Análisis de ‘La casa de Bernarda Alba’ de García Lorca

“La casa de Bernarda Alba” es una obra escrita por Federico García Lorca, un poeta y dramaturgo español nacido en 1898 en Fuentevaqueros, Granada. En 1919 fue trasladado a la residencia de Estudiantes en Madrid a sus 21 años, donde entra en contacto con ideas literarias modernizadas para la época. Gracias a todo lo adquirido en 1928, consigue su primer gran éxito literario, llamado Romancero Gitano. Pocos años más tarde, en 1929, García Lorca consigue una beca y se traslada a vivir a Estados Unidos, donde se convierte en un poeta moderno, sufriendo una crisis sentimental por la que finalmente escribe Poeta en Nueva York. Finalizada la beca, Lorca regresa a España, donde es parte activa en la política cultural de la II República, siendo el director de un grupo teatral llamado La Barraca. Debemos tener en cuenta que 1936 es un año muy importante en la vida de Lorca, implicándose más en la política. El 19 de agosto de ese mismo año, huye a Granada, donde es fusilado principalmente por su orientación sexual, ya que en esa época no se toleraba. Una de las obras más importantes fue Bodas de sangre, Yerma y La casa de Bernarda Alba, esta última publicada en 1945.

Lorca formó parte de la Generación del 27, un grupo de escritores en los que destacan Josefina de la Torre, Pedro Salinas, entre otros. Este grupo se caracteriza por buscar alcanzar un equilibrio entre lo intelectual y lo sentimental. Esta generación estuvo influenciada por el Modernismo y se guía por una poesía pura. La finalización del 27 viene marcada por el final de la Guerra Civil, así como la muerte de Lorca y las dispersiones de algunos autores.


Este fragmento pertenece al primer acto, ubicado en la vuelta del entierro del marido de Bernarda, cuando les da la noticia del luto a sus cinco hijas, las cuales tendrán que pasar 8 años encerradas en su casa.

El tema que se le puede otorgar a esta parte de la obra es el luto y la rigidez social que prevalece en la casa y, por otro lado, también se hace presente la intensa presión que conduce a la imposición de unas tradiciones que finalizan en mucha angustia.

Tras el entierro, las mujeres se quedan solas en el interior de la casa y hablan entre ellas sobre cómo ha sido el entierro. El luto es una de las conversaciones que más predominio se le da, por el hecho de ser mujeres, tendrán que estar encerradas muchos años sin poder salir.

Los personajes principales de este fragmento son, en primer lugar, Poncia, un personaje con entendimiento profundo, por el hecho del odio a Bernarda, el cual no se sabe explicar, pero el cariño irracional a las hermanas. Aunque su estatus social sea inferior al de Bernarda, a nivel personal es la única persona que puede hacerle frente. Por otro lado, Bernarda, a ella especialmente se le conoce por su carácter tan fuerte y estricto; es dominadora, cruel y fría. Se preocupa mucho de qué dirán y representa el abuso de poder. Luego, Adela, se caracteriza por la rebeldía más radical y las contestaciones. Se puede decir que era alegre y apasionada. Luego Martirio, es la más envidiosa de todas, ya que no puede soportar que a las demás les vaya mejor que a ella. Y por último, Amelia y Magdalena, eran las que, de todas las hermanas, tenían un poco de rebeldía, pero eran las más pasotas de todas.


La escena se desarrolla en el interior de la casa, en este caso en una habitación interior de paredes blanquísimas, dando a entender paz y armonía, sin ser nada de eso, durante un caluroso día de verano.

Los símbolos que cobran importancia en este fragmento son, por un lado, el bastón de Bernarda, que vendría siendo uno de los elementos más significativos de la obra. Este representa la autoridad y el dominio. También el abanico de colores representa la libertad, la alegría, la rebeldía, etc. Y para finalizar, cuando Bernarda dice “… en este maldito pueblo sin río, pueblo de pozos”: utiliza la metáfora del agua para decir que el pueblo en el que ella vive está muerto, no tiene vida.

Para terminar, podemos observar el predominio de recursos expresivos y estilísticos; destacan las acotaciones para indicar movimiento, como “Van deslando todas por delante de Bernarda y saliendo”. También encontramos metáforas, como “como una manada de cabras”.


FRAGMENTO 1


Este fragmento pertenece al final del segundo acto, ubicado en el linchamiento de una mujer que incumple las normas sociales, junto con la intensa discusión de Adela y Martirio.

El tema que se le puede otorgar a esta parte de la obra es la presión social con efectos en la libertad que crea un luto en tensión familiar sin ser buscado.

Desde la calle se oyen gritos y se descubre que es el asesinato de la hija de la vecina, una mujer que ha matado a su hijo tras quedarse embarazada en secreto. Las mujeres de la casa se interesan, pero Adela y Martirio se quedan solas y discuten intensamente sobre su relación. Los hechos llevan al espectador a intuir o pensar que Adela está embarazada a través de un gesto suyo.

El personaje principal de este fragmento es Adela, mientras que todos los demás los podemos dar como secundarios. En primer lugar, Bernarda, a ella especialmente se le conoce por su carácter tan fuerte y estricto; es dominadora, cruel y fría. Se preocupa mucho de qué dirán y representa el abuso de poder. Adela es la hija más joven, se caracteriza por tener un carácter liberal, ya que en un principio se niega a cumplir el luto que le impuso su madre; además, se representa como una enamorada de Pepe el Romano, futuro marido de su hermana Angustias. Martirio también se siente atraída por Pepe el Romano. Es por esto que intenta dañar a su hermana Adela, amenazándola tras descubrir su relación con Pepe el Romano. Poncia es un personaje con entendimiento profundo, por el hecho del odio a Bernarda, el cual no se sabe explicar, pero el cariño irracional a las hermanas. Aunque su estatus social sea inferior al de Bernarda, a nivel personal es la única persona que puede hacerle frente. Y por último, la hija de la vecina, se quedó embarazada a pesar de estar soltera, fue la causante de dicho alboroto.


La escena se desarrolla en el interior de la casa. Aunque cabe destacar el importante papel de las ventanas de la vivienda, pues facilitan la visión con lo exterior. Se desarrolla en torno a las tres de la tarde.

Los símbolos que cobran importancia en este fragmento son, por un lado, el bastón de Bernarda, que vendría siendo uno de los elementos más significativos de la obra. Este representa la autoridad y el dominio. También el abanico de colores representa la libertad, la alegría, la rebeldía, etc. Y para finalizar, cuando Bernarda dice “… en este maldito pueblo sin río, pueblo de pozos”: utiliza la metáfora del agua para decir que el pueblo en el que ella vive está muerto, no tiene vida.

Para terminar, podemos observar el predominio de recursos expresivos y estilísticos; destacan las exclamaciones e interrogaciones: “¿Y qué ibas a decir?”. Por otro lado, la metáfora la podemos encontrar en la línea 26 y 27 “llevados por la mano de Dios”, haciendo referencia a que Dios guió al difunto bebé.


Este fragmento pertenece al final del tercer acto, ubicado en el suicidio de la hija menor (Adela).

El tema que se le puede otorgar a esta parte de la obra es la imposición de dogmas tradicionales y sus efectos sobre los sentimientos, las pasiones y el pensamiento individual, con consecuencias.

Adela se reencuentra con Pepe el Romano, que la vuelve a llamar silbando; eso sí, Martirio se lo impide. Se pelean y aparece Bernarda; Martirio acusa a Adela de su indecencia. Bernarda la llama “mal nacida”, lo que provoca que Adela se enfade aún más, rompiéndole el bastón (símbolo del poder). Bernarda toma su escopeta y dispara a la oscuridad, dando a entender que ha matado a Pepe el Romano, lo cual no es cierto, según ella, debido a su mala puntería. Adela, desesperada, se encierra en una de las habitaciones y se suicida al pensar que había matado a su amado.

Los personajes principales del fragmento son, en primer lugar, Bernarda, a ella especialmente se le conoce por su carácter tan fuerte y estricto; es dominadora, cruel y fría. Se preocupa mucho de qué dirán y representa el abuso de poder. Adela es la hija más joven, se caracteriza por tener un carácter liberal, ya que en un principio se niega a cumplir el luto que le impuso su madre; además, se representa como una enamorada de Pepe el Romano, futuro marido de su hermana Angustias, suicidándose al final de la obra. En tercer lugar, Angustias, la mayor de sus hermanas, se trata de la heredera de toda la fortuna familiar y la supuesta futura esposa de Pepe el Romano. Se representa dolida y sorprendida al enterarse de la relación que este guarda con su hermana menor Adela. Seguimos con Martirio, que es la cuarta de las cinco hermanas y está profundamente enamorada del novio de Angustias. Es por esto último que su odio hacia Adela se magnifica a medida que avanza la obra. Y por último, Poncia…


La escena se desarrolla, mayoritariamente, en el patio de la vivienda durante la noche. Aunque cabe destacar el importante papel que juega la habitación en la cual Adela se suicida.

Los símbolos que cobran importancia en este fragmento son, por un lado, el bastón de Bernarda, que vendría siendo uno de los elementos más significativos de la obra. Este representa la autoridad y el dominio. También el abanico de colores representa la libertad, la alegría, la rebeldía, etc. Y para finalizar, cuando Bernarda dice “… en este maldito pueblo sin río, pueblo de pozos”: utiliza la metáfora del agua para decir que el pueblo en el que ella vive está muerto, no tiene vida.

Para terminar, podemos observar el predominio de recursos expresivos y estilísticos; el uso de exclamaciones logra una gran intensidad en los diálogos. Por otro lado, el predominio de frases cortas y directas provoca agilidad y fuerza.