1. Causas de la Aparición de la Dictadura (1914-1923)
A) Ruptura de los Partidos Dinásticos
B) Crisis del 1917: Intervencionismo Militar, Protestas de la Oposición Parlamentaria y Huelga Obrera
C) Violencia del Movimiento Obrero
D) La Guerra de Marruecos: Desastre de Annual
2. La Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930)
A) Directorio Militar (1923-1925)
B) Directorio Civil (1925-1930)
C) El Final de la Dictadura
Durante los primeros 30 años del siglo XX, la Restauración Borbónica, desde 1902 con Alfonso XIII, fracasados todos los intentos reformistas para suavizar el desastre del 98 y las enormes desigualdades sociales de riqueza, resultó incapaz de resolver los problemas del país. Para mantenerse en el poder, Alfonso XIII terminaría destruyendo el sistema canovista, apoyándose en la dictadura de Primo de Rivera que se vio facilitada por la conjunción de tres fenómenos históricos:
- Económico: enriquecimiento de las clases dominantes por los beneficios de la Primera Guerra Mundial.
- Social: desigualdades entre las clases dominantes y el resto de la población.
- Político: gravísima inestabilidad política.
Hubo un proceso de enriquecimiento en el que podemos distinguir dos periodos opuestos:
- Entre 1914-1917, “boom” del crecimiento, nuestro país obtiene muchos beneficios exportando a los países en conflicto materias primas, logrando superávit en su balanza comercial, estabilidad laboral y salarial.
- Entre 1917-1923, nuestro país pasó por una fase de crisis, la elevada reducción de demanda europea, acompañada del cierre de empresas, paro…
A pesar de todo, el balance económico fue positivo en todos los sectores económicos, pero en especial en el secundario y terciario (se incrementó la productividad agraria, los cereales, y la construcción de embalses. El industrial también se benefició), aunque el primario seguía siendo dominante, lo que modernizó nuestra estructura, mayor participación de la mujer en el mundo laboral e inicios del movimiento feminista. Socialmente, se profundizan las diferencias de riqueza entre la minoría dirigente (oligarquía, en especial) y la mayoría de las clases populares. Mientras la clase dirigente, cada vez más dominada por las burguesías industrial y financiera, se caracteriza por su inmovilismo político y el pánico ante el sindicalismo del que acepta tan sólo sus mínimas reivindicaciones ante la presión en las calles y huelgas. Políticamente, resultó un período muy crítico que, junto con las desigualdades anteriores, prepararía definitivamente la llegada de la Dictadura de Primo de Rivera, debida a la conjunción de cuatro factores esenciales:
- Ruptura de los partidos dinásticos: los partidos dinásticos, Conservador y Liberal, que garantizaban la estabilidad del régimen mediante su alternancia pacífica, ya no se entendían y los nuevos líderes eran incapaces de unir las tendencias en el interior de sus partidos. La conclusión de todo esto fue la alternancia pacífica, la dificultad de gobernar y la entrada en otro periodo de inestabilidad política.
- Crisis del 1917: la crisis del 1917 resultó todavía mucho más grave, ya que con ella la Restauración de Alfonso XIII estuvo a punto de naufragar. Fue un momento de mucha inestabilidad política y de incapacidad del régimen para resolver adecuadamente los problemas del país, marcados por la crisis económica de los años 1917-1923, de la que surgirán las violentas protestas del movimiento obrero y la dictadura. En la crisis del 17 hubo tres desafíos importantes: el ejército se convirtió en un grupo de presión organizándose en juntas militares de defensa desde 1916; como las Cortes estaban casi permanentemente suspendidas, en julio de 1917 los parlamentarios convocan una asamblea, en la que, además de reivindicar la autonomía para Cataluña, piden Cortes constituyentes; el movimiento obrero, debido a la colaboración de la UGT-CNT y de unos pocos republicanos, organizan una huelga general que duraría 5 días. Aunque empezó como una protesta contra el incremento de los precios de los bienes básicos de la Primera Guerra Mundial, se terminó reivindicando el derrocamiento del régimen, estimulados por la victoria de la revolución rusa y la derrota de los grandes imperios centrales europeos.
- Extremismo del movimiento obrero: sobre todo de los anarquistas. Mientras el PSOE se separa de los partidos burgueses por su actuación en la huelga del 17, y se negó a participar en la III Internacional comunista, la UGT, participó activamente en las oleadas huelguistas en Madrid entre 1919-1920. La CNT anarquista, creció muchísimo y provocó un clima de violencia en Barcelona, donde organizó la huelga de la canadiense, transformada en huelga general, resuelta por los militares con la ayuda de la patronal. Aplicaron la “ley de fugas“, por la que asesinaban a los trabajadores y simulaban su huida. La CNT extendió el conflicto por Andalucía, especialmente a Sevilla y Córdoba donde tuvo lugar el llamado “Trienio Bolchevique” en 1918-1920 (fue la primera movilización sindical de los trabajadores del campo, que reivindicaban el jornal fijo y de 8 horas).
- Guerra de Marruecos y el desastre de Annual (1909-1927): como consecuencia, se degrada aún más la vida política del país y los enfrentamientos contra el ejército: la oposición desacreditó a todo el régimen y a todo el Ejército (cese de Martínez Anido como capitán general de Barcelona y sustituido por Miguel Primo de Rivera) quien a su vez culpabilizó a los políticos del desastre, alentando la rebeldía del ejército contra al Parlamento, al que consideraron incompetente.
Entre los días 12 y 13 de septiembre de 1923, Miguel Primo de Rivera dio un golpe de Estado en Cataluña y, a través del manifiesto “Al país y al ejército españoles”, con tono regeneracionista, prometía resolver los problemas del país. El rey la aceptó y se limitó a nombrar al golpista presidente de una Dictadura, que se llevó a cabo en dos fases: Directorio Militar y Directorio Civil.
El Directorio Militar (1923-1925): dictadura que anuló todo el régimen parlamentario anterior y que militarizó todos los cargos de la Administración civil, creó un partido único (Unión Patriótica), el Somatén y acabó con la guerra de Marruecos.
El Directorio Civil (1925-1930): con el que trató de diseñar y consolidar un nuevo régimen en sustitución del parlamentarismo, supuso la sustitución de todos los militares anteriores por civiles de extrema derecha, convocó una Asamblea Nacional Consultiva integrada, no por partidos, sino por corporaciones, que implicaba un Estado Corporativo a semejanza del articulado por Mussolini en la Italia fascista, que nunca fue aprobado ni practicado.