Vanguardias y Movimientos Literarios del Siglo XX

Vanguardias: Ruina Total y Conflictos Sociales

Las vanguardias mostraban su desprecio por el arte contemporáneo y por la sociedad que lo había acogido, así como la necesidad de crear formas nuevas y sorprendentes. Expresan de manera distinta el arte:

  1. Rechazo a las manifestaciones artísticas anteriores por inútiles y poco creativas.
  2. Creatividad y originalidad, innovación.
  3. Experimentación con temas sorprendentes y nuevas formas de expresión.
  4. Irracionalidad, expresión de las facetas más profundas de la mente humana.
  5. Elitismo, público selecto atraído por el carácter renovador de ese arte nuevo.
  6. Rebeldía y provocación, necesidad de diferenciarse y llamar la atención sobre su arte.
  7. Intención lúdica, evitan lo trascendental; entienden el arte como algo suficiente, el arte por el arte, que proviene de Ortega.

Futurismo

Surge en Italia con Marinetti en 1909. Defiende un arte antirromántico y anticlasico, rechazando el pasado y lo sentimental. El arte se debe enfocar siempre al futuro, de ahí que exalten el mundo moderno y el progreso técnico. Buscando la expresividad, proponen la destrucción de la sintaxis, los signos de puntuación, etc. Dinamismo, velocidad y el deporte. Destrucción radical de todo lo que se considera ajeno a la ideología propuesta, generando actitudes belicistas.

Cubismo

Surge con fuerza en la pintura. Descomposición de la realidad y su recomposición al margen de la lógica, con un desorden voluntario para manifestar el caos. Se impone en la literatura con una poesía de carácter visual. Los caligramas y los collages son ejemplos. Su mejor representante es Apollinaire. Vicente Huidobro impulsa el creacionismo. El texto literario no representa la realidad, sino que la crea por medio de imágenes inéditas.

Dadaísmo

Tristan Tzara ataca radicalmente los principios de la razón. Representa la negación absoluta. Destaca su burla y desprecio ante lo aceptado tradicionalmente sobre el arte existente. Aspira a crear una expresión original, alógica y absurda, la improvisación. Su importancia radica en que prepara el camino al surrealismo.

Surrealismo

Aparece en Francia a partir del dadaísmo de la mano del poeta Breton. Explota el campo de los sueños, acogiéndose a las teorías de Freud sobre la naturaleza humana. Los impulsos reprimidos se liberan en los sueños. Aflora el subconsciente, la verdadera expresión. Pretende liberar la expresión y su cauce más idóneo es la poesía. El artista debe crear al margen de la razón, del pensamiento lógico, fuera de toda preocupación estética o moral. Se propone la escritura automática, sin reflexión ni plan, combinando azarosamente las palabras y rechazando cualquier atadura formal como la métrica o la planificación del texto. El uso del verso libre o versículo supuso la rehumanización del arte; el lenguaje tiene una gran carga emotiva. Fue el movimiento más longevo y el más productivo, suponiendo una liberación para los límites de la imaginación y un inmenso enriquecimiento del lenguaje literario.

Novecentismo

El novecentismo genera un objetivo principal: renovar el arte del momento y acercarse a la modernidad propia del siglo XX. Defendieron numerosas reformas sociales y políticas, con una ideología liberal y una gran apertura a las influencias externas. España como parte de Europa. El novecentismo lo integra un tipo de intelectual, lejos de la bohemia modernista, con una sólida preparación universitaria, que pretende realizar un examen sereno y objetivo de los problemas de España. Es frecuente la idea de la revolución desde arriba.

Características del Novecentismo

  • Huida del sentimentalismo.
  • Pulcritud, distanciamiento y equilibrio.
  • Intelectualismo, literatura culta para minorías.
  • Búsqueda de un ideal de arte puro, estilo riguroso.

Ensayo

Ortega, unido al periodismo y la política, llegó a ser una de las autoridades intelectuales españolas de principios de siglo, uno de los filósofos más importantes. Fundó la revista Revista de Occidente. Temas: filosofía, sociología, historia. Defendiendo siempre el intelecto frente al sentimiento, la emoción estética debe prevalecer sobre la emoción humana, es decir, la deshumanización del arte, un arte puro al que solo unos pocos pueden acceder. Obras: España invertebrada, La rebelión de las masas, La deshumanización del arte.

Novelistas

  • Gabriel Miró: Alicante. Predominio de las sensaciones, el cuidado del lenguaje y unas descripciones muy exhaustivas de sus personajes. Destaca su capacidad de captar sensaciones: luces, colores, sonidos. Su narrativa está llena de emociones y belleza. Obras destacadas: Cerezas del cementerio, Nuestro padre San Daniel, El obispo leproso.
  • Pérez de Ayala: Representa la llamada novela intelectual, técnicamente muy buena. Obras: La pata de la raposa, Troteras y danzaderas. Su mejor novela es Belarmino y Apolonio, donde los dos zapateros protagonistas ilustran diferentes actitudes ante la vida: comprensión y meditación uno, expresión y acción el otro.
  • Wenceslao Fernández Flórez: Maestro de la novela humorística. Tras la guerra, su novela más famosa es El bosque animado.
  • Benjamín Jarnés: En una línea intelectual y lírica, destacan: El profesor inútil, Locura y muerte de nadie.

Poesía

Poesía que enfrenta lo refrenado, lo sentimental, que opone clasicismo frente al romanticismo anterior y que acentúa el lenguaje poético.

  • Juan Ramón Jiménez: Tres fases: sensitiva, intelectual y suficiente.
    1. En inicios, Arias tristes, poesía sencilla donde se observa un tono bockeriano, un neorromanticismo de elementos simbolistas.
    2. De etapa modernista, destacan La soledad sonora, poemas mágicos y dolientes. De esta época es Platero y yo, prosa poética que vale de los recursos de la poesía, la rima, la acentuación.
    3. El proceso de búsqueda de una poesía desnuda, interiorizada: Piedra y cielo, La estación total.
    4. Su etapa final es la del goce de la poesía verdadera, la poesía pura, con un estilo cercano a los poetas místicos. Destacan En el otro costado y Dios deseado y deseante.

Generación del 98

El siglo XIX termina con una grave crisis: el levantamiento de Cuba, Filipinas y Puerto Rico, ola de indignación y protesta que se manifestó en la literatura.

Nómina del 98

Unamuno, Azorín, Baroja, Maeztu y con matices de Machado y Valle-Inclán.

Evolución

En su juventud se emparentan con movimientos políticos revolucionarios, adoptando un izquierdismo radical. En la madurez del 98 adoptan unas posiciones fuertemente personales, lejos del comunismo radical juvenil como el grupo de los tres. Presentan otros rasgos comunes: cierto irracionalismo neorromántico, especial preocupación por las cuestiones existenciales y un enfoque subjetivo del problema de España.

Temas del 98

El tema de España es central. Rechazan el ambiente político del momento y denuncian, sobre todo en su juventud, el espíritu de la sociedad: su apatía. En cambio, exaltan en su madurez una España eterna y espontánea, de ahí su interés por el paisaje y la vida de los pueblos. Una exaltación lírica, sobre todo de Castilla, en la que ven la médula de España. Su atracción por lo austero de las tierras castellanas. Cada vez más bucean en ella para descubrir los valores permanentes de Castilla y España, sus esencias. Les atraerá lo que Unamuno llamó la intrahistoria, es decir, la vida callada de los millones de hombres sin historia que, con su labor diaria, han hecho la historia más profunda. El amor a España se combina con un anhelo de europeización muy vivo en su juventud. Las preocupaciones existenciales, el malestar vital, esa desazón romántica que vimos en los modernistas. Son frecuentes los sentimientos de hastío de vivir o de angustia. Estrechamente vinculado con lo anterior está el problema religioso. Los del 98 fueron agnósticos en su juventud.

Estilo

Reaccionaron contra la grandilocuencia o el prosaísmo de la literatura anterior. Cada uno posee un estilo fuertemente individualizado. Rasgos comunes: cierto ideal de sobriedad, gran cuidado de la forma; gusto por las palabras tradicionales y terruñeras; un enorme caudal léxico que recogen en los pueblos y un fuerte subjetivismo.

Géneros Literarios

Hay que destacar estas innovaciones, configurando el ensayo moderno, dándole una flexibilidad que le permitiría recoger por igual la reflexión literaria, histórica o filosófica. En cuanto a la novela, se abandonan las maneras de la prosa realista. Ya no se pretende reflejar con exactitud la realidad, porque lo que interesa son las experiencias subjetivas. Admite profundas novedades técnicas.

Baroja

El gran escéptico religioso, influido por las corrientes filosóficas europeas, ve la vida como algo absurdo y sin sentido. La experiencia vital y la espontaneidad son características. Obras: El árbol de la ciencia, La busca, Zalacaín el aventurero.

Unamuno

Reflexivo y crítico. Obras: Niebla, San Manuel Bueno, mártir. Temas: España, el tiempo y la vida. Concibe la vida como una lucha, una agonía en busca de una paz que nunca se encuentra. A muchas de sus novelas las denominó nivolas, buscando siempre alejarse de la novela realista. Escaso interés por el marco espacial y temporal. Personajes agonistas. Búsqueda incansable de Dios y la amenaza de que no existe nada después de la muerte. Esa angustia vital es lo que Unamuno llamaba “el sentimiento trágico de la vida”. Importancia de los diálogos.

Valle-Inclán

Obras: Las sonatas, Tirano Banderas. Cercano al modernismo, fue evolucionando por diferentes etapas. Novelas: Ruedo ibérico.

Azorín

Obras: La voluntad, Antonio Azorín. Pasó de oponerse a lo clerical a un catolicismo firme, limpio y tranquilo. El paso del tiempo, la fugacidad de la vida. Su estilo es muy preciso y claro, basado en el detalle.

Literatura Hispanoamericana

La primera peculiaridad es el estancamiento que experimentaron ambos géneros en las primeras décadas del siglo. Mientras que la poesía no había dejado de evolucionar, la novela y el cuento permanecieron hasta los años cuarenta apegados a las formas decimonónicas. No obstante, cuando se produjo el despertar, este supuso una enorme renovación que superó a la producida en el resto del mundo.

Las Primeras Décadas de la Novela Hispanoamericana: La Novela Regionalista

Hasta los años cuarenta, la novela y el cuento hispanoamericanos discurrieron por el cauce del realismo costumbrista, sin experimentar una revolución de sus estructuras y su lenguaje, como la que supuso el Modernismo en poesía. Durante estos años se dan las siguientes tendencias temáticas:

  • Novela de la tierra: Describe la naturaleza americana en toda su grandiosidad y los relatos se basan en la acción de la naturaleza sobre los hombres que la habitan: Doña Bárbara de Rómulo Gallegos, La vorágine de José Eustasio Rivera, o Don Segundo Sombra de Ricardo Guiraldes.
  • Novela indigenista: El tema central son las injusticias que provoca el hombre blanco en la sociedad india y las reivindicaciones de una identidad nacional y cultural propias: El mundo es ancho y ajeno de Ciro Alegría y Huasipungo de Jorge Icaza.
  • Novela política: En este grupo destacan las novelas referidas a la revolución mexicana, como Los de abajo de Mariano Azuela.