El Milagro Económico Español (1957-1973)
En 1957, el gobierno español experimentó una remodelación significativa, con cambios en los ministerios de Hacienda y Comercio. Dos tecnócratas del Opus Dei, Navarro Rubio y Alberto Ullastres, asumieron roles cruciales en la implementación del Plan de Estabilización. Este plan se basó en la liberalización de la economía, la reducción de salarios, la devaluación de la peseta, el recorte del gasto público y la apertura de la economía española al extranjero.
A partir de 1963, se implementaron los Planes de Desarrollo para orientar las inversiones privadas y regular el crecimiento económico. Entre 1961 y 1973, la economía española experimentó un crecimiento notable, impulsado por el éxodo masivo de trabajadores hacia las ciudades y la mecanización de las tareas agrícolas.
La emigración interior provocó un crecimiento desordenado de las ciudades, acompañado de una emigración al extranjero. El déficit de la balanza de pagos se cubrió con el turismo, las inversiones extranjeras y las aportaciones de los emigrantes. En 1970, se firmó un acuerdo económico preferencial con la CEE.
La Crisis del Petróleo y sus Consecuencias (1974)
A partir de 1974, los efectos de la crisis del petróleo comenzaron a impactar la economía española. El crecimiento acentuó los desequilibrios personales y regionales. El nivel salarial y de vida de los trabajadores españoles se situaba por debajo de los estándares europeos, lo que contribuyó al auge del turismo.
En la década de 1960, se produjo una profunda transformación en los hábitos de vida y las mentalidades, que se distanciaban cada vez más de los preceptos de la clase dirigente. El crecimiento demográfico obligó al Opus Dei a aumentar el número de escuelas e institutos.
La Dictadura Franquista y la Estructura Social
La dictadura franquista mantuvo la estructura social tradicional y el poder de los grupos que habían apoyado el alzamiento. La clase media experimentó una gran expansión, mientras que la clase trabajadora soportó el peso de los cambios económicos.
Crisis Final del Régimen Autoritario
Debilidad del Régimen y Apertura Política
En 1973, la situación del orden público era explosiva. La muerte de Carrero Blanco en diciembre de ese año representó un duro golpe para Franco, quien perdió a su principal colaborador. Arias Navarro lo sustituyó y, en un discurso el 12 de febrero de 1974, ofreció una tímida apertura política, autorizando la formación de asociaciones políticas (no partidos), excluyendo a comunistas y nacionalistas. Esta iniciativa se conoció como el “espíritu del 12 de febrero”.
Sin embargo, los sectores más inmovilistas, conocidos como “el búnker”, pronto ganaron protagonismo. En octubre de 1974, dimitieron los ministros aperturistas del gobierno: Pío Cabanillas y Barrera de Irimo.
Crisis Económica e Inestabilidad Internacional
La situación económica empeoraba en España y en el mundo occidental desde 1973, debido a la crisis del petróleo. En julio de 1974, se hablaba de la enfermedad de Franco. El contexto internacional era inquietante: en abril de 1974, la “Revolución de los Claveles” en Portugal puso fin a la dictadura.
Fortalecimiento de la Oposición y Represión
La oposición antifranquista se fortalecía y organizaba. La Junta Democrática, inspirada por el PSOE, aglutinaba a diversas fuerzas opositoras. El franquismo respondió con una intensificación de la represión: juicio y encarcelamiento de los líderes de CCOO (Marcelino Camacho), ejecución del anarquista catalán Puig Antich, ruptura con la Iglesia cuando el obispo de Bilbao, Monseñor Añoveros, habló de la distinta personalidad del País Vasco, ejecución de 5 militantes de ETA y del FRAP, y capitulación en el Sáhara ante la Marcha Verde organizada por Hassan II de Marruecos (España entregó el Sáhara a Marruecos y Mauritania en el Acuerdo Tripartito de Madrid).
Finalmente, el dictador Francisco Franco murió el 20 de noviembre de 1975.
Oposiciones al Sistema
El Movimiento Obrero
El movimiento obrero experimentó una creciente conflictividad laboral. Surgieron nuevas organizaciones sindicales como Comisiones Obreras (CCOO), que practicaron el “entrismo” en la Organización Sindical franquista. También reaparecieron núcleos organizados de la Unión General de Trabajadores (UGT), así como la STV (Solidaridad de Trabajadores Vascos) y la USO (Unión Sindical Obrera).
Disidencia Ideológica en la Universidad y las Clases Medias
Las protestas estudiantiles fueron recurrentes debido a la creciente masificación y el acceso de estudiantes de clases medias y obreras a la Universidad. Las nuevas generaciones se alejaban del régimen, que respondía con represión. En 1965, se produjeron movilizaciones en Madrid que resultaron en la expulsión de sus cátedras de López Aranguren y Tierno Galván.
El Frente de Liberación Popular (FLP) fue una organización por la que pasaron muchos políticos de la transición a la democracia.
Distanciamiento de la Iglesia
A partir del nuevo rumbo marcado por el Papa Juan XXIII y el Concilio Vaticano II, se produjo un distanciamiento de la Iglesia. Tras la muerte de Pla y Deniel en 1969, Roma eligió como Primado de España al cardenal Enrique y Tarancón, quien exigió libertades políticas y sindicales. La sociedad española experimentaba una creciente secularización, y muchos religiosos apoyaban y participaban en movilizaciones obreras y estudiantiles.
Reivindicaciones Culturales y Políticas en Cataluña y País Vasco
En Cataluña, la lengua catalana se mantenía y se usaba cada vez más. En el País Vasco, con los dirigentes del PNV en el exilio, fueron los jóvenes quienes fundaron ETA en 1959. ETA se definió como un “movimiento revolucionario de liberación nacional” y contaba con gran apoyo popular. Los atentados de ETA eran seguidos de una fuerte represión. En 1968, ETA asesinó en San Sebastián al Jefe de la Brigada Social, Melitón Manzanas. En 1970, se produjo el Proceso de Burgos contra 16 miembros de ETA, 9 de los cuales fueron condenados a muerte. Las protestas y la presión internacional obligaron a Franco a conmutar las penas por cadena perpetua.
Oposición Política en el Exilio e Interior
En 1962, líderes políticos del exilio, junto con políticos del interior (liberales, monárquicos o demócrata-cristianos), suscribieron en Múnich un documento en el que se reclamaba democracia y se recomendaba la no admisión de España en la CEE mientras no se restauraran las libertades. Este encuentro fue llamado despectivamente por la prensa franquista “Contubernio de Múnich”.
En 1963, el régimen ejecutó al dirigente comunista Julián Grimau. A pesar de ello, el PCE se mantuvo en su política de “reconciliación nacional” con su nuevo Secretario General, Santiago Carrillo. El PCE fue el grupo más activo, organizado y con mayor militancia de la oposición. Sin embargo, los acontecimientos en el bloque socialista produjeron escisiones en el comunismo español, surgiendo grupos como el PCOE, el PCE (m-l) u otros de inspiración maoísta o trotskista.
El Partido Comunista promovió un frente unido de la oposición y en julio de 1974 se constituyó en París la Junta Democrática, en la que se integraron CCOO y el Partido Socialista del Interior de Tierno Galván. Los socialistas del interior se organizaron: Tierno Galván fundó el PSI. En 1974, los jóvenes socialistas del interior se harían con el control del PSOE en el Congreso de Suresnes (Francia), donde Felipe González fue elegido Secretario General.