Los Filósofos Presocráticos y la Búsqueda del Arché

Los Filósofos Presocráticos

Introducción

A los primeros filósofos de la historia se les conoce como filósofos presocráticos. Estos pensadores desarrollaron su actividad entre los siglos VI a.C. y IV a.C. y la mayoría de ellos vivió con anterioridad a Sócrates (470-399 a.C.).

Estos filósofos se preguntaron por el origen y la composición de la naturaleza (physis). Su principal objetivo fue encontrar el principio fundamental (arché) a partir del cual se genera todo lo que existe. En griego, este principio fundamental se conoce con el término arché.

Con Sócrates y los sofistas, la problemática filosófica deja de ser la physis y pasa a ser la convivencia entre los hombres y la forma de conducirse por la vida. Como la vida en Grecia estaba ligada a las ciudades o polis, este nuevo rumbo impulsado por Sócrates se describe con la expresión…

Los Pensadores Presocráticos Más Importantes

  • La Escuela Milesia (procedente de Mileto): Tales, Anaximandro y Anaxímenes.
  • Pitágoras, que fundó la escuela pitagórica.
  • Heráclito.
  • Parménides y Zenón, que fundaron la escuela eleata (procedente de Elea).
  • Empédocles, Anaxágoras y los atomistas, que fundaron las corrientes pluralistas.

Anaximandro

Anaximandro (610-546 a.C.) también se preguntó por el arché y su respuesta fue el apeiron, que significa lo indefinido o ilimitado. Para este filósofo, el origen de todo lo que hay en la naturaleza debe ser completamente diferente a los objetos que existen en ella. Dado que todo lo existente se caracteriza por ser limitado y concreto, el apeiron tiene que ser el arché.

Anaxímenes

Para Anaxímenes (585-524 a.C.), el arché es el aire. A partir de este elemento se origina toda la naturaleza gracias a dos procesos: condensación y rarefacción.

  • La condensación consiste en comprimir lo disperso.
  • La rarefacción es el proceso opuesto, por el cual lo comprimido se dispersa.

El fuego es aire poco condensado; el agua es aire más condensado; en el punto máximo de condensación, el aire se convierte en tierra. En todas estas transformaciones, el aire se sitúa como elemento fundamental.

Los Pluralistas

Estos pensadores se separaron de su maestro al postular que lo existente tenía que ser una pluralidad, en lugar de una unidad. La pretensión de los pluralistas era explicar el movimiento y salvar las apariencias. Se dieron cuenta de que la lógica de Parménides conducía al monismo, a un camino sin salida, ya que el movimiento no era explicable con un único principio. Para esquivar la lógica parmenídea era necesaria una pluralidad de principios. Los pluralistas más representativos fueron Anaxágoras, Empédocles y los atomistas.

Anaxágoras

La principal contribución de Anaxágoras (Clazomene, 500-428 a.C.) fue la introducción, en la reflexión sobre el mundo, del concepto de nous (o mente). En su origen, el universo era una masa completamente mezclada e indiferenciada, no había objetos y no existía preponderancia de unos elementos sobre otros. Anaxágoras introdujo el concepto de nous, una causa externa que generó un impulso rotatorio por el que los elementos se fueron separando en círculos. Según Anaxágoras, la realidad se compone de partículas diminutas o semillas que Aristóteles denominó homeomerías.

Empédocles

Empédocles (Agrigento, 493-433 a.C.) reconoce la existencia de los cuatro elementos: tierra, agua, fuego y aire, a partir de cuya combinación se forman tanto los seres vivos como los inertes. Empédocles caracterizó estos elementos de forma semejante al ser de Parménides:

  • El universo es pleno.
  • El universo es eterno.
  • El universo es finito.

Para explicar la reordenación y la combinación de los elementos, Empédocles introdujo dos fuerzas: el amor y la discordia.

  • La fuerza del amor sirve para explicar por qué los elementos se unen.
  • La discordia explica por qué se desunen.

Empédocles distinguió, por tanto, entre la materia que compone la naturaleza y las fuerzas necesarias para que se produzcan uniones y desuniones.

Los Sofistas

Se conocen como sofistas a los profesores que enseñaban la habilidad oratoria; su oficio se encuentra ligado, por tanto, a la vida democrática. Aunque enseñaban el arte de la oratoria, ellos mismos no tenían derecho a emplearla. En segundo lugar, los viajes les proporcionaron una experiencia muy amplia sobre la realidad social de su tiempo. Los sofistas distinguen entre la naturaleza (physis), caracterizada por sus leyes deterministas y necesarias, y las leyes humanas que gobiernan la ciudad (nomos), que tienen un origen convencional y no necesario, y dependen de la voluntad del legislador. Los dos sofistas más destacados fueron Protágoras y Gorgias.

Protágoras

Protágoras (Abdera, 480-411 a.C.) está considerado como el primer sofista profesional. Se especializó en enseñar el arte de la persuasión a sus alumnos, a quienes ejercitaba en la práctica de argumentar a favor y en contra de una misma tesis. Protágoras afirmaba que “El hombre es la medida de todas las cosas“. De esta sentencia se deduce que cualquier afirmación puede ser verdadera o falsa en función de quien la pronuncie. Este punto de vista se conoce como relativismo, y consiste en negar que existan la verdad y la falsedad absolutas.