Inmunidad, Vacunas, Sueros e Inmunopatologías

La Inmunidad

Resistencia que tiene el individuo al desarrollo interno de agentes patógenos y, como consecuencia, a padecer la enfermedad que estos puedan originar.

Vacunas

Preparados antigénicos del microorganismo carente de patogenicidad, pero con la capacidad de desencadenar una respuesta inmune.

Es artificial porque al individuo se le inocula el antígeno mediante la vacunación. Al administrar la vacuna se desencadena una respuesta inmunitaria primaria sin producirle la enfermedad, gracias a la fabricación de linfocitos de memoria el individuo queda protegido si se produce un contacto natural con el antígeno causante de esa enfermedad.

Características:

  • Seguras (no tener efectos secundarios).
  • Eficaces (fuerte respuesta inmunitaria que proteja al individuo frente a una infección natural).
  • Preventivas (no son curativas y se administran antes del padecimiento de la enfermedad).

Son lentas pero duraderas.

Sueros

Preparados artificiales que contienen anticuerpos. Los sueros se obtienen a partir de la sangre de animales o de personas que se inmunizan de forma natural.

Características:

  • Proporcionan inmunidad inmediata (preparados biológicos que inoculamos contienen los anticuerpos específicos que la urgencia precisa).
  • Proporcionan inmunidad poco duradera, desaparece al eliminarse los anticuerpos administrados al organismo.
  • Tienen efecto curativo.

Serovacunación

Conjunto de medidas preventivas que combinan la vacunación con los tratamientos con sueros adecuados.

El suero contiene anticuerpos que actúan en los primeros momentos de urgencia y, posteriormente, se desencadena la inmunidad activa producida por la vacuna. Se emplea, por ejemplo, en el tratamiento del tétanos, rabia…

Inmunopatologías

1. Enfermedades Autoinmunes

Tolerancia inmunológica: capacidad que tiene el sistema inmune para diferenciar las moléculas propias de las extrañas, contra las que reacciona. La tolerancia se consigue durante la vida embrionaria por la deleción clonal que ocurre principalmente en el timo y que consiste en eliminar los linfocitos T y B que reaccionan contra las estructuras propias.

Cuando estos mecanismos fallan, el sistema inmune ataca a las células del propio organismo y causa las enfermedades autoinmunes. Ejemplos: diabetes mellitus, esclerosis múltiple, artritis reumatoide.

2. Inmunodeficiencias

Alteraciones patológicas producidas por la falta o disfunción del sistema inmunitario. Los individuos con inmunodeficiencias tienen mayor riesgo de padecer enfermedades crónicas y tumores. Hay dos tipos:

  • Primarias: Genéticas. (niño burbuja)
  • Secundarias: Causas ambientales, malnutrición, leucemia, radiaciones, drogas inmunodepresoras, fármacos de quimioterapia, infecciones bacterianas o víricas.

SIDA: Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida

Secundaria producida por la infección del VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humana).

Para reproducirse utiliza linfocitos T auxiliares a los cuales destruye, deprimiendo la respuesta inmunitaria. No hay tratamiento, pero se utilizan fármacos que retardan el avance de la enfermedad.

Hipersensibilidad (Alergias)

Respuesta inmunitaria exagerada a un antígeno (alérgeno) que ocasiona daños a los propios tejidos. No se manifiesta en el primer contacto, tiene que haberse producido una sensibilización previa.

Los alérgenos que desencadenan la alergia son de distinta naturaleza, y hay tres etapas:

  1. Entra el alérgeno en el organismo, provoca la activación de linfocitos T auxiliares. Estos, junto con el alérgeno, activan los linfocitos B que producirán IgE.
  2. Las IgE se unen a receptores de los mastocitos y producen su sensibilización.
  3. Si se produce un nuevo contacto con el alérgeno, este se une a las IgE fijadas a los mastocitos que se activan, sufren desgranulación y liberan sustancias que desencadenan la respuesta inflamatoria causante de los daños.

En el tracto respiratorio superior, la respuesta inmune errónea produce estornudos y congestión nasal: rinitis alérgica. En el tracto respiratorio inferior puede causar obstrucción y constricción de los bronquios, participando, por lo tanto, en el desarrollo de síntomas asmáticos. En el tracto gastrointestinal, la actividad inmune provoca a veces náuseas, espasmos abdominales, diarrea y vómitos. Por último, si un alérgeno introducido por cualquier vía llega a la circulación sanguínea, puede inducir un shock anafiláctico: los mastocitos liberan histamina y otras sustancias en diferentes tejidos y se produce una dilatación de los capilares y aumento de permeabilidad, lo que origina una caída de la presión arterial asociada a una constricción de las vías respiratorias que puede provocar la muerte en pocos minutos. Los alérgenos capaces de provocar esto son: fármacos (penicilina), venenos de insectos, sueros…