Miguel Hernández
Su poesía se caracteriza por su autenticidad humana y por el rigor técnico con un lenguaje familiar, cotidiano y sencillo. La primera obra más importante de Miguel Hernández fue El rayo que no cesa. En esta obra destaca su “Elegía a Ramón Sijé”. En 1937 apareció Viento del pueblo y con esta obra inicia su poesía comprometida, junto a la obra El hombre acecha. Durante su etapa en prisión, escribe Cancionero y romancero de ausencias, cuyo lenguaje es sencillo y los temas, dolorosos: el amor a la esposa y al hijo (Nanas de la cebolla), la libertad, la nostalgia…
Poesía del exilio
El tema de la poesía del exilio será España, el mundo personal del poeta, los recuerdos, etc. Uno de los casos más señalados en esta poesía es el de Juan Gil-Albert que representa el exilio interior y el exterior en España, tras el cual da a conocer su mejor obra: Fuentes de la constancia.
Los años 40: Generación del 36
Pueden identificarse dos líneas poéticas, que responden a dos líneas de pensamiento: la poesía arraigada y la poesía desarraigada.
Poesía arraigada
Se caracteriza por la expresión ordenada y armónica y la preferencia por las formas clásicas. Los temas son el paisaje, el amor, el firme sentimiento religioso, España y Castilla, temas cotidianos, etc. Los poetas de esta poesía se agrupan en torno a dos revistas (Escorial y Garcilaso) y son: Luis Rosales, Leopoldo María Panero, Luis Felipe Vivanco, Dionisio Ridruejo, José García Nieto…
Poesía desarraigada
Esta tendencia surge en 1944 con la publicación de Hijos de la ira de Dámaso Alonso y Sombra del paraíso de Vicente Aleixandre. En esta poesía los poetas muestran la desconformidad con el mundo en el que vivían y lo manifiestan con una doble angustia: la angustia vital consustancial en el ser humano y la angustia producto del momento histórico. En los temas aparece una religiosidad conflictiva que se expresa mediante invocaciones a Dios como responsable del dolor humano, el hambre, la represión, la injusticia, etc. En el estilo no se persigue la belleza sino la fuerza expresiva y la intensidad emocional. Los poetas de esta poesía se agrupan en torno a una revista (Espadaña) y son: Blas de Otero, Gabriel Celaya, Carlos Bousoño, Eugenio de Nora…
Otras tendencias
Además de estas dos corrientes anteriores, pueden apreciarse otras también destacadas:
- Positivismo: Este movimiento es sucesor de los Ismos (especialmente del surrealismo). Sus máximos representantes son Carlos Edmundo de Ory, Eduardo Chicharro y Silvano Sernesi; pero influyó en poetas como Gloria Fuertes, A. Crespo o Félix Grande.
- Grupo Cántico de Córdoba: Este grupo de poetas se reúne en torno a la revista Cántico de Córdoba. Se caracterizan por el intimismo, el culturalismo heredero del modernismo y del 27, el reformismo formal, la actitud vitalista en el tema amoroso y el gusto por la poesía religiosa. Sus representantes son Ricardo Molina, Pablo García Baena, Juan Bernier…
Los años 50: la poesía social
La poesía existencial evolucionó hacia la poesía social en estos años. La poesía se considera una forma de comunicación y se dirige a la inmensa mayoría. La forma se supedita al contenido. Su tema esencial es España, la denuncia de las injusticias, el tema del trabajo… Blas de Otero: su obra puede dividirse en las siguientes etapas:
- La primera etapa, poesía existencial en Ángela (tema metafísico y amoroso e incipiente acercamiento al nosotros).
- La segunda etapa, poesía social en Pido la paz y la palabra o Que trata de España.
- Su tercera etapa es de experimentación: Hojas de Madrid.
Los años 60: poesía de medio siglo
Se ha conocido bajo el nombre de poetas del medio siglo o Generación del 60 a un grupo de escritores nacidos entre 1925 y 1939 y entre los que destacan: José Ángel Valente, Jaime Gil de Biedma, José Agustín Goytisolo, Francisco Brines, Carlos Barral, Claudio Rodríguez, Ángel González… Se dieron a conocer gracias a la antología realizada por José María Castellet y publicada en 1960, titulada Veinte años de poesía española: 1939-1959. Poseen un nuevo concepto de la poesía: la poesía como conocimiento y experiencia: se recupera el interés por la forma. Incorporan el humor e ironía pero gustan de la obra rigurosa y bien hecha. En cuanto a sus temas, son los recuerdos de la infancia, la adolescencia del poeta como el paraíso perdido, el amor, la amistad, la poesía, etc.
Los años 70: los Novísimos
Hacia mediados de los años 70 surge un grupo de jóvenes que pretenden innovar el mundo poético y se caracteriza por su esteticismo y su culturalismo. En 1970, José María Castellet reunió a algunos poetas en una antología polémica: Nueve novísimos poetas españoles: Manuel Vázquez Montalbán, Antonio Martínez Sarrión, José María Álvarez, Félix de Azúa, Pere Gimferrer, Vicente Molina Foix, Guillermo Carnero, Ana María Moix y Leopoldo María Panero. Se recupera la estética vanguardista. Además de este grupo, podemos destacar otras tendencias como el Grupo Claraboya de León que criticó la estética de los Novísimos. Todos los poetas evolucionaron hasta perfilarse dos líneas: una poesía de tradición clásica y otra poesía del silencio.
La poesía en los últimos años
Podemos reflejar ciertos rasgos de esta nueva poesía: humor e ironía en el poema, anécdota personal y la intimidad del poeta, cierto tono narrativo y coloquial, introducción del mundo urbano más cotidiano. Algunos de los grupos o ideas que podemos distinguir:
- Neosurrealismo con Blanca Andreu.
- Los poetas granadinos de la antología La otra sentimentalidad de 1983: estética realista y crítica social (Luis García Montero, Javier Egea, Benjamín Prado, etc.).
- La poesía de mujeres que refleja la vivencia personal, prefieren el poema en prosa (Julia Castillo, Ana Rossetti, Blanca Andreu).