Arquitectura Gótica y Renacentista: Características y Evolución

Características generales de la arquitectura gótica

El estilo gótico nace en la Isla de Francia en el siglo XII y perdura hasta el siglo XV. La arquitectura gótica está movida por la elevación y la luminosidad. El afán de luz hace al arquitecto gótico emplear el hierro y el cemento. En la arquitectura gótica, el muro se reemplaza por vidrieras y amplísimos ventanales.

*La ventana

Para cerrar y decorar su gran vano, se levanta en su interior una o varias columnillas o baquetones unidos en su parte superior por arcos sobre los que descansa una tracería calada. Se enriquece en el interior con arquillos decorativos. Por último, se introduce la tracería flamígera. En los ventanales del templo, los vanos de la tracería se cierran con vidrios de colores.

*Las vidrieras

Su ejecución técnica es parecida a un mosaico de pequeños vidrios coloreados, que forman dibujos y escenas diversas.

*El rosetón

Podía representar la virtud, la eternidad, Dios o a la Iglesia. La rueda se inscribe en el marco general de los símbolos de la enmarcación-retorno, que expresan la evolución del universo y de la persona.

Pilares y arbotantes

El número de columnas adosadas al pilar se multiplica para recibir los nervios de las bóvedas, se van haciendo más finas y transforman su sección circular en apuntada. Muy importante es la innovación que introduce el gótico en el sistema del contrarresto de los empujes laterales de la bóveda. Ello se lleva a cabo mediante:

*El arbotante o botarel

Arco que, apoyado en su parte superior en el arranque de la bóveda de ojiva, conduce su empuje lateral a un estribo situado en el muro de la nave inmediata, sin restar luminosidad al ventanal abierto en el muro de la nave cuya bóveda contrarresta. El arbotante, además de esta función mecánica, sirve para conducir al exterior el agua de lluvia de las bóvedas. Las bocas o cañones de desagüe, por lo general decorados con figuras animadas, son las gárgolas.

*El pináculo

Surge para evitar el desplazamiento del estribo por el empuje del arbotante y contribuir al mismo tiempo a ese efecto ascendente inspirado en la arquitectura gótica.

Los elementos decorativos

Mientras que en lo constructivo, el gótico es consecuencia de la evolución del románico, en lo decorativo se busca la exuberancia y el detalle. Los temas geométricos son preferidos en la tracería gótica, que comienza yuxtaponiendo círculos o triángulos curvos, decorados en su interior con arquillos de medio punto o apuntados. La decoración vegetal es opuesta a la del románico. Algo después, se utilizará la hoja de cardo. En los últimos tiempos del gótico, se pone de moda la decoración con troncos de plantas erizados de nudos y muñones y de rugosas cortezas. La decoración de animales se distingue también por el naturalismo de su interpretación, aunque también se representan monstruos y seres fantásticos. En el interior del templo se abren tres nuevos campos: las vidrieras de los grandes ventanales, el retablo y la sillería del coro. Las portadas góticas son abocinadas, como las románicas, pero la forma apuntada de la portada gótica suele completarse con el gablete o moldura angular que le sirve de coronamiento.

Características generales del Renacimiento

Se entiende por Renacimiento el fenómeno cultural de la Edad Moderna que retoma los principios de la cultura clásica, actualizándola a través del humanismo, pero sin renunciar a la tradición cristiana. El ser humano vuelve a ser el eje y medida de todas las cosas. Las características que lo definen son:

  • El retorno a la medida humana: en el Renacimiento, el hombre domina el edificio gracias a sus proporciones, creadas por artistas que razonan según métodos y procesos humanos. El equilibrio no debe preponderar las dimensiones verticales sobre las horizontales.
  • Aplicación rigurosa de la premisa: el todo es la suma de las partes.
  • Se prefieren las formas simples y sintéticas: el arco de medio punto, la bóveda de cañón, la bóveda de arista, la ligera cubierta de madera…
  • Se recuperan los órdenes clásicos.
  • Se busca la simetría y la regularidad de los elementos arquitectónicos y la unidad del conjunto.

*La iglesia

Los artistas del Renacimiento apuestan por un edificio de planta centralizada. Los eclesiásticos prefieren un edificio de planta basilical. Para alcanzar la síntesis entre el ideal y las exigencias del culto, se fusionan ambas formas: al cuerpo longitudinal se añade una cabecera de planta centralizada presidida por una cúpula.

Alberti

Quien, además de arquitecto, fue autor. Su arquitectura, basada en las relaciones matemáticas sobre la proporción áurea, es de una extraordinaria monumentalidad. Nace en Génova, estudia en Padua y comienza Derecho en Bolonia. Visita Florencia y allí conoce a Brunelleschi, Michelozzo… Alberti es el prototipo de hombre renacentista: hombre universal y humanista: caballero, conversador, atleta, escritor, estudioso de las ciencias y matemáticas, poeta… Su religión es humanista, habla simplemente de templos y no de iglesias. Más admirador de Roma, se establece en Florencia y comienza a esculpir y a pintar. Escribe De Pictura y, poco más tarde, De Scultura. Las matemáticas y la geometría se convierten en un método de representación de las artes plásticas y la arquitectura. Hacia 1443, comienza su trabajo de arquitectura. Según Alberti: “el edificio es como un cuerpo y, como todos los cuerpos, consta de diseño y materia”. La composición del templo se basa en la simetría. Resultado: simetría, armonía y belleza. La norma que está buscando se reduce a el número, la delimitación y la colocación. El resultado es la armonía. Entre sus obras, destacan el Palacio Rucellai, la fachada de Santa María Novella, el exterior de la iglesia de San Francisco y la iglesia de San Andrés.

La sección áurea

La sección áurea, conocida también como el número de oro, representada por la letra griega Fi (Φ), la podemos definir como una proporción siempre y cuando dos segmentos de una recta guarden la siguiente relación entre sí: las proporciones que deben guardar entre sí son las siguientes:

Los griegos ya conocían este número de oro. El resultado de la operación es 1,618… También podemos llegar a Fi planteando una simple ecuación de segundo grado:

Ya hemos obtenido el rectángulo perfecto, que medirá 1 x 1,618…, que tantas veces se puede observar en la propia naturaleza, en obras de arte, tanto en arquitectura como en la fachada del Partenón, que cumple estas proporciones.