ese momento, y en solo una semana, se puso en marcha el juego de alianzas: Rusia declaró la guerra a Austria, Alemania a Rusia y a Francia, y la invasión de Alemania sobre Bélgica hizo que Gran Bretaña interviniera contra Alemania y Austria. La población era contraria a la guerra y pacifista, pero la rapidez con la que se desencadenó el conflicto y la convicción de que los responsables eran los adversarios estimuló la unión de todas las fuerzas políticas en las llamadas Uniones Sagradas.
Guerra de movimientos y de trincheras
En agosto de 1914, Alemania y Austria-Hungría gozaban de ventajas como ejércitos fuertes y fáciles comunicaciones, pero la guerra en dos frentes les obligaba a obtener una victoria rápida, ya que en caso de conflicto largo podían ser aislados mediante el bloqueo naval y ser atacados por las fuerzas coloniales movilizadas. El plan alemán preveía un ataque rápido contra Francia entrando por Bélgica y Luxemburgo, y una vez que ésta capitulara, centrar sus fuerzas en el frente ruso. Al principio, los franceses atacaron Alsacia, pero retrocedieron derrotados mientras los alemanes avanzaron sobre Francia pasando por Bélgica. Del 6 al 13 de septiembre, los franceses, reorganizados por el mariscal Joffre, pararon a los alemanes en la batalla del Marne, y así, y con ayuda de sus aliados, estabilizaron sus posiciones defensivas. En el frente oriental, el avance alemán fue mayor, pero las fuerzas rusas desarrollaron un contraataque sobre territorio austrohúngaro. En el frente occidental, el conflicto alcanzó su punto álgido en 1916 con la batalla de Verdún, en la que los franceses soportaron más de 4 meses las embestidas. Los aliados intentaron una ofensiva en Somme, pero sin éxito. En el frente oriental, el contraataque ruso sorprendió a los alemanes, pero una nueva ofensiva recuperó en el verano de 1915 los territorios ocupados anteriormente: Galitzia, la Polonia rusa y Lituania.
Los 14 puntos de Wilson
El presidente de EEUU, Woodrow Wilson, quería una paz fundada en el derecho y el respeto a las nacionalidades, libertad de derecho y desarme, y consolidación de la democracia, y los resumió en 14 puntos:
- Los tratados de paz son públicos y abiertos al mundo entero.
- Libertad de navegación fuera de las aguas territoriales.
- Eliminación de las barreras económicas dentro de lo posible y garantías para reducir el armamento de cada país.
- Renuncia a las pretensiones coloniales.
- La injusticia que cometió Prusia con Alsacia y Lorena ha de ser reparada.
- Los pueblos de Austria-Hungría deben tener un desarrollo autonómico.
- Creación de garantías internacionales para la independencia de los estados balcánicos.
- Creación de una Unión de Naciones para establecer una seguridad mutua entre estados.
Las consecuencias de la guerra
Los efectos demográficos y económicos
Murieron casi 8 millones de personas, 6 millones de inválidos, y un elevado número de mutilados y heridos. Fallecieron también a consecuencia del hambre, la falta de higiene y la gripe de 1918. La mortalidad afectó a hombres de entre 20 y 40 años, lo que causó un descenso de la natalidad, generaciones vacías. La Primera Guerra Mundial supuso la pérdida de la hegemonía económica de Europa. Francia perdió el 30%, Alemania el 22%, y la potencia industrial se redujo un 40% y la agrícola un 30%. En el año 1918, la situación económica europea era gravísima, todos estaban endeudados, tanto en el interior (empréstitos de guerra) como en el exterior (préstamos a EEUU). EEUU fue el más beneficiado de la guerra: su economía pasó a ser líder en las finanzas mundiales, su producto nacional bruto se dobló y sus reservas crecieron, su flota pasó a ser referente como redistribuidora del comercio mundial, y el dólar se convirtió en moneda base. La guerra benefició también a Japón: aumentó su producción para hacer frente a los pedidos de armamento europeos, aprovechó la ocasión para diversificar la producción industrial, modernizar infraestructuras, ampliar mercados y aumentar exportaciones. Gracias al desarrollo de su flota, puso en marcha la expansión comercial y marítima por el Pacífico, sudeste asiático y China.
Consecuencias políticas y territoriales
La Paz de París dio lugar a un reestructuramiento territorial europeo, un desmembramiento de los grandes imperios y la aparición de nuevos estados (Polonia, Finlandia…). Las transformaciones políticas más evidentes fueron el derrocamiento de las dinastías tradicionales: los Romanov en Rusia en 1917, los Habsburgo en Austria en 1918, y los Hohenzollern en Alemania en 1918. En Turquía se abolió el sultanato. La democracia fue ganando terreno: Alemania y Austria, así como nuevos países como Checoslovaquia o Hungría. El sufragio universal masculino se implantó en casi toda Europa y el voto femenino en muchos países.
Los cambios sociales
La guerra trastocó la estructura social de muchos países. Nuevos ricos aparecieron a consecuencia de beneficiarse de la guerra y sus negocios. La pobreza afectó a poseedores de rentas fijas y a los asalariados, que vieron reducida su capacidad adquisitiva. La hegemonía colonial europea empezó a verse contestada. Muchos pueblos colonizados, conscientes de su contribución en la guerra, esperaban mejoras en su situación. Las manifestaciones nacionalistas se extendieron por las colonias. Por último, las mujeres tomaron un nuevo papel, y es que al final de la guerra suponían el 35% del personal industrial de Alemania y Gran Bretaña. Los vestidos se hicieron más cortos y cómodos, se normalizó el verlas al volante, expresar libremente sus ideas…