Contexto Histórico-Cultural de la Obra de René Descartes
Introducción
René Descartes nació el 31 de marzo de 1596 en La Haye (Turena, Francia) y murió en Estocolmo en febrero de 1650. La obra a la que pertenece este análisis, Discurso del Método, es una introducción en forma de autobiografía intelectual a otros ensayos científicos donde pone a prueba el método que esboza en la misma (Dióptricas, Meteoros, Geometría). Aunque la publicó de manera anónima en francés, en una imprenta de Leiden (Holanda) en 1637, desde el principio se supo que se trataba de nuestro autor. Esta obra marcará un antes y un después en la trayectoria de Descartes, pues al hacerse conocido tendrá que buscar un retiro seguro desde donde continuar sus investigaciones.
Contexto Político y Económico
Descartes vivió una época muy convulsa. Desde un punto de vista político, está marcada por la estructuración de los estados soberanos en Europa a partir de las denominadas Guerras de Religión. Aunque su nombre expresa el origen de las mismas de carácter religioso, esto no fue sino la excusa perfecta para que muchos príncipes alemanes y reyes de otros territorios europeos legitimaran su escisión e independencia de la hegemonía que, desde la época medieval, tenía la iglesia católica romana en Europa.
Más en concreto, Descartes vivió toda la Guerra de los Treinta Años (1618-1648) que terminó por definir, tras la Paz de Westfalia, los límites tanto territoriales como dinásticos de las distintas monarquías y gobiernos de Europa, bajo el Absolutismo monárquico y su separación del poder papal. En esta guerra participó Descartes como soldado en dos ejércitos (con Mauricio de Nassau, estatúder de Holanda en 1618; con Maximiliano I, elector de Baviera en 1619, participando en la ceremonia de coronación del Emperador católico Habsburgo, Fernando II. Coronación que motivó el comienzo de dicha guerra).
Desde un punto de vista económico, las nuevas fronteras establecidas en Europa tras las guerras favorecieron la búsqueda de una independencia económica y un cambio en el modelo productivo de los Estados. La economía dejó de ser feudal y pasó a centrarse en la riqueza obtenida a través del comercio. Esto fue posible, tras el descubrimiento de América, estableciendo rutas comerciales por el mundo entero de manera segura. Asimismo, favoreció el crecimiento y fortalecimiento de una nueva clase social de comerciantes que aglutinó la riqueza y la economía del Estado. Holanda e Inglaterra son casos ejemplares. A este tipo de economía que busca generar riqueza nacional a través del mercado se le denomina mercantilismo. Mercado y Razón de Estado favorecieron la pacificación de Europa.
Contexto Educativo y Religioso
Descartes se había formado en la escuela jesuita de La Flèche (Anjou). Los jesuitas (Compañía de Jesús) fueron la Orden religiosa que lideró la defensa de la reforma católica romana y los intereses del papado (Contrarreforma) participando activamente en el Concilio de Trento (para fijar el dogma católico frente a los reformados) y en la educación de los jóvenes europeos católicos a partir de sus prestigiosos colegios. Fundados por Ignacio de Loyola a mediados del siglo XVI, favorecieron la obediencia ciega a los superiores jerárquicos de la Orden y al Papa, establecieron la jerarquía del conocimiento defendido por el catolicismo, y controlaron, a través del Índice de libros prohibidos y el Santo Oficio, la investigación y desarrollo de las ciencias nacientes en el contexto de la astronomía, las matemáticas y la física.
Contexto Cultural: El Barroco
Desde un punto de vista cultural, la época de la que hablamos se denomina Barroco. El Barroco es un espíritu general que impregna los logros en el campo de las artes y las ciencias durante el siglo XVII y comienzos del XVIII. Su característica fundamental es el aire pesimista, la conciencia de la fugacidad de la vida fundada en la experiencia violenta y sangrienta de la época en la que se desarrolla.
Artes Plásticas
En las artes plásticas encontramos logros históricos excepcionales. Mediante el mecenazgo, el estatuto del artista pasa del taller a la Corte, siendo Velázquez el caso paradigmático de la búsqueda del nuevo estatus socio-profesional del artista de Corte. El arte religioso y el cortesano predominan en esta época. Técnicamente destaca la depuración del estilo, el tenebrismo, y la teatralidad escénica en el paisaje. Se usa la mitología clásica como tema profano exigiendo un conocimiento y compromiso intelectual por parte del espectador. En los Países Bajos se retratan escenas de la vida cotidiana con gran virtuosismo, y con un tratamiento único de la luz.
Literatura
Literariamente es una época esplendorosa, naciendo la novela moderna (Cervantes) y el drama moderno (Shakespeare); la literatura sirve a los intereses religiosos del momento. Los dramas religiosos (autos sacramentales) sirven de vía para la reflexión religiosa y existencial del gran público. También el drama de corte jugará un papel fundamental para la crítica de los excesos del momento (Molière). La lírica española vivirá cimas nunca más alcanzadas gracias a los reformadores Teresa de Jesús y sobre todo Juan de la Cruz. Se usará en Europa tópicos literarios de los que el propio Descartes participará: el Sueño, el Teatro del mundo, el Libro de la vida, etc.
La Revolución Copernicana
El logro cultural más importante y espectacular de la época es la denominada Revolución copernicana. Con este nombre nos referimos al difícil comienzo de la ciencia moderna. Dos frentes fundamentales tuvieron que superar los fundadores de esta nueva ciencia: la autoridad teológica fundada en una lectura autorizada y muchas veces literal de la Biblia; y la jerarquía del conocimiento y sus profesionales establecidos por los escolásticos de la Universidad, que se basaban en Aristóteles y Tomás de Aquino. Los logros de estos padres de la ciencia moderna se sitúan en una nueva ordenación del saber al margen del principio de autoridad eclesiástica; una redefinición del edificio o