Napoleón Bonaparte: Del Consulado al Imperio
El Consulado (1799-1804)
En 1799, Napoleón Bonaparte fue nombrado Cónsul de Francia. Su política se centró en consolidar los logros de la Revolución Burguesa. Permitió el regreso de los exiliados, firmó un concordato con la Iglesia, implementó una reforma administrativa con la creación de los prefectos, promulgó un Código Civil que unificaba las leyes y reformó la Hacienda y el sistema de enseñanza. En 1804, sintiéndose poderoso, se coronó Emperador.
Las Conquistas Napoleónicas (1804-1814)
Napoleón derrotó a las monarquías absolutistas europeas que se habían aliado contra la Francia revolucionaria. Sus tropas conquistaron gran parte de Europa. En 1811, el Imperio Napoleónico estaba en su apogeo, extendiéndose desde Alemania hasta España. Excepto Gran Bretaña, el resto de Europa estaba bajo control francés.
La Expansión de las Ideas Revolucionarias
En los países bajo influencia francesa, Napoleón impuso ideas revolucionarias: supresión de derechos señoriales, diezmos y privilegios nobiliarios, consagrando la libertad e igualdad legal. Se proclamó la libertad económica, el derecho a la propiedad y la libertad religiosa.
La Caída de Napoleón (1814-1821)
Los ejércitos napoleónicos actuaron como conquistadores, sometiendo a las naciones ocupadas y favoreciendo los intereses de Francia por encima de los ideales revolucionarios. Esto desencadenó sentimientos nacionales contra la Francia invasora.
El Levantamiento Español y el Declive del Imperio
El levantamiento español en 1808 contra la invasión francesa y la imposición de José Bonaparte como rey marcó el declive del Imperio Napoleónico. En 1814, tras ser vencido en Rusia y España, Napoleón abdicó. En 1815, fue derrotado en Waterloo y desterrado a la isla de Santa Elena, donde murió en 1821.
El Liberalismo y el Nacionalismo: Dos Fuerzas en Ascenso
El Liberalismo
El liberalismo es un sistema político que fundamenta la sociedad en el individuo. El Estado debe garantizar los derechos y libertades fundamentales. Propugna un sistema parlamentario elegido por sufragio, la necesidad de una constitución que asegure la división de poderes y el derecho a la propiedad como libertad fundamental. La economía se basa en el mercado, con poca intervención del Estado.
El Nacionalismo
El nacionalismo es una ideología política que defiende el derecho de los pueblos a decidir sobre sí mismos y su soberanía. Se expandió en el siglo XIX en Europa, dando lugar a movimientos independentistas y a la lucha de italianos y alemanes por la unificación.
La Unificación Italiana
Italia estaba dividida en seis estados. El Papa era soberano en uno de ellos, con capital en Roma, y Austria se había anexionado Lombardía y Véneto. El Piamonte, liderado por la dinastía Saboya, se manifestó a favor de la unificación.
Cavour, Garibaldi y la Unidad Italiana
Camillo Benso, Conde de Cavour, jefe de gobierno del Piamonte, inició una guerra contra Austria y consiguió la anexión de Lombardía. Un levantamiento popular liderado por Giuseppe Garibaldi derrocó a los monarcas de los estados del centro y sur de Italia. En 1861, el primer parlamento italiano proclamó rey a Víctor Manuel II. Finalmente, Roma se convirtió en la capital del nuevo reino.
La Unificación Alemana
Alemania estaba dividida en treinta y seis estados. El principal problema era la rivalidad entre Prusia y Austria. Prusia, liderada por Otto von Bismarck, promovió una unión aduanera que excluía a Austria.
Bismarck y la Guerra como Camino a la Unificación
Bismarck, a través de diversas guerras, logró unir a los estados alemanes bajo el rey de Prusia. Tras la victoria en Sedán, se proclamó el II Imperio Alemán y Guillermo I fue proclamado Káiser (Emperador).
La Restauración Europea y la Santa Alianza
Tras la derrota de Napoleón, los vencedores se reunieron en el Congreso de Viena (1815) con el objetivo de restaurar el absolutismo monárquico. Se formó la Santa Alianza, un tratado de ayuda mutua entre monarcas europeos contra cualquier amenaza liberal. Sin embargo, las ideas de la Revolución Francesa, como el liberalismo y el nacionalismo, se habían extendido por Europa y se convirtieron en fuerzas de oposición a la Restauración.