Gótico Lineal (Estilo 1200 o Estilo Francés, finales del siglo XII-XIII): Cortes de París y Borgoña con influencia de las vidrieras y la miniatura. Predomina la línea al color, figuras estilizadas y refinadas de apariencia frágil, vestimenta como decoración, fondo aún dorado/monocromo, escaso volumen. Contribuye a un trazo oscuro muy marcado y lineal con colores vivos de apariencia brillante – aire preciosista. Muestras más antiguas: Biblias de Canterbury y Winchester, salterios privados (siglos XII, XIII). Posteriormente, Francia toma el testigo de la miniatura inglesa con biblias moralizadas y salterios no litúrgicos en París, donde hay artistas vinculados al patronazgo regio (ej. maestro Honoré o Jean Pucelle). En la península, ej.: pinturas sobre pergamino (sepulcro de Sancho Sáez de Carrillo, Burgos), pinturas murales de Santa Clara (Zamora) y frescos de la conquista de Mallorca del palacio Aguilar (Barcelona).
Gótico Italiano (1250-1400): El del siglo XIII (Trecento) diferenciado del resto de Europa por la huella del bizantinismo (maniera greca) -> monumentalidad, simetría, modelos tradicionales, estereotipados, gran seriedad, marcado hieratismo, fondos dorados que refuerzan el estatismo. Finales del siglo XIII a mediados del siglo XIV, nuevo estilo italogótico, donde la herencia bizantina se mezcla con cierto naturalismo (se va perdiendo la estilización bizantina y ganan naturalidad) dando lugar a pintura de colores claros con predominio de la línea curva y sinuosa, búsqueda de volumen (corporeidad y expresividad – 1º paso hacia el humanismo) y la voluntad comunicativa (gesto y mirada) y la preocupación por la luz. Primeros ejercicios de perspectiva con fondos dorados y decoraciones arquitectónicas y paisajísticas simples, queriendo crear efectos espaciales. Aportan novedades Duccio di Buoninsegna, Simone Martini, Pietro Cavallini, pero el giro definitivo lo da Giotto (punto de arranque del Renacimiento italiano según Vasari) quien de 1301 a 1337 recibe encargos de toda Italia y del papa Bonifacio VIII. Su éxito social lo convierte en claro precedente del arte renacentista, o casi >, al ser arquitecto (planos del campanario de la catedral de Florencia y capilla Scrovegni) y pintor (tabla Virgen de Borgo San Lorenzo – fresco – y frescos de la capilla Scrovegni o de la Arena) -> volumetría y corporeidad de las figuras, intención de espacio tridimensional, personajes no individualizados con registro gestual potenciando un sentido de la narración fresco y vivo con escenas cotidianas.
Gótico Internacional (Estilo 1400 o Gótico Cortesano, 1375-1425): Equilibra la estilización (gótico lineal francés) con el sentido naturalista de los italianos (ambientes cortesanos con reyes y nobles como mecenas, reflejando ese mundo amable de espaldas a una realidad no jovial mediante colores ricos, vivos, líneas curvas y fusiformes, ritmos retorcidos y dinámicos…). Es refinado y lujoso, la fantasía puede rozar la extravagancia, triunfo del arte por el arte: combina formas y figuras aristocráticas elegantes con detalles naturalistas delicados y anecdóticos con fondos dorados y ambientes paisajísticos. Manifestación más genuina a través de la iluminación de libros (objetos bellos, únicos, prestigiosos con oraciones para todo el día, que pese a ser reducidos pueden ser obra de todo un equipo dirigido por un artista). Los más famosos: hermanos Limbourg con ”Las muy ricas horas” para el duque de Berry. Gran repercusión en la Corona de Aragón, promovido por la burguesía por lo que se sabe más sobre tabla que en miniatura, y también por contactos entre el rey Juan I y el duque de Berry, que afianzan el estilo en la península. En Castilla es tardío, con artistas como Nicolás Francés y Dello Delli (fresco del Juicio Final en el ábside mayor y retablo mayor de la catedral de Salamanca de autoría desconocida).
Gótico Flamenco (siglo XV): Flandes a comienzos del siglo XV es de los más ricos, donde la burguesía manda, produce y exige calidad tanto en productos como en arte (gremios), así pues surge la escuela pictórica (aumento de pedidos por el traslado de los duques de Borgoña a Flandes – mercado artístico de calidad, demanda local y europea). Cambios religiosos: devotio moderna (corriente espiritual intimista que plantea la fe más directa y personal en contacto con la divinidad, con una actitud más individual en el estudio de las Escrituras y hacia la religión, que es una mezcla de humanismo y cristianismo). Todo ello caracteriza esta pintura, al representar escenas religiosas en ambientes burgueses familiares para los comitentes: entorno realista y verosímil con elementos cotidianos, algunos simbólicos. Las tablas flamencas son obras de arte para una sociedad que no puede permitirse joyas/manuscritos iluminados, consiguiendo acceso al mercado artístico. La pintura flamenca es óleo sobre tabla (mayoritariamente) que se va perfeccionando, permite el detallismo y una luminosidad hasta entonces inalcanzable; punto de vista alto introduciendo al espectador casi por la fuerza; renuncia al objetivismo científico e intelectual de los italianos pero mayor importancia al acabado hiperrealista de los objetos. Segunda mitad del siglo XV: la Península Ibérica estrecha contactos con Flandes, especialmente políticos, que dan lugar a un trasiego de tablas y artistas: visita de Van Eyck, pintores como Lluís Dalmau van a aprender de él, difundiendo el estilo por Castilla y la Corona de Aragón. Otros: Fernando Gallego, Bartolomé Bermejo, Jaume Huguet.