Crac del 29: Muchos accionistas sabían que la cotización de las acciones era superior a su valor real. El 24 de julio de 1929 (jueves negro), una gran oleada vendedora afectó a la Bolsa de Nueva York. Todo el mundo quería vender sus acciones y nadie deseaba comprarlas. La gran oferta hizo que su valor cayera en picado, desarrollando el crac bursátil de 1929. Muchos inversores se arruinaron y acudían a los bancos para retirar su dinero. Los bancos se vieron obligados a cerrar por falta de fondos y no pudieron cobrar los préstamos hechos a particulares y a empresas arruinadas. El crac de la bolsa precipitó la quiebra de muchos bancos. En pocos años, la crisis se propagó a la industria, el comercio y la agricultura, provocando una recesión económica (Gran Depresión). Se avecinaban tiempos difíciles, el consumo disminuyó y muchas fábricas cerraron al no poder vender su producción. El número de parados aumentó y muchas familias se quedaron en la miseria, teniendo que sobrevivir a la caridad pública. Se extendió por el resto del mundo, pues los bancos estadounidenses retiraron los capitales depositados en los bancos europeos y las empresas americanas disminuyeron sus inversiones en esos países.
Cortes de Cádiz: Las abdicaciones de Bayona dejaron un vacío de poder. En 1810, la Junta Central convocó una reunión de cortes en la ciudad de Cádiz, el único territorio no ocupado por los franceses. Con muchas dificultades, se reunieron representantes de todos los territorios y la mayoría defendieron las Cortes de las nuevas ideas del liberalismo. La primera decisión fue revolucionaria. Esa nueva cámara se erigió y redactó una Constitución (la Pepa) aprobada en 1812 que reflejó los principios básicos del liberalismo político: soberanía nacional, división de poderes, sufragio universal y una amplia declaración de derechos. Aprobaron unas leyes para abolir el antiguo régimen: supresión de señoríos, abolición de los gremios, supresión de la Inquisición e igualdad de todos los españoles respecto a la ley y los impuestos. La situación bélica aplicó todo lo legislativo en Cádiz. Los antiguos privilegiados querían volver a la situación de 1808.
Sociedad Estamental: Sociedad de desigualdad civil dividida en dos grupos.
- Privilegiados: Nobleza y clero. Constituían los estamentos privilegiados. Poseían la mayor parte de las tierras que explotaban en régimen señorial, monopolizaban todos los cargos y no pagaban impuestos. La nobleza vivía de las rentas y acumulaba muchas riquezas. Gozaba de concesiones honoríficas, económicas (obras públicas) y fiscales (no pagaban impuestos pero tenían derechos a cobrarlos a los campesinos). El clero vivía de las rentas derivadas de la explotación de su patrimonio territorial y también del diezmo. El alto clero disfrutaba de los lujos y privilegios de la nobleza, mientras que el bajo clero llevaba una vida modesta.
- No privilegiados: Tercer estado. Eran la mayoría de la población y agrupaban a personas muy diferentes tanto por sus condiciones económicas como sociales (burgueses, artesanos, campesinos…). Les unía la oposición a los privilegios y la reivindicación de la igualdad civil. La burguesía eran los artesanos, comerciantes y banqueros. Era el grupo más activo económicamente. Carecía de influencia política, permanecía marginada de los círculos del poder y aspiraba a un mayor poder político y prestigio social. Las clases populares agrupaban a pequeños artesanos, sirvientes, obreros… Los campesinos eran los más numerosos de la población. Sus condiciones de vida eran más duras, ya que estaban obligados a trabajar las tierras de los grupos privilegiados y encima pagaban impuestos (derechos señoriales).
Ilustración: Es un movimiento de carácter intelectual, desarrollado en la Europa del siglo XVIII, que puso en cuestión todo el Antiguo Régimen. Los precedentes fueron John Locke e Isaac Newton. Locke criticó el absolutismo y planteó, por primera vez, la división de poderes. Con Newton nació el método científico basado en la observación y comprobación de los hechos planteados. La Ilustración defendía la fe absoluta en la razón (inteligencia) como único medio para entender el mundo. Ni la autoridad, ni la tradición, ni la revelación podían sustituir a la razón y todo lo que esta no pudiera entender o aceptar, debía ser rechazado como engaño o superstición. Los ilustrados creían que la humanidad, conducida por su inteligencia, podía alcanzar el conocimiento, base de la felicidad, objetivo último de la vida humana. Se mostraban partidarios de la educación y el progreso. Defendieron la tolerancia como base de las relaciones humanas y criticaron la intolerancia religiosa. La mayoría eran creyentes, pero negaban la superioridad de una religión sobre las demás y propusieron la necesidad de establecer unos códigos morales dictados por la razón.
Liberalismo: Sistema político que fundamenta la sociedad en el individuo. El Estado debe garantizar los derechos y las libertades fundamentales de las personas. El individuo es un ciudadano y el conjunto de ciudadanos forma la nación, que detenta la soberanía.
Nacionalismo: Ideología política que sostiene el derecho de los pueblos a decidir sobre ellos mismos y defender su soberanía. Se define nación como un conjunto de individuos que poseen unos lazos culturales propios y que desean vivir en común. El nacionalismo se expandió a lo largo del siglo XIX en defensa de una Europa de naciones libres frente a la de la Santa Alianza y de los imperios absolutistas. Los nacionalismos mostraron su voluntad de reagrupar en el interior de unas mismas fronteras a los miembros de una comunidad nacional. Esto dio lugar al nacimiento de movimientos independentistas en el Imperio Otomano y Austro-Húngaro y se originó la lucha de Italia y Alemania por unificarse en un mismo estado.
Causas de las Revoluciones Francesas: En 1789, Francia se encontraba en una profunda crisis económica y social. Por un lado, desde 1760 venían sucediéndose malas cosechas que provocaron el alza del precio de los alimentos y el descontento popular. Por otro lado, la burguesía, enriquecida por el crecimiento económico del siglo XVIII, se mostraba descontenta ante su marginación política, pues solo los privilegiados podían ostentar cargos y gozar de reconocimiento social. Animada por las ideas ilustradas, la burguesía aspiraba a poner fin al absolutismo y a todo el sistema del Antiguo Régimen. Además, la monarquía se hallaba sumida en una profunda crisis financiera debido a los elevados gastos del Estado y de la corte, y también al coste de la ayuda francesa a la independencia de EE. UU. La solución pasaba por una reforma fiscal que obligaba a la aristocracia a pagar impuestos, pero el monarca absoluto temía desconcertar a los privilegiados, su principal apoyo social.
Liberalismo y Capitalismo: Una serie de pensadores británicos definieron, a finales del siglo XVIII, el liberalismo económico. Entre ellos destacó Adam Smith, que estableció los principios del liberalismo: el interés personal y la búsqueda del máximo beneficio son el motor de la economía. Los diversos intereses se equilibran en el mercado gracias al mecanismo de los precios que adapta la oferta a la demanda. El Estado debe abstenerse de intervenir en el funcionamiento de la economía y permitir el libre desarrollo de los intereses particulares (librecambio). Bajo estos principios, el capitalismo industrial se estructura como un sistema en el que los medios de producción son propiedad privada de un grupo reducido, la burguesía, y los trabajadores de las fábricas, los obreros, sin propiedad, se emplean a cambio de un salario. En el capitalismo, la falta de planificación y el constante aumento de la producción originan crisis económicas que se repiten cíclicamente. Estas crisis se producen porque la oferta tiende a aumentar más rápidamente que la demanda, lo que conlleva la quiebra de las empresas que acumulan demasiados stocks. La consecuencia de todo ello es el aumento del paro obrero.
Imperialismo y sus causas. La Europa dominante: En el último tercio del siglo XIX, la segunda revolución industrial transformó la economía de las principales potencias europeas. Las innovaciones técnicas, las nuevas formas de organización del trabajo y el crecimiento de la banca permitieron un espectacular aumento de la producción y del comercio, así como una mejora de los transportes. Aprovechando su superioridad técnica y financiera, pero también militar, Europa se lanzó al dominio del resto del mundo. Los países más avanzados ocuparon territorios en África y Asia, y crearon imperios coloniales. Se trataba de tierras, en su mayoría, sin estados organizados, con estructuras económicas y políticas muy débiles. La colonización significó la explotación económica de los recursos de esas tierras y su dominio político.
Las causas del colonialismo:
- Desde un punto de vista económico, los países de Europa necesitaban vender el excedente de su producción y debían comprar materias primas al mejor precio posible.
- Desde un punto demográfico, el crecimiento europeo en el siglo XIX dio lugar a un exceso de población, lo cual provocó dificultades para encontrar trabajo y tensiones sociales. La política colonial significaba la posibilidad de emigrar hacia otras tierras y mejorar sus condiciones de vida y trabajo.
- Desde un punto de vista político, las fronteras de Europa se habían estabilizado a finales del siglo XIX y la expansión territorial debía hacerse sobre regiones extraeuropeas. Por ello, las grandes potencias entraron en una competencia política y militar para controlar áreas geográficas de interés económico o estratégico.
- Desde un punto de vista ideológico, el nacionalismo conservador defendía la superioridad de algunas naciones y el derecho de estas a imponerse sobre otros pueblos. Solo algunos intelectuales, sindicalistas y líderes políticos, sobre todo socialistas, se mostraron contrarios al colonialismo.
Fascismo Italiano: La Gran Guerra dejó grandes secuelas humanas y económicas en Italia. Se empezó a extender la idea de que la participación italiana en la guerra había sido un engaño. A ello se le sumó también la inestabilidad política y grandes tensiones sociales. Se desarrolló un movimiento huelguístico. Benito Mussolini creó los fasci de combate (camisas negras) para atacar violentamente. Se transformaron en el Partido Nacional Fascista, contando con el apoyo de la pequeña burguesía, los grandes propietarios, la iglesia y el monarca. En las elecciones de 1922, no salió elegido, por lo que Mussolini organizó una marcha sobre Roma con sus camisas negras para presionar al monarca y que le nombrara jefe del gobierno. Desarrolló un proceso de restricción de las libertades y persecución de sus adversarios. En 1924 se hizo llamar Duce. Prohibió los partidos políticos, sustituyó el parlamento por cámaras de los fasci y prohibió huelgas. Tenía un fuerte control sobre la población.
Revolución Industrial:
- Revolución demográfica: La población europea aumentó considerablemente, este crecimiento fue mayor y más rápido en Gran Bretaña. Las causas fueron el aumento de la producción de alimentos y el progreso de la higiene y la medicina, que hizo a la población más resistente a las enfermedades que fueron desapareciendo. Consecuencias: disminución de la mortalidad, incremento de la natalidad, aumento de la esperanza de vida.
- Revolución agrícola: El incremento de la población provocó un aumento de la demanda de alimentos y, como resultado, el alza de los precios agrícolas. Todo se consiguió gracias a la privatización del suelo y la aplicación de nuevas técnicas de cultivo. Se aprobaron leyes que ponían fin al antiguo sistema señorial, la tierra se convirtió en propiedad privada. La innovación fundamental fue la supresión del barbecho y su sustitución por plantas forrajeras (s. Norfolk). Se inició una progresiva mecanización de las tareas agrícolas y se introdujeron nuevos cultivos.
- Makinismo: Las primeras máquinas que se introdujeron estaban accionadas por la fuerza humana y después por energía hidráulica. La fuente de energía que revolucionó la producción y los sistemas de transporte fue el vapor. La máquina de vapor, inventada por James Watt en 1769, usaba carbón y permitió el abandono de las energías tradicionales. En la industria textil se aplicaron una serie de innovaciones, como la lanzadera volante: mayor velocidad en el proceso de tejido, máquina de hilar: incremento de la producción de hilo y telar mecánico. En la siderurgia, Darby utilizó carbón de coque para una mayor producción de hierro. Bessemer inventó el convertidor de hierro en acero.
- Transportes: Ferrocarril: nuevo sistema de raíles, el fenómeno innovador fue la locomotora de Stephenson (1829) que accionaba el ferrocarril mediante máquina de vapor. Después, la máquina de vapor se aplicó a los barcos de vapor.