Siglos XVIII y XIX: Ilustración y Romanticismo en España

Siglo XVIII: La Ilustración en España

Contexto Histórico y Cultural

Declive del Antiguo Régimen y auge de la burguesía. Profundas transformaciones en la sociedad y el pensamiento impulsadas por la Ilustración, que postulaba el triunfo de la razón y el progreso.

Rasgos de la Ilustración:

  • Razón: única base del saber.
  • Universalismo: concepción materialista y burguesa.
  • Progreso: permite mejoras sociales.
  • Reformismo: proponen reformas políticas y sociales.

Guerra de Sucesión (Austrias-Borbones), Felipe V y reformas centralizadoras siguiendo el modelo francés. En la segunda mitad del siglo XVIII, el Motín de Esquilache lleva a Carlos III a Aranjuez. Los ilustrados hacen hincapié en el desarrollo económico y las reformas educativas.

Cambio de mentalidad: de contrarreformista a secularizadora. La Revolución Francesa frena el avance de las reformas.

Contexto cultural: continuadores del humanismo del siglo XVI. El Neoclasicismo, no seguido por todos, busca la expresión de modelos universales, el sometimiento a normas y tiene un propósito educativo.

Literatura de la Ilustración

Características generales: afán de didactismo, imitación de la naturaleza, verosimilitud, decoro y buen gusto.

Teatro: escuela de costumbres con el objetivo de reformar la sociedad.

Poesía: se divide en las clasificaciones de postbarroca, neoclásica, rococó y prerromántica.

Narrativa de ficción: escasa. Destacan Diego de Torres Villarroel (Vida, ascendencia, nacimiento, crianza y aventuras…) y José Francisco de Isla (Historia del famoso predicador Fray Gerundio de Campazas, alias Zotes).

Género preferido en prosa: el ensayo. Se trata de una disertación escrita con intención didáctica, temas variables, estilo cuidado y punto de vista objetivo. Pretendía defender las nuevas ideas y actitudes. Su origen se encuentra en Montaigne.

Prensa: ligada al ensayo, se convierte en vehículo de nuevas ideas.

Principales Autores

Benito Jerónimo Feijoo: Teatro crítico universal (fecha de comienzo de la literatura del siglo XVIII), Cartas eruditas y curiosas. Divulgador de noticias que extrae de periódicos extranjeros y a las que añade su experiencia.

José Cadalso: María Ignacia Ibáñez. Su obra más importante es Cartas Marruecas, en género epistolar. Ofrece una visión de España con una actitud crítica y negativa, con un estilo llano, neutro e irónico. También escribió Las eruditas a la violeta y Noches lúgubres, precursora del Romanticismo.

Gaspar Melchor de Jovellanos: estudió leyes y ejerció como magistrado en Sevilla y Madrid. Desterrado a Gijón dos veces y encarcelado en el Castillo de Bellver. Poeta, teórico, crítico, dramaturgo y el mejor prosista español del siglo XVIII. Humanista por su espíritu innovador e ilustrado por su preparación intelectual. Preocupado por los principales problemas sociales, propuso medidas y mostró un gran interés por la educación (Memoria sobre educación pública, Informe sobre la ley agraria y Memoria sobre espectáculos y diversiones públicas). Criticó los usos de la literatura barroca. Su prosa es sencilla y clara, aunque a veces utiliza un lenguaje técnico. Se aprecia cierta subjetividad en sus escritos.

Siglo XIX: El Romanticismo en España

Contexto Histórico y Cultural

Etapa agitada de profundos cambios. La Revolución Industrial consolida el capitalismo y aparece el proletariado. La posición social depende de la riqueza. La política es un reflejo de las tensiones sociales. Las diferencias entre absolutistas y liberales provocan movimientos revolucionarios. La burguesía se vuelve más conservadora. Surge el nacionalismo.

El Romanticismo se opone a los principios de la Ilustración. Es el resultado de la crisis social e ideológica de un mundo en acelerado cambio. Su origen se encuentra en la filosofía y la cultura alemana de finales del siglo XVIII.

La crisis de los valores tradicionales, la despersonalización del individuo y el materialismo conducen a dos actitudes: el rechazo de la nueva sociedad (añoranza del pasado y creación de mundos ideales) y la reivindicación de la fantasía, la espiritualidad, la libertad y la justicia.

Rasgos del Romanticismo

  • Rechazo de la razón porque no explica la realidad.
  • Afirmación del yo frente a la realidad (soledad).
  • Pasión como fuerza superior a la razón.
  • Búsqueda de lo ideal.
  • El artista nace, no se hace.
  • Inseguridad e insatisfacción: desazón vital, tedio y hastío.
  • Predilección por la Edad Media y lugares lejanos y exóticos (evasión).
  • Naturaleza como reflejo del estado de ánimo (ambiente nocturno).
  • Nostalgia, melancolía, tristeza, soledad.
  • Exaltación de la patria.

El Romanticismo contrapone el concepto de genio creador y la exaltación de la libertad creadora al Neoclasicismo.

Los románticos siguen dos caminos: los tradicionales (nostalgia por los antiguos valores) y los liberales (se revelan contra el sistema).

El Prerromanticismo se ve frenado por la Guerra de la Independencia y el absolutismo, lo que lleva al exilio de muchos autores.

La primera obra romántica española es La conjuración de Venecia de Francisco Martínez de la Rosa.

Poesía Romántica

Estilo: altisonante, retórico, con innovaciones formales. El léxico refleja el espíritu de la época, con imágenes llenas de exotismo.

Métrica: se utilizan todo tipo de estrofas y versos, destacando el romance.

Temas: amor imposible, la mujer ideal, la religión, la muerte, motivos españoles.

Principales Autores

Primera Generación Romántica: José de Espronceda, Duque de Rivas, José Zorrilla.

Postromanticismo (segunda mitad del siglo XIX): Gustavo Adolfo Bécquer, Rosalía de Castro.

José de Espronceda: representante del Romanticismo exaltado, vinculado a las revoluciones liberales. Participó activamente en política, siendo republicano y socialista. Sus poemas líricos tratan asuntos diversos, como la famosa Canción del pirata. Su estilo poético refleja su temperamento apasionado. Escribió dos poemas narrativos: El estudiante de Salamanca y El diablo mundo. En este último se encuentra el Canto a Teresa, una emocionada elegía.

Rosalía de Castro: entiende la poesía como la comunicación de una experiencia personal. Introduce innovaciones métricas y transmite su conciencia de mujer oprimida.

Gustavo Adolfo Bécquer: realizó colaboraciones periodísticas y un proyecto sobre la historia de los templos de España. Su obra en prosa incluye Cartas literarias a una mujer, Cartas desde mi celda y Leyendas, muchas de ellas escritas en monasterios. Sus poemas son breves y se apoyan en objetos de la vida cotidiana. El amor se identifica con la mujer, lo que lleva a la frustración, la soledad y el pesimismo. Cuida la elaboración de sus textos. En cuanto a la métrica, utiliza estrofas clásicas y largas, rima asonante, ritmo poético con mucha musicalidad y versos breves. Su lenguaje es cuidado y aparentemente sencillo, con un léxico prosaico influenciado por la poesía realista.