Las Vanguardias Artísticas del Siglo XX

Las vanguardias son movimientos artísticos desarrollados en las primeras décadas del siglo XX. La palabra destaca el carácter innovador, rebelde y provocador de las nuevas tendencias. Los vanguardistas reaccionan contra los valores, las producciones estéticas y la tradición literaria de la burguesía de la época.

Características generales:

  • Tienden a formar grupos, a declarar sus principios en manifiestos y a publicar sus obras en revistas literarias.
  • Rechazan la imitación de la realidad, la verosimilitud (antirrealismo) de lo narrativo. Sus obras debían crear una nueva realidad que tuviera valor por sí misma y no por semejanza.
  • La oposición a la tradición artística y cultural anterior y afán de realizar un cambio total.
  • Rechazo del sentimentalismo y la subjetividad en favor del vitalismo y el juego.
  • Voluntad de renovación y experimentación poética, que se expresa con la preferencia de metáforas e imágenes que se acumulan en un poema, ausencia de rima, de enlaces sintácticos y de signos de puntuación; disposición tipográfica especial del poema en la página, en la búsqueda de efectos visuales y plásticos; creación abundante de neologismos.

También destaca el entusiasmo por el mundo moderno y la exaltación de la ciudad. A los artistas les fascinan los inventos de la sociedad moderna: las máquinas (teléfono, tranvías, automóviles…) y el cine. La ciudad moderna ofrece variedades arquitectónicas, sobre todo rascacielos y ascensores, nuevas fábricas, luces… se crean grandes hoteles en ciudades como Madrid y Barcelona. Debido a todo esto se dará paso a los aspectos negativos del capitalismo. Los vanguardistas tienen interés en juegos, deportes… como la natación, el tenis…

Las Vanguardias Europeas

Entre 1909 y 1929 aparecieron en Europa muchos movimientos de vanguardia, también llamados ismos.

El Futurismo

En 1909 se publicó el Manifiesto de esta tendencia dirigida por Filippo T. Marinetti. El futurismo es antirromántico, patriótico y militarista. Admira el riesgo, la rebeldía, la violencia, la velocidad, la agresividad artística, la belleza de los avances de la modernidad: máquinas, ciudades…

El Cubismo

Apareció como manifestación de las artes plásticas, con él desaparece la noción tradicional de perspectiva, yuxtapone planos y representa figuras con formas geométricas. En literatura destaca la creación de Guillaume Apollinaire, que en sus obras Alcool (1913) y Caligramas (1918) incorporó la superposición de imágenes, la técnica del collage y la creación de poemas que conforman un dibujo.

El Dadaísmo

(1916) encabezado por Tristan Tzara. El primer manifiesto tiene carácter provocador y nihilismo (negación completa del arte y cultura anterior, abolición de la lógica y la memoria). Reivindican la libertad, independencia, el absurdo y el humor.

El Surrealismo

Propuso una nueva manera de ver el mundo y constituyó una verdadera revolución espiritual. André Breton en su primer Manifiesto Surrealista (1924) expuso los principios de la tendencia: incorporar a la creación el funcionamiento real del pensamiento, el mundo del subconsciente, que se expresa en los sueños, mediante la escritura automática, es decir lograr que salga el mundo interior sin que la razón intervenga en ello. Los creadores más importantes son: Louis Aragon, Paul Eluard, Robert Desnos. Posteriormente los surrealistas manifestarán su preocupación política por la liberación social del ser humano. El surrealismo se expandió por toda Europa e Hispanoamérica.

Las Vanguardias en España

En el surgimiento de las vanguardias hay que tener en cuenta los rasgos culturales de la época como la europeización y las iniciativas culturales liberales. Los poetas españoles viajaron sobre todo a París y estuvieron en contacto con nuevos artistas de diferentes vanguardias, de ellos recibieron muchas influencias. En Barcelona y Madrid hubo exposiciones de pintores cubistas y se publicaron poemas de autores franceses. Ramón Gómez de la Serna fue un vanguardista fundamental en España. En 1909 publica la revista Prometeo, que él dirigía; en 1910 la Proclama futurista a los españoles, escrita por Marinetti. De 1909 hay un discurso, El concepto de la nueva literatura. En 1918 Vicente Huidobro (poeta chileno) llegó a Madrid. Su presencia fue muy importante por la influencia que tuvo sobre los ultraístas y, sobre todo, porque fue el fundador del creacionismo.

Ramón Gómez de la Serna

Tuvo el papel de promotor y guía de las vanguardias, fue reconocido por muchos poetas. A partir de 1915 desarrolló esta labor desde la tertulia que organizaba en el Café Pombo y de su revista Prometeo. Organizó en Madrid la primera exposición de pintores cubistas y participó en numerosas reuniones y homenajes. Le gustaban las metáforas e imágenes, el humor y el juego. Destacan sus greguerías, donde se manifiesta su estética particular, en 1914 apareció la primera edición. Él mismo definió este género nuevo como “metáfora + humor”. Las greguerías son breves y ofrecen una visión insólita de los objetos y la vida cotidiana. Se basan en comparaciones, metáforas e imágenes, paradojas y aliteraciones, falsas etimologías, juegos de palabras y metonimias.

El Ultraísmo

(1918) surgió bajo la influencia de Huidobro y la guía de Rafael Cansinos Assens. Los ultraístas declaran en sus manifiestos afán por la renovación y su apertura a todas las tendencias, por lo que en él se integraron influencias del dadaísmo, del futurismo y del cubismo. Rechazó lo sentimental, lo lógico, lo mimético… se caracteriza por la importancia de la metáfora y de las imágenes yuxtapuestas, las percepciones fragmentarias, los neologismos, la especial disposición tipográfica de los versos y los caligramas. Los poetas más destacados son Pedro Garfias, Jorge Luis Borges y Guillermo de Torre; en poesía gráfica Isaac del Vando-Villar, Adriano del Valle y Eugenio Montes. Entre las publicaciones: Los Quijotes, Ultra

El Creacionismo

Vicente Huidobro fue quien lo difundió por España y el que expuso sus principales rasgos: no a la imitación de la realidad, no a la narración y a la descripción. Gerardo Diego define en Estética su concepto de la poesía en relación con la música, que tampoco imita a la realidad. El creacionismo está influido por diversas vanguardias, sobre todo por el cubismo, el creacionismo se basa sobre todo en la yuxtaposición de imágenes dobles o múltiples, en las asociaciones ilógicas o desconcertantes. Destacan Gerardo Diego y Juan Larrea.

El Surrealismo

El surrealismo no tuvo un grupo dirigente, ni jefe, ni manifiestos, algunos poetas negaron su relación con este movimiento y se rechazó la técnica de la escritura automática. Pero pronto se conocieron las ideas y obras de los surrealistas franceses y surgieron adeptos a esta tendencia. Algunos hechos y personajes destacados son: André Breton en 1922, pronunció una conferencia en el Ateneo de Barcelona/ en 1925, Louis Aragon dio una conferencia en la Residencia de Estudiantes/ Juan Larrea y José María Hinojosa difundieron las ideas surrealistas por París./ En Santa Cruz de Tenerife surgió un grupo que destacó por su alta calidad artística: Agustín Espinosa, Pedro García Cabrera, Ameterio Gutiérrez Albelo y Domingo López Torres.

Temas y Técnicas de la Poesía Surrealista

Entre los temas destacan la pasión por la libertad (amorosa, emocional, literaria) y el azar, la importancia del mundo interior y de las emociones, los sueños y lo instintivo, el gusto por lo misterioso, lo insólito y lo maravilloso, y el amor. La carencia de esos anhelos los lleva a la rebelión contra la sociedad burguesa, critican sus convencionalismos, leyes e instituciones; la desolación y la angustia, la necesidad de huir, los muertos en vida, los motivos macabros, suciedad, basura y muerte. Les fascinan los objetos, que se acumulan y sirven para objetivar experiencias o que poseen un valor simbólico. Entre los recursos expresivos hay que mencionar las imágenes visionarias, irracionales, violentas y descoordinadas que se acumulan y yuxtaponen; la falta de coherencia textual en algunos casos, la preferencia por el lenguaje hablado, las expresiones coloquiales y el uso de aliteraciones, repeticiones y juegos de palabras. En métrica casi siempre utilizaron el verso libre.