El Arte Gótico: Historia, Arquitectura, Escultura y Pintura

El Arte Gótico

Introducción Histórica

En el siglo XII, la religión, la monarquía y el feudalismo marcaron las primeras pautas de una sociedad que, gracias al crecimiento demográfico y al perfeccionamiento de los métodos comerciales y agrícolas, inició su periodo de expansión. En el siglo XIII se inició una etapa de prosperidad económica y comercial que posibilitó el auge de los burgos y la aparición de la burguesía, cuyo poder provenía del enriquecimiento mercantil. Este nuevo grupo social impulsó la cultura, la cual pasó a manos de las órdenes mercantiles de las ciudades, las cuales crearon escuelas y universidades.

Una grave crisis económica, junto al hambre, guerras y epidemias, fueron las causas del descenso demográfico y económico. De manera paralela a esta crisis, se inició una nueva corriente, el Humanismo, basada en la experiencia individual del ser humano.

El arte gótico se gestó en la Isla de Francia, y a partir de aquí se extendió por Europa occidental. A principios del siglo XV el gótico fue sustituido por el Renacimiento, pero en España, Francia e Inglaterra se mantuvo más tiempo. El término Gótico fue introducido por artistas renacentistas, que lo utilizaban para referirse al tipo de arquitectura medieval que condenaban y atacaban por parecerles bárbara e inferior. Se definió el estilo gótico que servía para referenciar la arquitectura.

El arte gótico, desarrollado en el ámbito urbano, tuvo en la arquitectura su principal expansión artística. Las catedrales fueron las construcciones más importantes, orgullo de todas las ciudades. El sentido ascensional de sus formas y la intensa luminosidad interior pretendían crear el espacio ideal para acercarse a Dios. En la escultura y la pintura, se mantiene la influencia religiosa, tratada con trazos suaves, pero también aparece la temática profana.

Arquitectura

La catedral es el edificio más importante de la arquitectura gótica. La nueva espiritualidad religiosa y las innovaciones técnicas y constructivas permitieron levantar edificios más altos y muy luminosos. Los elementos fundamentales fueron el arco apuntado y la bóveda de crucería, que resultó del cruce de arcos ojivales. Los arquitectos abrieron grandes ventanales, que fueron ricamente ornamentados con vidrieras de colores. La mayor altura y amplitud de las naves y el alargamiento de muros obligó a reforzar exteriormente la estructura. Eso se consigue empleando un sistema de arbotantes.

La planta se organiza en tres o cinco naves longitudinales (la central, más alta y más amplia), una cabecera con un transepto corto, y el deambulatorio circundado de capillas radiales. En el exterior se hallan las portadas, decoradas con una rica ornamentación escultórica. También destacan en el interior la cubierta a dos aguas y el cimborrio que puede coronar el crucero. Los otros elementos arquitectónicos destacados son los pináculos y los gabletes o acabados en punta, que acentúan la verticalidad de los edificios.

Tipos de Edificios

Religiosos:

Las características constructivas de los monasterios del Císter muestran la etapa de transición entre el románico y el gótico, y la aparición del Cisterciense, un estilo propio con arcos apuntados y bóvedas de crucería. Las catedrales góticas caracterizaron el Gótico septentrional o francés. Como principales catedrales del Gótico francés destacan las catedrales de Notre Dame y Chartres. La obsesión por la altura dio paso a un notable alargamiento de las catedrales. Este estilo es conocido como gótico radiante y encontramos la Sainte-Chapelle de París. Posteriormente, la tracería, las bóvedas y la ornamentación se complicaron y generaron un estilo llamado gótico flamígero.

En Italia, nunca se aceptó el modelo gótico francés, pero sus iglesias poseían elementos de este. El exterior de las catedrales italianas presenta un revestimiento de mármol de colores, mosaicos dorados, decoración en relieves, y el campanario separado de la catedral.

De gran influencia catalana, encontramos el gótico meridional, surgido en el sur de Francia, en la catedral de Albi, el cual potencia la línea horizontal, y prefiere una sola nave amplia sin transepto. Los muros interiores no tienen decoración, y los contrafuertes aguantan la presión de las bóvedas de crucería. Destacamos Santa María del Mar.

Civiles:

Tuvo mucha importancia en este periodo, principalmente a partir del siglo XIV. Los trabajos de construcción eran facilitados por el empleo de la bóveda de crucería y el arco apuntado. El gótico civil siguió la misma evolución estilística y artística que el religioso. Destacan los castillos de Manzanares el Real de Madrid y el de Bellver.

Escultura

La escultura gótica fue liberándose de la relación anterior que tenían arquitectura y escultura, aunque se mantuvo ligada a la decoración de edificios religiosos. La escultura se convirtió en el principal elemento de ornamentación de las fachadas. Se poblaron de estatuas que representaban temas religiosos, configurándose así la portada real. En el interior de los templos, la decoración escultórica solo está presente en los relieves.

Las figuras escultóricas de este periodo se humanizan a través de diferentes recursos, como la elegancia de los movimientos, la preocupación por la corporeidad y volumen, la estilización y redondez de líneas, y el naturalismo en determinados gestos de expresión. La temática oscila entre el Juicio Final, la Virgen María y el Apocalipsis. Se utilizan materiales como la piedra, el alabastro policromado y la madera.

Estas esculturas tuvieron gran influencia en los retablos y en los elementos funerarios. Se puede apreciar la individualización de los rostros y los detalles, así como una gran preocupación por el realismo. En Italia, la escultura muestra un lenguaje muy expresivo, y destacan padre e hijo, Nicola y Giovanni Pisano.

Pintura

La sustitución de muros en las catedrales por amplias vidrieras supuso una enorme reducción de espacio. Esto provocó el abandono de la pintura mural al fresco y la generalización de la pintura sobre tabla y la pintura de vidrieras, aunque, de manera paralela, también las miniaturas. Los temas tratados por la pintura gótica fueron básicamente religiosos, con una preferencia por las representaciones de la vida de María y Jesús, y los temas profanos.

La pintura gótica se caracterizó por un canon y unas proporciones naturales, con agresividad gestual en las figuras. El marco espacial de las composiciones se fue definiendo por medio de arquitecturas y paisajes. En cuanto a la técnica, destaca el uso de la pintura al temple, y en Italia, el fresco y la pintura al óleo, extendida gracias a los hermanos Van Eyck.

Estilos de Pintura Gótica

  • Estilo Francogótico: Arte de las vidrieras y de la miniatura. Destacan ejemplos como la Sainte-Chapelle y las vidrieras de la catedral de León.
  • Estilo Italogótico: En Italia, como herencia del arte bizantino, se fue mezclando con un cierto naturalismo. Predominio de la línea curva y la búsqueda del volumen en figuras. También se combinaron fondos dorados con decoraciones arquitectónicas o paisajísticas muy simples. La producción de este estilo estuvo dividida en Siena, donde destacan Duccio y Simone Martini, y Florencia, donde encontramos a Giotto y Cimabue.
  • Estilo Internacional o Cortesano: Desarrollado en el ambiente de las cortes europeas, se muestra como resultado de la combinación de formas y figuras aristocráticas elegantes, con detalles naturalistas, como la alternancia de fondos dorados y ambientes paisajísticos. Destaca Lluís Borrassà.
  • Escuela Flamenca: Desarrollada en los Países Bajos y Flandes. El perfeccionamiento de la pintura al óleo permite a los artistas flamencos representar la realidad con un grado de detallismo sublime y obtener luminosidad. En cuanto a temática, encontramos temas religiosos y profanos. Jan van Eyck, autor junto a su hermano Hubert de La Adoración del Cordero Místico, donde destaca una gran minuciosidad. También destaca Roger van der Weyden, cuya obra destaca por la captación emocional de los personajes. Bartolomé Bermejo y Lluís Dalmau destacan en la Península. El Bosco también destaca por ser un artista singular, que sigue una técnica muy minuciosa que caracteriza el arte flamenco, pintando temas entre el mundo real y el mundo onírico.