El Teatro y la Lírica Españoles desde Principios del Siglo XX hasta la Década de 1970

Teatro Comercial

La hegemonía del teatro de mayor éxito en la época corresponde a Jacinto Benavente; gozaron de gran aceptación el teatro cómico y el teatro en verso. Jacinto Benavente, frente a la exuberancia de Echegaray, es un autor de obras caracterizadas por la mesura y por el minucioso realismo de la puesta en escena. Sus dramas se centran en las preocupaciones de su público, la alta burguesía; también cultivó la farsa (Los intereses creados, donde se desarrolla el tema del poder del dinero) y el drama rural (La Malquerida, (1913) donde destaca el sentido de la honra).

Teatro Cómico

Fue uno de los períodos preferidos por el público en donde se incluía música, canto y baile. Destacan los hermanos Álvarez Quintero, Pedro Muñoz Seca y la tragedia de Carlos Arniches.

Teatro en Verso

Siguió la moda del teatro francés. Abordó temas históricos o fantásticos y empleó metros modernistas. Su principal cultivador fue Eduardo Marquina (En Flandes se ha puesto el sol). Otros escritores de esta tendencia fueron Francisco Villaespesa y los hermanos Machado.

Intentos de Renovación

Los primeros intentos de renovación fueron llevados a cabo por:

  • Jacinto Grau
  • Miguel de Unamuno, que creó un teatro desnudo, suprimiendo lo que no dependiera de la palabra (Fedra). El teatro desnudo suponía la reducción de los personajes al mínimo, de las pasiones a su núcleo y el esquematismo en la acción.
  • Azorín, que combatió la estética naturalista con su teatro antirrealista, debiendo incluir lo subconsciente y lo maravilloso.

Valle y el Teatro en Libertad

El teatro español de las primeras décadas del siglo XX solo alcanzó la cima con la obra de Valle-Inclán y Lorca, los únicos que lograron una calidad inolvidable en la renovación teatral que muchos habían pretendido. Sus obras siguen representándose hoy en todo el mundo.

Según Ruiz Ramón, el teatro de Valle es el de más absoluta y radical originalidad en el teatro español del siglo XX. En su trayectoria dramática se observa la voluntad de renovación formal y temática y el querer romper con el teatro de su época. Valle evolucionó hacia su creación máxima, el esperpento.

La introducción teatral de Valle se puede dividir en:

  • Dramas Decadentistas

    Con estas obras Valle aplicó el modernismo al drama, lo que se conoce como teatro modernista. Se puede destacar El marqués de Bradomín.
  • Ciclo Mítico

    Todas las obras de este grupo están relacionadas por sus temas, personajes, significado… y se localizan en una Galicia mítica. En ellas se representa una sociedad arcaica donde la existencia humana se rige por fuerzas primarias. Los conflictos se centran en la lujuria, la crueldad, el despotismo, el pecado, la magia y el sacrilegio. Podemos destacar el drama Divinas palabras.
  • Las Farsas

    En estas obras, introduce personajes de la farándula, el uso de disfraces y el teatro dentro del teatro, buscando la ruptura del efecto de realidad escénica. Se puede destacar La cabeza del dragón y La reina castiza (sátira demoledora del reinado de Isabel II centrándose en la vida cotidiana de palacio).

La Lírica desde la Guerra Civil hasta los 70

En este período se reconocen diferentes corrientes poéticas, muchas coincidentes en el tiempo.

En los años 30 se desarrolla una poesía centrada en la situación social del ser humano, las injusticias y el dolor. Destaca la producción poética de Miguel Hernández.

Durante la Guerra Civil se cultivó una literatura ideológica: se atacaba al enemigo. Esta producción no se caracterizó por su calidad.

En las décadas de posguerra, el panorama lírico estuvo marcado por la contienda, provocando el exilio de intelectuales y artistas. Además, por la política del régimen franquista se condicionó la evolución de la poesía de la época.

La Poesía en el Exilio

Para completar el panorama de la poesía española de estos 30 años, no podemos olvidar a los poetas del exilio como los poetas vivos del 27, excepto Gerardo Diego, Vicente Aleixandre y Dámaso Alonso.

Los poetas del exilio siguieron caminos diversos, pero en sus producciones sobresale el tema de España cargado de angustia en una primera época.

La Poesía de los 40

En los 40 se registran distintas tendencias: la poesía neoclasica, una corriente existencialista y una poética vanguardista.

Poesía Neoclasica o Arraigada

En los 40, las revistas tuvieron un importante papel en la difusión de líneas literarias. Las revistas fundamentales de la corriente neoclasica fueron Escorial y Garcilaso con autores como Luis Rosales, Leopoldo Panero o José García Nieto.

Poesía Existencialista o Desarraigada

A principios de los 40 aparecieron textos de jóvenes poetas que rechazaban la estética arraigada, dándose a conocer en la revista Escorial. En 1944 se publican: Hijos de la ira de Dámaso Alonso y Sombra del paraíso de Aleixandre.

Esta poesía se centra en el sufrimiento del ser humano, los poetas expresan su dolor existencial. Los temas son las crisis religiosas, la angustia por la muerte inexorable, etc.

Poesía Vanguardista

En los 40 surgen voces que plantean estéticas diferentes a la neoclasica y existencialista, reivindicando la poesía vanguardista:

  • El Postismo

    Busca la sorpresa por medio de la ruptura de la lógica, un lenguaje lúdico e imágenes irracionales.
  • El Grupo Cántico

    Reunió a un grupo de poetas en torno a la revista Cántico que aunaron la imagen vanguardista del grupo del 27 y la poesía de la experiencia (Pablo García Baena).

La Promoción de los 60

A finales de los 50, y desengañados por la imposibilidad de llegar a la inmensa mayoría, muchos poetas irán abandonando los preceptos de la poesía social, evolucionando hacia una poética centrada en lo individual y lo subjetivo, con una mayor elaboración del lenguaje literario.

Los autores más destacados son: Ángel González, José Agustín Goytisolo, Caballero Bonald, etc.

Características:

  • El análisis de la memoria personal y la experiencia individual e histórica (temas: infancia y juventud perdidas).
  • Los temas del paso del tiempo: el amor, ligado al erotismo, y la amistad.
  • La creación poética: algunos poemas reflexionan sobre la poesía.

Predomina un tono reflexivo, un lenguaje coloquial y el uso de la ironía y la intertextualidad (citas, parodias, humor…).