La Segunda Revolución Industrial: Innovación y Transformación Económica

La Segunda Revolución Industrial

Introducción

En la segunda mitad del siglo XIX, entre 1870 y 1914, tuvo lugar una segunda fase del desarrollo económico conocida como la Segunda Revolución Industrial. Este período se caracterizó por el desarrollo de nuevas fuentes de energía, nuevas industrias, avances significativos en los transportes y las comunicaciones, un proceso de concentración empresarial y el desarrollo del capitalismo financiero. Además, se presenció la pérdida de la supremacía industrial británica ante la aparición de nuevas potencias industriales dentro y fuera de Europa.

1.1 Nuevas Fuentes de Energía e Industrias

Una de las características principales de una economía moderna es la aplicación de innovaciones técnicas a las actividades económicas. Esta relación entre investigación y empresa se intensificó en la segunda mitad del siglo XIX. Se generalizó la necesidad de impulsar y proteger la invención mediante patentes. La creciente interdependencia entre la ciencia, la ingeniería y la industria hizo florecer los laboratorios de investigación públicos y privados. Múltiples sectores experimentaron grandes innovaciones.

Durante la Segunda Revolución Industrial, las innovaciones técnicas y sus aplicaciones afectaron especialmente a tres sectores punteros de la industria: el siderúrgico, el químico y el eléctrico.

1.1.1 La Siderurgia

En la siderurgia, se lograron avances notables, muchos de ellos relacionados con la era del acero. La producción de acero fue posible gracias a la aplicación del convertidor Bessemer. Las características del acero posibilitaron la fabricación de máquinas y motores más precisos. El hallazgo de aceros especiales o aleaciones y de nuevos metales permitió el desarrollo de diversas industrias.

1.1.2 La Industria Química

A mediados del siglo XIX, la industria química estuvo ligada a avances científicos como el método Solvay y la síntesis de compuestos orgánicos, que permitieron obtener colorantes, explosivos y fibras artificiales. Las innovaciones se aplicaron a la creación de productos farmacéuticos, medicamentos y perfumes. La mayor parte de la producción del sector químico la proporcionaban los productos de base, los abonos minerales elaborados y los explosivos.

1.1.3 La Electricidad y el Petróleo

La Segunda Revolución Industrial se caracterizó por la aparición de dos nuevas fuentes de energía que comenzaron a desplazar lentamente al carbón y al vapor: la electricidad y el petróleo. La electricidad, que no pasaba de ser una curiosidad científica a comienzos del siglo XX, experimentó un gran desarrollo gracias al invento de la dinamo por Gramme, la lámpara de filamento por Edison, los motores eléctricos transportables y las turbinas. Pronto se comprobaron las múltiples aplicaciones de la electricidad: alumbrado público, transportes, comunicaciones, ocio, etc. El petróleo, la segunda fuente de energía, comenzó a usarse como materia prima, aunque el carbón siguió siendo dominante en la generación de energía. El gran salto de la industria petroquímica estuvo ligado al desarrollo del motor de explosión.

1.2 El Gran Impulso de los Transportes y las Comunicaciones

En la segunda mitad del siglo XIX, la expansión del ferrocarril y de la navegación a vapor se vio acompañada por la aparición del tranvía, el metro, la bicicleta, el automóvil y la incipiente aviación. El progreso en los transportes y las comunicaciones tuvo intensos efectos económicos y sociales.

1.2.1 El Ferrocarril

El ferrocarril era el rey de los transportes. La sustitución del hierro por el acero permitió aumentar la resistencia de los raíles y la capacidad de los vagones. Se incrementó la velocidad y la seguridad.

1.2.2 La Navegación a Vapor

Los buques de vapor acabaron imponiéndose a los barcos de vela. Las innovaciones técnicas en la refrigeración permitieron el transporte de carne y otros productos agrarios refrigerados.

1.2.3 El Automóvil

El automóvil está ligado al desarrollo de dos inventos: el motor de explosión movido por gasolina y el neumático. El primer automóvil que incorporó el volante y el motor en la parte frontal fue desarrollado por los franceses. Sin embargo, la producción de coches con motor de gasolina pasó a manos de Estados Unidos.

1.2.4 La Aviación

La aviación inició sus primeros pasos con la invención del aeroplano por los hermanos Wright.

1.2.5 Tranvías, Metro y Bicicleta

Los tranvías y los ferrocarriles eléctricos subterráneos mejoraron el tráfico interior y cambiaron la fisonomía de las ciudades. La bicicleta, un invento de notable trascendencia tecnológica, también contribuyó a la movilidad urbana.

1.2.6 Teléfono y Telegrafía sin Hilos

El teléfono y la telegrafía sin hilos permitieron una transmisión casi instantánea de las noticias. En la prensa, estos avances impulsaron la prensa de masas y la consolidación de las empresas informativas.

1.3 Las Nuevas Potencias Industriales

En 1870, el Reino Unido era el principal productor mundial de manufacturas. Sin embargo, el II Reich alemán conoció una rápida expansión económica y se convirtió en la segunda potencia industrial mundial, ocupando el segundo puesto en el comercio mundial.

1.3.1 Estados Unidos

En Estados Unidos, la industrialización se aceleró, convirtiéndolo en la primera potencia industrial del mundo. Factores como un enorme mercado interior, la abundancia de recursos minerales, la rápida construcción de una amplia red ferroviaria, la división geográfica del trabajo y las innovaciones técnicas contribuyeron a este desarrollo. La gran empresa industrial moderna nació en Estados Unidos.

1.3.2 Japón

La industrialización también llegó a un país asiático y feudal como Japón. En 1854, un navío de guerra estadounidense amenazó con bombardear Tokio si Japón no abría sus mercados. Este evento aceleró el fin del sistema feudal e impulsó la modernización económica. El emperador Mutsu-Hito designó un gobierno Meiji que inició profundas reformas y adoptó modelos occidentales. El Estado casi monopolizó la actividad empresarial, facilitó la adquisición de empresas gubernamentales y permitió una concentración industrial y financiera que adoptó formas similares a los trusts y que en Japón se denominaron zaibatsu.