La literatura experimental
1.1 La poesía del 60
La poesía como conocimiento explica que sea habitual en los versos de estos poetas la presencia de lo íntimo, el gusto por el recuerdo, la expresión de la subjetividad; la poetización de la experiencia personal. La ironía, el humor se utilizan también para alejarse en actitud desapasionada de las emociones personales, con lo que la burla y la sátira alcanzan con frecuencia a la figura del escritor.
En cuanto al estilo, hay en todos ellos una notable atención al lenguaje. Se alejan tanto del prosaísmo de algunos poetas sociales como del tono áspero de la poesía desarraigada y del esteticismo formalista de los garcilasistas.
En cuanto a la métrica, predomina el verso libre, aunque no falta el uso esporádico de estrofas clásicas. Es muy significativo en la poesía de los sesenta el gran cuidado en la construcción de los poemas. Ello no sorprende en la obra de unos poetas cuyas composiciones tienen a veces un carácter metapoético, es decir, de reflexión sobre la propia poesía.
Poetas del 60:
- Jaime Gil de Biedma: destacan Compañeros de viaje
- Ángel González ejemplo de transición de la poesía social al nuevo estilo poético. Áspero mundo
- Jose Ángel Valente es el principal defensor de la poesía como conocimiento de una realidad cuya revelación se produce en la creación poética. Sus versos densos Poemas a Lázaro
1.2 Los novísimos
Desde finales de los sesenta, surge un grupo de jóvenes poetas que conducen la poesía española por rumbos diferentes. A veces se hace referencia a ellos como generación del 98, aunque más comúnmente se les llama los novísimos. Ello se debe a su sonada aparición colectiva en una antología publicada en 1970 con el título de Nueve novísimos poetas españoles.
Voluntad de talante provocador en línea con los movimientos vanguardistas de entreguerras. El gusto por lo decadente, exquisito o estilizado, que estos poetas pretenden resaltar enmarcando sus textos en ambientes refinados, escenarios italianos o ciudades como Venecia, ha hecho que también haya sido usual aludir a ellos de forma un tanto peyorativa como los venecianos.
La reelaboración de los clichés de los mass-media tiene mucho de frivolidad y exhibición gratuita, pero también algo de irónica actitud provocadora e inconformista. Otro tema reiterado es el de la poesía misma: la reflexión metapoética de muchas composiciones insiste en considerar el arte como fenómeno autónomo, la poesía como valor absoluto en sí misma y el poema como texto auto suficiente.
Poesía desde 1975
En los años posteriores a la muerte de Franco el grupo poético dominante es el de los novísimos. Pasados los primeros años de su revelación como grupo, éstos buscan una expresión más personal, aunque con un fondo común a muchos de los poetas que llegan a la madurez lírica por esos años, formarán parte o no en un principio de los novísimos.
Ha perdurado la poesía experimental, que ha combinado la expresión verbal con procedimientos visuales de carácter tipográfico o pictórico. El culturalismo se fue depurando de la mera decoración externa para entroncar muchos poetas con la tradición clásica.
Antonio Carvajal. La poesía de la experiencia conviven tendencias poéticas y autores a veces muy disímiles. Carácter urbano, temática realista, suave intimismo, interés por lo cotidiano y tono coloquial están presentes en los versos Justo Navarro. Antología común: La otra sentimentalidad.
El más conocido de los autores de este grupo es Luis García Montero, en cuyos versos resuenan los ecos de Alberti o de Gil de Biedma.
Novela del 60
Parecida evolución a la de la poesía durante los años sesenta se produce en la narrativa. Los novelistas abandonan las esperanzas de que sus obras tengan repercusión social directa y, aunque en muchas novelas no falta la intención crítica, centran sus esfuerzos en la renovación formal y en la experimentación técnica y lingüística.
La novela de 1962 Tiempo de silencio de Luis Martín-Santos. Comenzó el llamado boom de la novela hispanoamericana. Vargas Llosa, Alejo Carpentier, Gabriel García Márquez alcanzaron enorme difusión y dejaron honda huella en algunos de los autores que pretendían renovar la novela española.
Características generales de esta novela experimental:
- La trama narrativa pierde importancia, el argumento se difumina.
- Se reduce el número de personajes secundarios y el protagonista pasa a ser el centro de la novela, pero ya no se trata de un individuo con historia previa, gustos, hábitos… sino que es muchas veces un ser amorfo, sin perfiles físicos nítidos, borroso e inconcreto.
- El espacio pierde también las características propias de la narración tradicional. Tiende a reducirse y a comprimirse, e incluso, desaparece a veces como tal espacio físico para no ser más que un marco impreciso en el que sucede el mínimo argumento.