La España del Siglo XIX: Guerras Carlistas, Liberalismo y Crisis del Sistema Isabelino

1. La Primera Guerra Carlista (1833-1840)

1.1 El Levantamiento Carlista

  • Los sublevados proclamaron rey a Carlos María Isidro, confiando en su defensa del absolutismo y la sociedad tradicional.
  • El carlismo era una ideología tradicionalista y antiliberal que recogía la herencia de movimientos similares anteriores.
  • Los defensores del carlismo agrupaban a gran parte del clero y la nobleza agraria, así como a campesinos empobrecidos y artesanos arruinados.

1.2 El Desarrollo del Conflicto Armado

  • Los carlistas no pudieron contar inicialmente con un ejército regular y organizaron sus efectivos en grupos armados que actuaban según el método de guerrillas.
  • Las primeras partidas carlistas se levantaron en 1833 en una amplia zona del territorio español, especialmente en las regiones montañosas del norte.
  • El general Zumalacárregui logró organizar un ejército carlista que conquistó varias ciudades, pero fracasó en la conquista de Bilbao, donde murió.
  • En la zona de Levante, los carlistas estaban más desorganizados y operaban con escasa conexión entre las diferentes partidas.

2. Las Diferentes Opciones del Liberalismo

  • Los partidos políticos en el siglo XIX no eran grupos homogéneos con una ideología y un programa bien definidos, sino agrupaciones de personalidades alrededor de un notable.
  • Los moderados defendían el derecho a la propiedad, limitaban el sufragio y anteponían los principios de autoridad y orden social.
  • Los progresistas defendían la soberanía nacional, el predominio de las Cortes y amplios derechos individuales y colectivos.
  • En 1854 se formó la Unión Liberal, que pretendía ser una opción centrista entre progresistas y moderados.
  • En 1849, una escisión de los progresistas dio lugar a la formación del Partido Demócrata, que defendía la soberanía popular y el sufragio universal masculino.

3. La Década Moderada (1844-1854)

3.1 Configuración del Régimen Moderado

  • Los moderados ganaron las elecciones de 1844 y formaron un nuevo gobierno presidido por el general Narváez.
  • El régimen se asentó sobre el predominio de la burguesía terrateniente y el falseamiento de las elecciones.

3.2 Constitución de 1845

  • Se reformó la Constitución progresista de 1837 para recoger las ideas básicas del moderantismo: soberanía conjunta entre el rey y las Cortes, más poder ejecutivo y menos legislativo, y restricción del derecho de voto.
  • Se suprimió la Milicia Nacional y se declaró la religión católica como oficial del Estado.

3.3 El Concordato con la Santa Sede

  • Los moderados mejoraron sus relaciones con la Iglesia, que había apoyado al carlismo.
  • En 1851 se firmó un Concordato con la Santa Sede que establecía la suspensión de la venta de bienes del clero desamortizados y la vuelta de los no vendidos.

3.4 Reformas Administrativas

  • Se emprendió una reforma fiscal para aumentar los ingresos de la Hacienda pública.
  • Se unificaron los códigos y se elaboró un proyecto de Código Civil.
  • Se reorganizó la Administración pública y se creó una ley de funcionarios.
  • Se reordenó la administración territorial según los criterios centralizadores de la división provincial de 1833.
  • Se creó la Guardia Civil para el mantenimiento del orden público.

3.5 Crisis del Gobierno Moderado

  • Los gobiernos moderados no consiguieron dar estabilidad política al Estado.
  • El autoritarismo se agudizó durante el gobierno de Bravo Murillo en 1852, que propuso una reforma constitucional que transformaba el Estado en una dictadura tecnocrática.
  • La propuesta fracasó y provocó la descomposición interna del partido moderado.

4. El Bienio Progresista (1854-1856)

4.1 El Pronunciamiento de Vicálvaro

  • El autoritarismo del gobierno moderado provocó la oposición de progresistas, demócratas y algunos sectores moderados.
  • En junio de 1854 se produjo el pronunciamiento de Vicálvaro, liderado por el general O’Donnell.
  • Los sublevados elaboraron el Manifiesto de Manzanares en demanda del cumplimiento de la Constitución de 1845 y de reformas económicas.

4.2 Las Reformas Progresistas

  • El nuevo gobierno intentó restaurar los principios del progresismo.
  • Se restauró la Milicia y la Ley Municipal que permitía la elección directa de los alcaldes.
  • Se preparó una nueva Constitución (1856) que introducía importantes novedades.
  • Se llevó a cabo un ambicioso plan de reformas económicas para impulsar el desarrollo económico y la industrialización del país.

4.3 La Crisis del Bienio

  • Las medidas reformistas no mediaron la crisis de subsistencias, que movilizó al pueblo en las revueltas de 1854.
  • El malestar social condujo a un levantamiento campesino en tierras castellanas y a motines populares en varias ciudades.
  • El gobierno presentó la Ley de Trabajo que introducía algunas mejoras y permitía las asociaciones de obreros.
  • Las discrepancias dentro de la coalición gubernamental y el malestar social provocaron la dimisión de Espartero y el nombramiento de O’Donnell como presidente del gobierno.

5. La Descomposición del Sistema Isabelino (1856-1868)

5.1 El Gobierno Unionista

  • El nuevo gobierno unionista liderado por O’Donnell intentó un equilibrio político combinando elementos del moderantismo y el progresismo.
  • Se consiguió una relativa estabilidad política interior y una etapa de prosperidad económica.
  • Se llevó a cabo una política exterior activa para recuperar el prestigio internacional y unir a los diferentes partidos.

5.2 El Retorno del Moderantismo

  • En 1863 se descompuso la coalición gubernamental y la estabilidad se tornó en una sucesión de gobiernos inestables.
  • El moderantismo volvió al poder con Narváez, pero con una falta de apoyo social y una debilidad en el gobierno.
  • Los progresistas acusaron a la Corona de entorpecer el funcionamiento de las instituciones y promover formas de gobierno dictatoriales.

5.3 La Crisis de 1866

  • En 1866 tuvo lugar la sublevación de los sargentos del cuartel de San Gil, que contó con el apoyo de progresistas y demócratas.
  • La revuelta acabó con 66 fusilamientos y más de mil prisioneros.
  • La situación del gobierno empeoró a raíz de la crisis de subsistencia iniciada en 1866.
  • A partir de ese momento, se formuló la necesidad de promover un pronunciamiento que diese un giro radical a la situación.