Desarrollo industrial en España
Durante el siglo XIX se trató de impulsar el proceso de Revolución Industrial, pero el resultado final quedó muy lejos de lo que se pretendía. Cataluña se industrializó a partir de capitales autóctonos y predominaba la mediana empresa. El sector más dinámico fue el algodonero, que actuó como sector palanca de la industrialización. La prosperidad de este sector se debió a que partía con una posición ventajosa, supo modernizar sus industrias y contaba con protección arancelaria. El sector lanero pasó a un segundo plano y se desplazó a Sabadell y Tarragona, cerca de Barcelona, lo que ofrecía ventajas como el fácil intercambio de obreros, gran desarrollo comercial y crediticio, y facilidad para importar la lana y el carbón.
La siderurgia y la minería en España
En la industria de la siderurgia, la inexistencia de un buen carbón y la falta de demanda explicaron el mal desarrollo. En Andalucía, la apogéosis se debió a las guerras carlistas, en Asturias el carbón era de mala calidad, y en Vizcaya tuvo un poco más de éxito. La minería no se empezó a utilizar hasta finales de siglo debido a la falta de capitales y conocimientos, poca demanda, obstáculos a la iniciativa empresarial privada, entre otros factores.
El comercio en España
Los mercados estaban aislados según cada región, y las trabas legales del antiguo régimen y el sistema gremial contribuían a ello. En cuanto al comercio exterior, se diferenciaron dos etapas: una en la que España exportaba a América y Europa, y otra en la que dejó su papel de reexportador. Todas las naciones intentaron proteger sus industrias de la competencia inglesa con aranceles.
Crisis política en España
La quiebra del sistema político alcanzó su punto crítico en la segunda fase del reinado de Alfonso XIII. La posición de España en la Primera Guerra Mundial fue de neutralidad, aunque la opinión pública se dividió entre los aliadófilos y los simpatizantes de derechas. La neutralidad supuso un crecimiento espectacular de la exportación de sus bienes, pero provocó inflación y escasez de productos de primera necesidad. La crisis de 1917 afectó a todos los estamentos, y la rebelión militar se inició con la presentación del manifiesto de juntas.
Dictadura de Primo de Rivera
El 13 de septiembre de 1923, Primo de Rivera dio un golpe de estado y se convirtió en dictador militar único. La dictadura fue la solución autoritaria a un sistema insostenible, con el apoyo del rey, el ejército y el empresariado catalán. La represión se concretó en la prohibición de reuniones y asociaciones, y la censura de prensa. Primo de Rivera decidió convertir la dictadura en un nuevo régimen, pero finalmente presentó su dimisión en enero de 1930.