– La Segunda República Española se prolongó desde 1931 hasta 1939. Sin embargo, sus últimos 3 años estuvieron al servicio de la guerra civil. En sus primeros 5 años se abordó un proyecto de corte republicano en España, en el que se intentó instaurar un sistema democrático moderno y amplias reformas con las que se pretendía dar respuesta a los problemas del pasado (cuestión territorial, relación iglesia-estado, reforma agraria). Se proclamó en un contexto de conflictividad social, de auge de los fascismos y de la consolidación del comunismo en la URSS. Finalmente, la sublevación militar de 1936 desencadenó una larga y cruenta guerra civil en España.
– Tras la caída del dictador Primo de Rivera en 1930, la corona volvió a intervenir en política cediendo el poder a Berenguer (“dictablanda”). Se firmó el Pacto de San Sebastián que pretendía acabar con la monarquía de Alfonso XIII e instaurar la república, pero este intento fracasó. El cese de Berenguer y el ascenso del almirante Aznar trajeron la convocatoria de elecciones municipales y los principales ayuntamientos quedaron en manos republicano-socialistas. El 14 de abril se proclamaba la república en Eibar y el rey partía al exilio.
– Entre abril y junio de 1931 se formó un gobierno provisional presidido por Zamora. Entre los hombres fuertes se encontraban Azaña, Largo Caballero y Fernando de los Ríos. Los problemas del gobierno provisional fueron:
- Conflicto religioso: El cardenal Segura ensalzaba la labor de la monarquía por su defensa de la iglesia y alentaba a la formación de un frente católico. El anticlericalismo se dejó sentir.
- Conflictos sociales: Protagonizados por pescadores de Pajares, los trabajadores de Telefónica, los mineros asturianos y los trabajadores del campo.
Aunque la actividad del gobierno estuvo limitada por la futura convocatoria de cortes constituyentes, había una serie de cuestiones consideradas inaplazables como:
- El trabajo en el campo: donde destacó la ley de términos municipales, la creación de jurados mixtos de trabajo rural, la jornada laboral de 8 horas, la obligación de cultivar y labrar las tierras, la promesa de una futura reforma agraria…
- En educación: el ministro Marcelino Domingo establecía el bilingüismo en las escuelas catalanas, se creó el Consejo de Instrucción Pública y se suprimió la obligación de la enseñanza religiosa.
- El ejército: donde los decretos de Azaña se centraron en el nombramiento en los cargos importantes a oficiales favorables a la república, la exigencia de fidelidad a la república, disolución de los organismos judiciales especiales sustituidos por una sala judicial, se cerró la academia militar de Zaragoza dirigida por Franco… Todas estas medidas buscaban minimizar el papel de las fuerzas armadas en la vida política.
- Cataluña: donde triunfó la Esquerra Republicana que llevó a la proclamación de la república catalana y se llegó al compromiso de una futura autonomía.
– En junio de 1931 se celebraron elecciones generales a cortes constituyentes (presididas por Julián Besteiro) donde triunfó la coalición republicana-socialista. Los debates fueron en torno a la relación iglesia-estado y, además, reconocía el voto femenino. Los principales rasgos que caracterizan la constitución de 1931 son que era: una constitución de izquierdas y democrática; se definía como una república de trabajadores de todas las clases; tenía poco consenso en materia religiosa y reconocía el sufragio universal. Sancionaba: soberanía nacional, una amplia serie de derechos y libertades, la división de poderes (el poder ejecutivo era dual, formado por el presidente de la república y el gobierno, el legislativo residía en unas cortes unicamerales y en el congreso de los diputados y el judicial era independiente), el sufragio universal directo y secreto para los mayores de 23 años, la república democrática como forma de gobierno, se creó una diputación permanente y se reconocía la unidad de España, se preveía la posibilidad de cambiar las relaciones de producción y España se declaraba una república laica (supresión del mantenimiento del clero y del culto, prohibición de la práctica en la enseñanza, industria y comercio a las órdenes religiosas, aprobación del divorcio…). Las consecuencias de la separación iglesia-estado fueron la oposición de la derecha católica y de la jerarquía de la iglesia, el aumento del anticlericalismo, los cambios dentro de la coalición gubernamental y las cortes juzgaron las actuaciones de Alfonso XIII. La aprobación de la constitución ponía fin al gobierno provisional, el presidente Azaña dimitía y pasaba el cargo a Zamora.
– Comenzaba el bienio reformista (1931-33) en el que el gobierno agrupaba fuerzas republicanas progresistas, nacionalistas y socialistas y contaban con un sólido apoyo parlamentario.
Se emprendió una labor legislativa en la que destacaron: El estatuto de Autonomía de Cataluña, aprobado tras la sanjurada, definía a Cataluña como “Región autónoma dentro del territorio español”, imponía la igualdad lingüística, el control de la educación, impuestos y orden público, la creación del Tribunal de Garantías Constitucionales… En el País Vasco los nacionalistas y los carlistas se reunieron para abordar un anteproyecto de Estatuto de Autonomía, este tenía una raíz popular y rural y presentaban vínculos con la religión. Como el problema agrario era estructural y muy grave para un país predominantemente agrario, se estableció la Ley de la Reforma Agraria con el fin de solucionar el desigual reparto de la propiedad de tierra. Este fue aprobado en 1932 y pretendía expropiar las tierras de los grandes de España sin indemnización, las tierras procedentes de los señoríos con indemnización y expropiar las tierras de los cultivadores directos que sobrepasasen unos límites máximos. Para calmar a los campesinos, el gobierno promulgó el decreto de Intensificación de los Cultivos, así las tierras no cultivadas podían ser cedidas.
– Los principales problemas del bienio reformista fueron: Problemas sociales: los sucesos de Castilblanco, el levantamiento de los mineros del Alto Llobregat, huelgas y levantamientos sociales (Manresa, Sevilla, Toledo) y la oposición patronal de los grandes terratenientes del campo. Militares: el levantamiento armado de Sanjurjo en agosto de 1932. Religiosos: como la separación iglesia-estado que tuvo como consecuencia la oposición de la jerarquía eclesiástica y de los sectores católicos más reaccionarios. Y por último políticos: como atentados fallidos, conspiración monárquica y militar, caída de Azaña, sucesos de Casas Viejas, radicalización del PSOE, el auge de la derecha (CEDA) y la crisis económica de 1933 por las malas cosechas.
– Con las elecciones de 1933 se iniciaba el bienio negro/derechista (1933-36). Fueron las primeras elecciones en las que pudieron votar las mujeres y estas fueron ganadas por la derecha. Este bienio puede dividirse en dos períodos: El radical (1933-34, Partido Radical de Lerroux y Ricardo Samper) y el radical-cedista, caracterizado por la entrada de ministros de la CEDA en el Gobierno (1934-36). Las primeras medidas del gobierno de Lerroux fueron: la investigación sobre el golpe de 1932 se zanjaba, subvenciones para el clero, los salarios en el campo se rebajaron y el paro aumentó, discriminación laboral y protección a los grupos de extrema derecha. También tuvo que hacer frente a la huelga general en Madrid y en el campo promovida por la FNT, a manifestaciones de la extrema derecha reclamando el gobierno y al enfrentamiento con Cataluña y País Vasco. Y por último, a la revolución de 1934. En 1934 hay un proceso de derechización del gobierno, se forma un gobierno de coalición radical-cedista, una campaña de huelgas en todo el país aunque con mayor gravedad en Asturias y Cataluña. Las consecuencias de esta revolución fueron tanto sociales (las Cortes tomaron una serie de medidas como la Ley de Arrendamientos Rústicos, ley de Contrarreforma Agraria, no se renovó la ley de Intensificación de los cultivos y los salarios siguieron bajando y el paro aumentó) como políticas (suspensión de la autonomía de Cataluña, Lerroux se plantea la revisión de la Constitución, se forma un nuevo gobierno de coalición con mayor presencia de la CEDA y se colocaban en puestos clave a militares peligrosos). La causa del agotamiento del bienio hay que buscarla en las consecuencias de la revolución de Asturias y en la corrupción. Zamora apartó a Lerroux y acabó decantándose por Chapaprieta. Durante su mandato salió a la luz el escándalo del estraperlo. Finalmente, se convocaron elecciones para febrero de 1936 en las que triunfó la izquierda, agrupada en torno al FPopular.
– Los antecedentes del FPopular son la radicalización de las posturas políticas y un panorama internacional adverso (auge de los fascismos, comunismo y los frentes populares). Se llama FPopular a la coalición de partidos de centro izquierda y de izquierda (la CNT no participó pero prestó su apoyo). Tenían un programa común que hacía hincapié en el restablecimiento de la política de reformas del primer bienio y en la concesión de una amnistía. La campaña electoral fue dura y estuvo dividida en dos bloques (derecha dividida e izquierda unida en el FPopular). Las elecciones fueron ganadas por el FPopular, quien se encontró asfixiado por el radicalismo proletario, la extrema derecha, los problemas de orden público, el pistolerismo y los rumores de un golpe de estado. Entre las primeras medidas del nuevo gobierno, destacaron: la puesta en libertad de presos políticos, el restablecimiento de la Generalitat, se alejaba de la Península a los militares peligrosos, destitución del Presidente de la República, Zamora por Azaña… Los problemas a los que tuvo que