Teorías Sociales: Un Análisis Comparativo del Marxismo y el Anarquismo

La Consolidación de las Teorías Sociales

El Marxismo

Karl Marx y Friedrich Engels realizaron una aportación decisiva a la historia del pensamiento social. El marxismo se encuentra estrechamente ligado a:

  1. La corriente filosófica idealista alemana representada por Hegel, del que Marx adoptó su método lógico: el estudio del encadenamiento de las contradicciones que engendra la historia para elaborar lo que él llamó el materialismo dialéctico.
  2. La obra de los teóricos del liberalismo económico, a los que Marx, en su obra Critica a la economía política y El Capital, somete a crítica exponiendo su tesis de que el sistema capitalista, basado en la plusvalía y la ley de acumulación o concentración de capital.
  3. Los llamados socialistas de transición, quienes se separaron de los utópicos al afirmar que la emancipación de los obreros solo podía provenir de sus propios esfuerzos y debía proporcionarles no solo una teoría revolucionaria, sino también unos objetivos para alcanzar el poder.

Los conceptos fundamentales del marxismo son:

  1. La interpretación materialista de la historia o materialismo histórico.

Uno de los objetivos de Marx fue la investigación de las leyes que rigen la historia. Trata de elaborar con detalles su filosofía de la historia, el materialismo histórico, en expresión de Engels.

Su concepción materialista, según el cual la producción y el intercambio de los productos son la base de toda la ordenación de la sociedad.

En toda sociedad que se presente en la historia origina la división en clases sociales a tenor de cómo se produce y del modo en que se distribuye o intercambia lo que se produce.

Consiguientemente, la causa última de todo cambio social y de toda revolución política tiene que buscarse no en la mente de los hombres o de la justicia entera y absoluta, sino en la transformación del modo de producción; no debe buscarse en la filosofía, sino en la economía.

  1. La teoría de la lucha de clases como motor histórico.

Para Marx, la lucha de clases y la revolución son medios inseparables en la transformación del sistema capitalista en una sociedad sin clases. En la sociedad capitalista, entre ambas existe un antagonismo. Ello originó un enfrentamiento entre las clases detentora de los medios de producción y el proletariado, que solo puede realizarse mediante la conquista del Estado, órgano de la clase dominante.

  1. La teoría del Estado, de la dictadura del proletariado a la sociedad comunista en la sociedad industrial, cuyos protagonistas son la burguesía y el proletariado.

Marx sería el primer socialista que aceptase como inseparable de la emancipación total del proletariado una serie de condiciones básicas para la desaparición del Estado como instrumento de dominio de una clase sobre otra. Estas son:

  • La revolución social violenta o revolución total que produzca la destrucción del aparato político burgués.
  • El proletariado debe organizarse no solo para luchar por las mejoras económicas, sino también tiene que organizarse en un partido político independiente de los partidos burgueses.
  • El objetivo de ese partido será la conquista del Estado y, a través de él, detentándolo dictatorialmente.

El Anarquismo

William Godwin, el primer teórico del anarquismo, realiza una crítica contra toda forma de organización política. Para Godwin, el hombre es innatamente bueno; solo la sociedad, corrompida por el Estado, lo corrompe a su vez. Sus tres ideas más destacables fueron: su fe en el progreso, su confianza en la bondad innata del hombre y la hostilidad hacia el Estado.

Por su parte, Max Stirner, en sus obras, atacaba violentamente la moral burguesa, la religiosa, la propiedad y toda forma de organización política existente.

Proudhon, quien negó tajantemente cualquier forma estatista de gobierno. Mijaíl Bakunin, quien no obstante no compartía con Proudhon sus ideas sobre la propiedad.

Como el marxismo, el anarquismo rechaza totalmente la sociedad capitalista basada tanto en la propiedad privada como en la explotación sistemática de los trabajadores. Pretenden destruir por la violencia este sistema y sustituirlo por una sociedad igualitaria. El anarquismo destaca por su exaltación de la libertad del individuo. El anarquismo defiende la eliminación del Estado y de todas las instituciones que lo sustentan por ser un instrumento de opresión de la clase dominante y sancionador de la explotación del trabajo por parte de las clases privilegiadas.

Rechaza tanto el Estado como la propiedad privada y la herencia. Sin embargo, las futuras comunas anarquistas se basarán en la supresión de la propiedad privada y de la herencia, en la colectivización de todos los medios de producción y su autogestión por los propios trabajadores.

Para lograr esos objetivos e implantar una sociedad anarquista auténticamente libre, es partidario de la destrucción violenta del Estado mediante diversas estrategias que van desde la revolución violenta y espontánea a la acción directa o el terrorismo.

El anarquismo del siglo XIX consideraba a los sectores marginados como la fuerza revolucionaria y no al proletariado industrial. Rechaza la organización de los obreros en partidos políticos (apoliticismo) con vistas a la conquista del Estado y la implantación de un gobierno revolucionario.

Piensa, en definitiva, que la revolución debe ser un proceso violento y destructivo que, desde el primer momento, promueva la creación de una sociedad nueva de hombres absolutamente libres, sin Estado, sin instituciones y organizados en comunas autónomas.

Así pues, las diferencias entre anarquismo y marxismo son tan grandes que ambos movimientos se pueden considerar antagonistas.